El solsticio no es un día, es un instante. Aquel en que el sol llega o más al norte celeste o más al sur celeste. En nuestro solsticio de verano el sol estará lo más alejado del ecuador celeste en dirección al sur. Ocurrirá esta noche, a las 1:48am de Chile.

Según la definición occidental, se dará comienzo al verano austral y según la definición mapuche estaremos en la mitad del Walüng. Verano y Walüng son análogos pero no iguales. En la cosmovisión occidental los puntos críticos solares (Solsticios y Equinoccios) son el punto de partida de las estaciones, mientras que en la cosmovisión Mapuche esos puntos están en la mitad de ellas.

Si aplicamos ese enfoque para entender las estaciones, entenderemos que el Verano es la estación que comienza con el día más largo del año, con lo que cada día del verano es más corto que el anterior. Mientras que el Walüng es la estación que contiene los días más largos del año.

© Valentina Paolinelli
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Esta noche deberíamos prender grandes hogueras en honor a la máxima duración del día. Esa fue la celebración pagana más extendida en la historia de la humanidad. El hemisferio occidental en cambio celebra la navidad, celebración de carácter religiosa que desplazó la celebración del solsticio, sacando al Sol del altar y poniendo a Jesús.

Aunque según ciertos estudiosos, Jesús y el Sol cumplen el mismo rol, el de entregar la luz.

En el hemisferio norte ocurrirá el Solsticio de Invierno, es decir, el día más corto del año. Luego de ese instante en el hemisferio norte, los días comienzan a ser más largos, lo que se entiende ancestralmente como “el instante en el que el Sol vuelve a nacer”. La navidad celebra lo mismo, el nacimiento de Jesús como Mesías Solar.

Es por esto que estas fechas son muy importantes para ponernos en contacto con los eventos astronómicos y sentir como esos eventos marcan nuestra espiritualidad. Las mujeres y hombres que vivieron hace miles de años vivían en un mundo violento y en extremo cambiante. Pero cuando era de noche y miraban el cielo veían que este cambiaba muy lentamente. De ahí su significado espiritual, el cielo es el lugar de la paz eterna y encontraron en él un anhelo espiritual. De ahí que las tres religiones monoteístas más extendidas en estos días prometen el cielo si te portas bien, lo que debiese ser entendido como si te portas bien estarás en paz.

Pero el cielo sí cambiaba, y esos cambios pudieron ser anticipados. El ser humano descubrió el patrón y comenzó a anticipar esos puntos críticos solares, que marcaban las actividades para los siguientes meses. Solsticios y Equinoccios dictaban entonces lo que había que hacer ya que son la única referencia que tenemos en este planeta. Solsticios y Equinoccios son puntos críticos solares de alta carga espiritual por que conectan la esencia del ser humano con la Naturaleza, nuestra madre. Y todo esto gracias a la inclinación de 23.5 grados del eje de la tierra.

© Valentina Paolinelli
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