El pasado 25 de enero la Corporación Altos de Cantillana dio aviso al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y la Seremi de Medio Ambiente, sobre la disminución importante de aves en la laguna de Aculeo, Región Metropolitana, registrando mortandad y parálisis en decenas de aves que se habían visto en el sector. Hoy SAG visitó el lugar para recolectar muestras para su análisis.

Mortandad laguna de Aculeo. Créditos a Medely Cortés.
Mortandad laguna de Aculeo. Créditos a Medely Cortés.

La denuncia se dio luego del penúltimo monitoreo desarrollado entre la Corporación Altos de Cantillana y Biodiversidad Chilena, que comprendió 5 kilómetros, entre la península del León y la desembocadura del Estero Pintué. En él se evidenció una disminución de la cantidad de aves.

“Eso puede estar asociado a que varias de las aves son migratorias y van de paso, por ejemplo habíamos visto grupos de más de 300 gaviotas de Franklin. Pero también nos dimos cuenta de que muchas de las aves que podrían haberse quedado, habían desocupado el lugar y eso se debe a las condiciones de calidad de agua que presenta la laguna”, comenta Ximena Romero, coordinadora del área de educación de la Corporación Altos de Cantillana e inspectora ad honorem del Servicio Agrícola Ganadero.



Ximena también explica que el cuerpo de agua que hoy es visible en la laguna es “pequeño y susceptible a la temperatura”, además de tener mucha materia orgánica, lo que hace que entre en un proceso de eutrofización: “está con exceso de nutrientes y eso puede hacer que proliferen ciertas bacterias y algas que pueden provocar enfermedades (…). En el cuerpo de agua de la laguna, hay zonas con mejor calidad de agua y otras con tanta densidad de materia orgánica que hay mayor mortandad de aves”. Así, el evento fue en un sector donde hay menos agua y está más eutrofizada. Las aves afectadas suelen consumir más algas, por lo que están más expuestas a ciertas enfermedades. .

Principalmente se registró alta mortandad de pato jergón grande, pero también se vieron afectadas en menor escala especies como patos reales y taguas. El 25 de enero se contaron 30 aves muertas, pero el número puede ir en aumento. Además, se registraron varias decenas de aves con parálisis.



“Esas especies vemos más susceptibles a morir y pensamos que debe a la proliferación de Clostridium botulinum, que produce neurotoxinas que quedan en el agua, que las aves ingieren y que les puede generar parálisis, incapacidad para volar y cuello laxo. Eso a la larga genera que no se puedan alimentar ni mover, por lo que mueren ahogadas o de paro cardiaco (…). Pensamos que es esto porque en periodos anteriores también hubo brotes de botulismo en el lugar”, explica Ximena.


Por ahora se está a la espera de el SAG y la Seremi tomen muestras para confirmar la causa de muerte de las aves, o si otra enfermedad los está afectando. Mientras tanto, se recomienda no tocar a las aves ni moverlas hasta no tener clara las causas de su muerte, ya que las toxinas podrían afectar al humano.

De todas formas, todavía existe presencia y riquezas de aves en la laguna, que son parte del “renacimiento” de la laguna de Aculeo que se habla desde hace algunos meses. Hay especies que podrían haber migrado del lugar al terminar su proceso de anidación.

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