Año 2005 y Jeroen Beuckels, chef, agricultor y guía turístico de origen Belga, tomaba una decisión que iba a cambiar su vida a sus 27 años. Tras haber viajado por el sur de Europa y Australia trabajando como voluntario en granjas orgánicas, decidió aterrizar en Chile para cumplir el sueño que tenía desde que era un niño: dedicarse al cuidado de la naturaleza y la conservación.

Fue así como llegó a la Isla Grande de Chiloé y, en particular, a un paño de 7,5 hectáreas de tierras de cultivo a poco más de 30 kilómetros al suroeste de Ancud, en la cuenca del RÍo Chepu. Fue amor a primera vista, cuenta Jeroen. Este era el lugar que le permitiría constuir su propia granja orgánica y conectar sus dos pasiones: la comida y el amor por la naturaleza. Junto a su esposa Grecia Maldonado, artesana y chilota de nacimiento, comenzaron a darle forma este proyecto. Dos años después, adquirieron un segundo terreno y así, de forma progresiva, lograron sumar las 70 hectáreas que dan forma a Alihuen, que significa “árbol grande” en mapudungún.

Hoy, a sus 45 años, padre de dos hijos y reconocido defensor de la naturaleza de la zona, recuerda los inicios de este proyecto familiar. “El bosque ha sido siempre gran parte de mi vida”, dice Jeroen sin titubear. Cuenta que, incluso antes de pensar en tener una casa para vivir en Alihuen, comenzaron a plantar árboles para transformar en bosques nativos lo que en ese minuto eran praderas. En julio de 2007 hicieron su primera plantación de 3.200 árboles nativos y, a la fecha, han plantado más de 40 mil ejemplares con el objetivo de trabajar en la regeneración natural. “No es plantar un bosque, es plantar un ecosistema completo”, dice Jeroen.

Un paso más allá

Interesado por la conservación efectiva de la naturaleza, hace cuatro años Jeroen conoció en Ancud a parte del equipo de Fundación Tierra Austral, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación del patrimonio natural de Chile, que en ese entonces estaba presentando el Derecho Real de Conservación. El DRC es una herramienta legal -vigente desde 2016- que formaliza la protección de la naturaleza en tierras privadas, y permite resguardar el valor ecológico y cultural de los territorios a largo plazo, restringiendo aquellos usos de la tierra que atenten contra la conservación, y permitiendo aquellos compatibles con la protección de la naturaleza.

Jeroen y Victoria tras firma con Fundación Tierra Austral
Jeroen y Victoria tras firma con Fundación Tierra Austral

“Fue una herramienta que le hizo sentido desde el inicio, y hemos venido trabajando desde entonces para conservar este territorio a perpetuidad”, cuenta Victoria Alonso, Directora Ejecutiva de Fundación Tierra Austral. “La dedicación y el compromiso de Jeroen y su familia con este proyecto es algo extraordinario”, complementa Alonso. El pasado lunes 17 de abril, ese anhelo se concretó y Jeroen firmó junto a la ONG un acuerdo de Derecho Real de Conservación que protegerá para siempre las más de 70 hectáreas que dan vida a Alihuen, transformándose en el primer proyecto de este tipo en la comuna de Ancud.

Para Jeroen y su esposa Grecia es fundamental poder dejar un legado a sus hijos que los han acompañado diaramente en este proyecto, con el objetivo de que, en un futuro, ellos puedan continuar lo que sus padres comenzaron hace 18 años atrás. “No tiene sentido hacer conservación a corto plazo, los tiempos de la naturaleza son distintos y siempre se debe pensar a largo plazo” comenta Jeroen, quien explica que le interesó la forma en la que la Fundación Tierra Austral concibe la protección de las tierras y el apoyo técnico que pueden entregarles en el proceso de toma de decisiones.  

Terreno de reforestación Chiloé
Terreno de reforestación Chiloé

El área conservada son en total 8 predios de alto valor ecológico debido a la diversidad de hábitats  y especies, grandes extensiones de bosques remanentes y una importante presencia de turberas y humedales de aguadulce y marinos. Uno de los principales objetivos de Alihuen, es conectar los parches aislados de bosque nativo con el Parque Nacional Chiloé, inserto dentro de la Ecorregión del Bosque Valdiviano Templado, una de las cinco formas de pluviselva templada más importantes del mundo y la única en toda Sudamérica.

La idea de esta conexión, explican desde Alihuen, es poder extender el hábitat de especies nativas en peligro de extinción, como el zorro de Darwin, crear un área de reproducción y descanso para el pudú y establecer una zona de descanso para las aves que requieren de bosques densos para emprender su viaje, como el chucao y el hued-hued, por ejemplo.

Así, firmar un acuerdo de Derecho Real de Conservación en este lugar resultaba clave para la preservación de estos ecosistemas, ya que hay datos que preocupan: debido al nivel de amenaza e intervención de esta zona, ha habido un importante despeje de vegetación para la crianza de ganado. Sumado a esto, los incendios forestales, la escases hídrica y la amenaza del desarrollo inmobiliario a los humedales costeros -por la contaminación causada  por los desagües de aguas servidas- alarman. “A través del establecimiento de este acuerdo de Derecho Real de Conservación, podemos ayudarlos a enfrentar y mitigar esas amenazas, acompañarlos y apoyarlos constantemente en el proceso. Donde antes había uno, ahora somos dos y eso da fuerza”, señala Victoria Alonso, Directora Ejecutiva de la Fundación Tierra Austral.

Creando puentes para todas y todos

Senderos que permiten mejor accesibilidad para realizar el proyecto de reforestación en Chiloé
Senderos que permiten mejor accesibilidad para realizar el proyecto de reforestación en Chiloé

Alihuen es un proyecto de conservación con un sello especial, relacionado al turismo sostenible e inclusivo y la educación.  Cada año reciben cerca de 20 voluntarios, mayormente extranjeros, quienes ayudan a Jeroen y su familia con las inagotables actividades de mantención, cuidado y trabajo que requiere este lugar y un innovador sendero accesible de 200 metros, especialmente para personas con sillas de ruedas. “Me parece que es simplemente justo abrir este lugar para todas las personas. Que todos y todas puedan acceder a la naturaleza y conocer los distintos aspectos de Chiloé, generando puentes entre quienes buscan turismo aventura y las personas con discapacidad”, cuenta Jeroen.

Mirando hacia delante, les gustaría que más personas conozcan Alihuen, por eso hoy buscan darse a conocer y potenciar infraestructura que sea habilitante para el desarrollo de actividades turísticas y educación ambiental.

Para Jeroen y su familia, el haber avanzado en esta alianza con Fundación Tierra Austral es fundamental. Saben que una adecuada conservación del lugar ayudará a la protección de estos bosques que han restaurado y visto crecer. Desde Tierra Austral, en tanto, destacan el potencial de restauración ecológica y su contribución a la conectividad de bosques nativos en una zona que se encuentra altamente fragmentada, específicamente entre el Parque Nacional Chiloé y las áreas protegidas privadas cercanas a la ciudad de Ancud. “Este proyecto tiene un carácter demostrativo importante, reconociendo las capacidades de conservación local. Más allá de su tamaño, es una suerte de motor que puede promover la conservación en estos territorios”, complementa Victoria Alonso

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