Finalmente llegó el día. Luego de que Tompkins Conservation donara más de 407.000 hectáreas al Estado de Chile para contribuir con la creación de 5 nuevos parques nacionales y la expansión de otros 3, la fundación hará la entrega oficial de los parques Pumalín Douglas Tompkins (Región de Los Lagos) y Patagonia (Sector Valle Chacabuco, Región de Aysén) a CONAF el próximo 30 de abril.

Producto de este traspaso, y con el fin de lograr una óptima transición en este proceso, los camping, restaurantes, centros de información, lodge y cabañas de los parques Pumalín y Patagonia (Sector Valle Chacabuco) estarán cerrados entre el 1 y el 30 de abril de 2019. Los senderos, en tanto, permanecerán abiertos para ser visitados por el día.

©Tompkins Conservation
©Tompkins Conservation

José Manuel Rebolledo, director ejecutivo de Conaf, expresó que “la implementación de esta red de parques ha presentado un enorme desafío para la Corporación, que hasta ahora ha estado facilitada por la muy buena coordinación que se ha tenido con la Fundación Tompkins por cerca de un año. Este cierre, pese a las incomodidades que puede significar para parte de los visitantes, resulta fundamental para que el proceso de transición y entrega de esta donación, se efectúe de una forma ordenada y según lo planificado”.

En Ladera Sur tuvimos la oportunidad de entrevistar a Dagoberto Guzmán, administrador general del Parque Patagonia, quien llegó a trabajar en Tompkins Conservation el año 1996 cuando desarrolló su proyecto de título en el Parque Pumalín. «Trabajé en el informe técnico del parque, documento que más tarde se presentó al Gobierno para la creación de la Fundación Pumalín», cuenta Dagoberto quien poco tiempo después pasó a hacerse cargo de la administración del Parque Pumalín.

Dagoberto Guzmán ©Tompkins Conservation
Dagoberto Guzmán ©Tompkins Conservation

Con años de experiencia a su haber administrando el parque, el año 2011 Kris y Douglas Tompkins le pidieron que se hiciera cargo de otro gran proyecto: el Parque Patagonia, lugar donde se ha desempeñado como administrador general y que este 30 de abril también deberá dejar con el traspaso de las tierras. «Lo que buscábamos desde un principio era armar una estructura de trabajo para terminar con el proceso de construcción del parque, todo lo que es acceso público, senderos, camping, áreas de pic-nic, paisajismo, entre otros. Ahora terminamos todo ese proceso, y estamos preparándonos para entregárselo al Estado», dice Dagoberto. 

¿Cómo es para ti entregar este proyecto a una nueva administración? ¿Cuáles son tus expectativas?

Esto es un poco como un hijo. Uno los tiene un tiempo a cargo, pero son de la vida. Y uno por su puesto quiere que sean personas plenas, que tengan una familia o que sean felices, pero está en las manos de ellos conseguirlo, por supuesto con las herramientas que tú les entregues. Es un poco lo mismo con el parque. Nosotros pusimos todo nuestro esfuerzo, dedicación y años de trabajo en crear un parque sólido: con buena infraestructura, una línea arquitectónica, paisajismo. Algo muy bien hecho. Y por supuesto que tenemos altas expectativas en que la gestión de la Conaf en la administración de esto sea la mejor, para que así perdure en el tiempo. Sabemos que habrá contratiempos y problemas, pero no me cabe duda que sabrán cómo enfrentarlo y solucionarlo. Y nosotros siempre estaremos ahí si es necesario dar una mano. Es una extraña sensación, hay pena en dejar todo esto donde hemos estado tanto tiempo, donde nacieron mis hijos y creció mi familia, pero desde el día cero sabíamos que este momento iba a llegar. No es una sorpresa para ninguno.

¿Tienes algún reparo o miedo a la hora de efectuarse este traspaso como tendrías miedo a la hora de entregar tus hijos al mundo?

La gente que conforma la Conaf es gente con muchas capacidades, en los parques ellos hacen un trabajo increíble con el nivel de recursos que tienen. Es más preocupante el hecho de que hoy el presupuesto que administra la Conaf para el área de parques, no cubra realmente todas las necesidades que tiene el manejo de áreas silvestres protegidas. Chile invierte poco por hectárea de área silvestre protegida, no está al nivel de nuestros vecinos como Argentina, Ecuador o países como Costa Rica. Hay cosas que mejorar, pero hay buenas personas en la Corporación. Sin duda habrán cambios, es como vender un auto, quien lo compre tú esperas que lo cuide bien, pero lo va a mantener de manera distinta, es así y es un cambio.

©Tompkins Conservation
©Tompkins Conservation

¿Cómo ha sido tu experiencia todos estos años en el trabajo de administración dentro de los parques?

El trabajo más grande que hicimos fue que aquí desarrollamos infraestructura de acceso público, porque hubiera sido mucho más fácil comprar una gran extensión de tierra, transformarla en parque en un trámite administrativo en papel y dejarlo ahí para la posteridad, para que alguien desarrollara en algún momento un proyecto de infraestructura y de manejo de vida silvestre. Pero no, lo que hicimos fue ir mucho más allá.Hoy estamos donando al Estado una red de parques que están construidos y consolidados, con una red de senderos que alcanzan los 200 km construidos, con caminos interiores que superan los 90 km de infraestructura, con gran cantidad de metros cuadrados construidos, con áreas de camping, con un nivel de clase mundial. Eso es ir bastante más allá. Y la experiencia ha sido interesante. Mirando para atrás, cuando nos conocimos con Douglas en el año 96’, que él tuviera la confianza en nosotros depositando la visión de lo que quería hacer y darnos esa responsabilidad, siendo que habíamos hace poco egresado de la universidad y no teníamos un gran currículum en administración. Él vio algo en nosotros y creyó en que lo podíamos hacer, entonces nos dio la responsabilidad y para mí ha sido una experiencia de vida, sentimos el proyecto tan nuestro como lo siente Kris o lo sintió Doug.

¿Cómo era tu relación con Douglas Tompkins?

Siempre fue mi jefe directo. Siempre hubo un sello de relación bastante horizontal. Era una relación bastante cercana, trabajamos muy estrechamente en los objetivos del trabajo y en qué queríamos hacer. Es un trabajo que siempre describo como uno con muy extensas libertades y un gran rango de responsabilidad con eso.

¿Cómo crees que queda plasmado el legado de Tompkins en esta red de parques?

Él, sin duda, sentó un precedente en la creación de áreas silvestres protegidas a manos de un privado, en lo que es la filantropía. La inversión de fondos privados para el beneficio público es algo que todavía es nuevo en este lado del mundo. Él sentía responsabilidad de ‘pagar el arriendo’ por haber vivido en este planeta, y así lo plasmó en estos parques que creó y generó mucha controversia por lo mismo. Porque es extraño que una persona quiera invertir su dinero y su trabajo en beneficio de los demás sin una retribución económica a cambio. Pero el retorno aquí es ambiental y social. Esa es la razón de por qué tiene que pasar su administración al Estado, porque no es sostenible que un parque de esta envergadura quede en manos de privados, esa labor es del Estado. Douglas sentó las bases de la filantropía en Chile, en específico en conservación. Hacer esto a este nivel de intervención y desarrollo de infraestructura pública para donarlo luego al Estado, es único, una donación única en el mundo. Es la mayor donación de propiedad privada a un Estado.

PN Patagonia ©Nadine Lehner
PN Patagonia ©Nadine Lehner

Gracias a la donación realizada por Tompkins Conservation, más los aportes del Estado, hoy Pumalín Douglas Tompkins protege 402.392 hectáreas, mientras que el nuevo Parque Nacional Patagonia conserva 304.527 hectáreas.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...