A sólo 3 kilómetros de Villa Cerro Castillo, en la ribera sur del Río Ibáñez, se encuentra emplazada la Escuela Antigua de Cerro Castillo. A simple vista quizás pareciera una sencilla edificación rectangular, de dos pisos y con muros de albañilería de ladrillo; pero no lo es, pues su historia, el nuevo museo y lo que lo rodea lo convierten en un lugar de gran interés.

Esta escuela fue construida en 1955 por sus pobladores y representa un ejemplo de la colonización espontánea del área y de la determinación de los lugareños de enfrentar las realidades de aislamiento. No obstante, existe otra peculiaridad que la hace especial pues se encuentra en un área estratégica de 3,8 hectáreas rodeada de diversos sitios arqueológicos.

©Cortesía de Chalet Cerro Castillo
©Cortesía de Chalet Cerro Castillo

A sólo 200 metros de esta escuela se encuentran los vestigios que hace más de 3.000 años dejaron culturas anteriores a los tehuelches. Se trata del Paredón de Manos, un sitio arqueológico de pinturas rupestres que consta de una extensión de cerca 35 metros en una muralla de roca, donde se pueden ver las impresiones de manos que dejaron plasmadas estas culturas indígenas. Hoy es uno de los lugares más visitados de la Región de Aysén, y forma parte de un circuito arqueológico de más de 10 paredones visitables repartidos por el área de Cerro Castillo.

Hechas a base de tierras de color y de diferentes tipos de óxidos de basalto, estos vestigios han perdurado a través del tiempo gracias a las condiciones en las que se encuentran: les llega poca luz y agua. Se pueden llegar a observar alrededor de 120 motivos de manos visibles, tanto de adultos como de niños, lo que –de acuerdo al arqueólogo Francisco Mena– demuestra que pudo haber tenido relación con ceremonias o eventos comunitarios.

©Cortesía de Chalet Cerro Castillo
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Según especifica el arqueólogo del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, existen diversas teorías respecto a su razón de ser. “Se plantean varias alternativas, porque la verdad es que no se sabe. Lo que yo creo es que todo esto tiene que ver con sitios de poder donde estaban representados los ancestros –que son un poco espíritus en casi todas las religiones–, o sea, los ancestros pasan a ser una especie de mediador entre el mundo cotidiano y el mundo espiritual”, comenta Mena quien además agrega que podría simbolizar una especie de marca de presencia, al estilo “Yo estuve aquí”.

Los pobladores de la localidad conocían estas pinturas desde hace muchos años, pero poco se sabía de ellas en ese entonces. Niños de la Escuela Antigua visitaban de vez en cuando los vestigios en 1960, pero no fue hasta 10 años después que, por primera vez, se haizo una publicación académica al respecto por el arqueólogo Felipe Bate.

“El Paredón de Manos lo conocí por mi amigo Luis Felipe Bate que me enseñó el lugar. Felipe los identificaba con RI, que significaba Río Ibáñez y después un número. El paredón de Manos es el RI 1, por lo tanto fue el primer sitio arqueológico que se encontró en el lugar. En ese entonces yo tenía nueve años”, recuerda Nibaldo Calderon, un guía local de la comunidad que desde pequeño fue instruido por Bate y, hasta la fecha, sigue investigando y tratando de aprender todo sobre el arte rupestre.

©Cortesía de Chalet Cerro Castillo
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En la actualidad, el valle del Río Ibáñez es uno de los sitios más importantes de la Patagonia Central por su riqueza arqueológica, en donde se han registrado aproximadamente más de 80 rastros arqueológicos. De estos sólo algunos están abiertos al público.

Recientemente en Paredón de Manos, se inauguró una nueva infraestructura para sus visitantes, con la cual se buscó mejorar el trayecto hacia el sitio arqueológico. De ahora en adelante el sitio incluye señaléticas, un nuevo portal de acceso para el cobro de entradas, dos miradores, un museo y 8 paneles interpretativos que hablan del contexto natural e histórico universal del lugar.

©Cortesía de Chalet Cerro Castillo
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1 Comentario

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  1. Florencia Amigo

    Lo conocí en noviembre año pasado , una maravilla, sugerencia más propaganda en tours

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