Tras dos años de trabajo consultivo e incluyente en el que participaron comunidades locales y étnicas, representantes de los diferentes sectores productivos del país, jóvenes, mujeres líderes y la comunidad científica, se logró definir la nueva Estrategia Nacional para la Conservación de las Aves (ENCA) 2030, la cual fue liderada por la National Audubon Society, el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, la Red Nacional de Observadores de Aves y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Cerca de 2.000 personas asistieron, virtual y presencialmente, a más de 30 talleres comunitarios con el objetivo que la ENCA 2030 integrara las distintas visiones, desde lo regional y nacional, priorizando la relación entre las personas y las aves. De esta manera, hoy se hace realidad la ENCA 2030, gracias a las voces, experiencia y conocimiento recibidos de todas las regiones del país. Una estrategia de todos y para todos. 

Este nuevo documento es una actualización de la ENCA construida en el año 2000. La actualización resulta estratégica ya que, después de 20 años, se evaluaron los logros obtenidos, los aciertos y desafíos y se plantearon metas renovadas para los próximos 20 años, ajustadas a la nueva realidad nacional. El gran logro de la ENCA 2030 fue articular una propuesta que fortalece las oportunidades de conservación para las aves y sus hábitats.

“Ser el país número uno en aves del mundo nos otorga una gran responsabilidad en la protección de esta inmensa riqueza; por eso, esta Estrategia Nacional para la Conservación de las Aves nos permite trazar la ruta para potenciar el desarrollo local de la mano de las comunidades, a través del aviturismo. Además, esta iniciativa se une con nuestros propósitos de Gobierno para contener la deforestación y promover la restauración de diferentes ecosistemas en el país, especialmente en la Amazonía”, asegura Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Además, la ENCA 2030 busca que las aves trasciendan el enfoque ambiental y faciliten el caminar de Colombia hacia una economía más sostenible. Igualmente, a diferencia de la estrategia del año 2000, la actual cuenta con indicadores claros para que sea posible hacerle seguimiento al progreso de cada una de las líneas de acción definidas. 

¿Por qué una estrategia para proteger la avifauna?

Colombia cuenta con 1966 especies de aves; de las cuales, al menos 84, son endémicas o propias del territorio nacional, según estimaciones recientes (Echeverry-Galvis et al., 2022) y, entre ellas, 131 especies están amenazadas (Renjifo et al., 2020). Teniendo en cuenta este potencial y el valor que presentan las aves en la preservación de la biodiversidad y la salud de los ecosistemas, Colombia tiene una enorme responsabilidad en la conservación de estas. 

Por ello, la ENCA 2030 se concentra en 11 objetos de conservación que están enfocados en la diversidad de la avifauna residente y migratoria, la diversidad de avifauna asociada a los distintos hábitats, incluyendo ambientes naturales y antropogénicos; además de tener en cuenta los sistemas culturales asociados a la apreciación de las aves y el aviturismo. 

El documento también analiza las amenazas actuales, mostrando que las más críticas son aquellas relacionadas con la pérdida y degradación del hábitat (avance de la frontera agrícola y ganadera, cultivos de uso ilícito), el desarrollo urbano comercial y residencial, la infraestructura, el transporte y la caza excesiva; entre otros. Dado que es una estrategia de escala nacional, el alcance geográfico no se limita al territorio continental terrestre, sino que también incluye los cuerpos de agua -elementos esenciales para la avifauna-, el territorio insular, las costas y las aguas marinas.

Créditos: Pedro Camargo.

“Las aves son un gran elemento de la biodiversidad para el país, un indicador de la salud de los ecosistemas, herramientas y materia prima de primer nivel para el desarrollo del turismo de naturaleza; por tanto, debemos seguir formulando estrategias de conservación que sean implementadas por los gobiernos locales y que le permitan a Colombia mantener su estatus como “país de las aves”; concluye Hernando García, director general del Instituto Humboldt. 

La riqueza de la avifauna nacional trasciende las fronteras. Al menos 101 especies migratorias boreales y 24 australes llegan a Colombia en su ciclo anual, haciendo del país un punto geográfico fundamental en las rutas migratorias de las Américas. “Desde una perspectiva hemisférica, la ENCA 2030 es de gran importancia para las aves migratorias, especies que desconocen fronteras, conectan al hemisferio y sirven de indicadores frente a desafíos comunes como el impacto del cambio climático, la protección de ecosistemas y de áreas sustanciales para la biodiversidad y la vida”, afirmó Aurelio Ramos, vicepresidente de proyectos internacionales de Audubon.

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