Dos crías vivas, de aproximadamente dos semanas de vida, fueron encontradas en un nido construido por un picaflor de Arica (Eulidia yarrelli), en la micro reserva de Chaca, en la Región de Arica y Parinacota. Se trata de un hallazgo realizado por un equipo de la Iniciativa de Conservación de Especies Amenazadas del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), en un recorrido en terreno.

“En plena primavera tenemos la excelente noticia del nacimiento de la segunda nidada en la Micro reserva del Picaflor de Arica en el Valle de Chaca, donde dos hermosas crías nos permiten creer en la conservación y recuperación del ave más amenazada de Chile”, dijo la Ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.

©Cortesía Iniciativa de Conservación de Especies Amenazadas
©Cortesía Iniciativa de Conservación de Especies Amenazadas

Se trataría del primer nacimiento registrado este año detectándose el nido sobre un olivo en una zona identificada para ello, -información determinada por la ONG Aves Chile- y que, gracias al trabajo colaborativo realizado para la conservación de la especie, con mejoras en protección, identificación y un sistema  riego que permiten que los olivos del sector se mantengan vivos y se generen flores en las tazas de los mismos, ha permitido que la especie se pueda reproducir  esta temporada de primavera.

“Esto demuestra que el accionar en conjunto da resultados. No es el único camino, pero estamos avanzando, lo que sumado a la educación ambiental, la conservación del territorio y las políticas públicas aportamos a la conservación de esta especie y toda la biodiversidad”, indicó la coordinadora para Arica y Parinacota de la Iniciativa Conservación de Especies Amenazadas MMA/FAO/GEF, Paula Arévalo.

El hecho se registró específicamente en Chaca, uno de los cinco polígonos de la red de micro reservas para la conservación de esta ave, cuyo estado de conservación es, desde el 2017, en peligro crítico de extinción, contabilizando hasta ahora alrededor de 493 ejemplares.

“Estos son los últimos territorios fiscales de mucha importancia para el picaflor de Arica y ha sido una recomendación muy anhelada hecha al Ministerio del Medio Ambiente el preservarlos”, señaló Paula Arévalo.

Picaflor de Arica ©Pablo Caceres Contreras
Picaflor de Arica (referencial) ©Pablo Caceres Contreras

A su vez, Cristopher Schulbe, profesional de la Seremi MMA de Arica y Parinacota, institución que administra las micro reservas, señaló en esta temporada habrían dos nidos de Picaflor de Arica en el Valle de Chaca, uno en el Monumento Natural, administrado por Conaf; y el otro en la micro reserva de Chaca, administrado por la Seremi del Medio Ambiente de Arica. “Esta ave tiene sincronizado su ciclo reproductivo con la floración del chañar, que es entre septiembre y noviembre. El cuidado parental lo lleva la hembra, quien construye el nido y coloca entre uno o dos huevos. Hay solo una postura al año y es en primavera, el resto del año el nido está vacío y no hay seguridad si lo vuelven a usar”, indicó el profesional.

El profesional agregó que el nido está construido sobre un olivo, principalmente porque tiene las ramas colgantes y “a esta especie le gusta colocar su nido en ramas que van cayendo hacia abajo”. Sin embargo, existe preocupación por la reconversión en los valles, ya que los predios olivícolas están en baja, así como los problemas causados por los pesticidas y las grandes extensiones de invernaderos que cortan el paisaje, es decir zona deforestada, lo que “perjudicaría directamente la conservación del picaflor de Arica”.

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