Con cabezas de hasta ocho metros de altura, estas imponentes figuras son el elemento más icónico de la Isla de Pascua. Los más de 900 moais que hay en este lugar datan del año 1.100 aC, pero sólo fueron descubiertos por el explorador holandés Jakob Rogoween en 1722. Estas estatuas de piedra están al interior del Parque Nacional Rapa Nui, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995.

Los moais fueron tallados para honrar a los ancestros importantes y así entregarle protección al pueblo Rapa Nui. Existen muchos mitos acerca de cómo fueron trasladados, considerando que el más grande de ellos pesa 85 toneladas, pero la verdad continúa siendo un misterio. Los más conocidos son los 15 moais que se ubican en la base llamada Ahu Tongariki, cercano al Volcán Rano Raraku.

©Frank Kehren
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Un informe de la UNESCO reveló que la erosión en la isla podría dañar seriamente a estos símbolos de la cultura Rapa Nui. Un cambio en la potencia de las olas afectaría los Ahu, las estructuras de piedra que sostienen a estas estatuas. “Los moais ya están en proceso de deterioro de forma ambiental por estar al aire libre, pero el alza del nivel del mar puede acelerar el daño. Se deben tomar medidas de protección estructurales, para impedir que la rompiente de la ola llegue directamente”, explica a Ladera Sur Kay Bergamini, geógrafo de la Universidad Católica.

Ya hace aproximadamente una década, en la isla vivieron un caso en el que el oleaje produjo un derrumbe de un sitio patrimonial en la zona sur de la isla conocida como Kari Kari. “Se derrumbó porque el oleaje que comenzó a pegar en el sector, que era un oleaje constante donde antes no sucedía… conllevó a desmoronar una pared de tierra y esa pared de tierra, por el volumen y por el peso, hizo caer un sitio arqueológico con Moai en ella, que hoy no está», cuenta Pedro Edmunds, alcalde de Isla de Pascua.

©Marco Milon
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Además, el calentamiento global está cambiando el clima del lugar. “Lo que se ha visto hasta ahora como tendencia es que hay mayor concentración de lluvia en periodos más cortos de tiempo. Lo que antes llovía en 30 días ahora puede caer en 10 días”, comenta Bergamini. Estos cambios son especialmente preocupantes en un lugar que vive del turismo: sólo en 2017 la isla atrajo más de 100.000 turistas, lo que significó un ingreso de 70 millones de dólares.

¿Que se está haciendo en la isla para detener los avances del cambio climático?

Desde el punto de vista ambiental, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) tiene un programa de reforestación de suelos y conservación de moais en varios sectores de la isla. “Actualmente la CONAF con la Comunidad Indígena Mau Henua, los nuevos administradores del sitio de patrimonio, se encuentran en proceso de evaluación de las acciones de conservación que se emprendieron desde 2013 a 2017. Se ha formado un equipo técnico para definir las futuras acciones en esta línea”, comenta Jimena Ramírez, secretaria técnica de patrimonio del Consejo de Monumentos Nacionales.

©Frank Kehren
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A nivel académico, existen muchas universidades extranjeras que han realizado estudios en la Isla de Pascua. “Vienen permanentemente distintos centros de estudio a estudiar los moais. Ahí hay una crítica de los Rapa Nui que yo también comparto: los resultados de las investigaciones que se hacen acá deberían quedar en Chile o en la isla al menos”, explica Kay Bergamini.

Mientras se decide el camino a seguir, los turistas que visiten la isla también pueden aportar. Para ayudar a que este patrimonio se mantenga en óptimo estado es importante que los visitantes del parque eviten caminar en senderos no habilitados, tocar patrimonios arqueológicos y dejar comida en el parque.

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