Los desafíos para conservar el bosque nativo en Papudo
Entre la alta biodiversidad de los cerros y quebradas de la comuna de Papudo, destaca el bosque nativo de la zona, en el que habitan especies consideradas «relictas» o vestigios del pasado. Sin embargo, éste ha sido fragmentado y amenazado a causa de diferentes factores a lo largo de los años, lo que hace cada vez más urgente una mayor protección de sus especies. Hoy, desde los equipos del movimiento comunitario «Papudo Nativo» e «Intemperie Papudo Silvestre», quienes enfocan su trabajo en la conservación del bosque nativo de Papudo, nos explican su valor ecosistémico, sus principales amenazas y los desafíos de su conservación. Aquí te compartimos más detalles.
La comuna de Papudo se inserta en un medio natural que se caracteriza por su particular morfología, marcada por la bahía y el cordón montañoso costero que la rodea, constituyéndose en un verdadero anfiteatro natural. Sus cerros y quebradas, en los que predomina el bosque esclerófilo, forman parte de la ciudad y aportan servicios ecosistémicos fundamentales para la comunidad.
Entre sus quebradas, las más representativas y de mayor tamaño e importancia medioambiental son la Quebrada del Francés, del Maqui y del Tigre. Esta última es denominada con este nombre por estar asociada al Tique u Olivillo (Aextoxicon punctatum), una especie propia del bosque valdiviano. Es por esta razón que los individuos que se encuentran distribuidos en Papudo, en los bosques de Zapallar, en el Cerro Santa Inés y en el Parque Nacional Fray Jorge son presumiblemente “relictos”, es decir, vestigios del bosque que se desarrolló en el pasado de manera más amplia en la zona central de Chile.
Estas quebradas representan un invaluable patrimonio natural, dado su alto nivel de biodiversidad: poseen gran abundancia de especies nativas y endémicas, tanto de flora como de fauna. En flora, destaca el Belloto del Norte (Beilschmiedia miersii), especie declarada Monumento Natural; el Naranjillo (Citronella mucronata); el Canelo (Drimys winteri); el Peumo (Cryptocarya alba); la Pasionaria (Passiflora pinnastistipula); y el Cóguil (Lardizabala biternata), entre muchas otras.
En fauna, destacan los mamíferos, encontrándose el zorro chilla (Lycapopex griseus), el zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), el quique (Galictis cuja) y el cururo (Spalacopus cyanus). En aves encontramos al peuquito (Accipiter chilensis), el churrín del norte (Scytalopus fuscus), el rayadito (Aphrastura spinicauda), el concón (Strix rufipes), entre muchas otras.
Como algunos saben, el bosque que se desarrolla en la costa central de Chile forma parte del ecosistema mediterráneo costero, el que se ha visto fuertemente fragmentado y amenazado debido a diversos factores a lo largo de los años. Además, la situación actual es especialmente delicada, dada la severa sequía que afecta a la provincia de Petorca y a gran parte de la zona centro y sur del país.
A pesar de la escasez de agua, el bosque esclerófilo costero ha sido resiliente en gran medida gracias a la neblina característica de esta zona, lo que ha permitido la supervivencia de una gran masa boscosa y de árboles centenarios. Sorprende además que en la Quebrada del Tigre de Papudo y gracias a características morfológicas y de orientación muy específicas, se puede apreciar que especies que se han visto muy afectadas en otros sectores, como bellotos, arrayanes, olivillos y petras se mantienen en muy buenas condiciones en esta área, donde incluso ha subsistido un valiosísimo bosque de Canelos.
Lamentablemente, la protección de este ecosistema bajo el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) está muy subrepresentado constituyendo sólo el 1,4%, lo que está muy por debajo de las metas internacionales. Dado lo anterior, se hace urgente incrementar las zonas de protección, a través de un esfuerzo público/privado. Esto pasa por la elaboración de planes reguladores intercomunales y comunales que reconozcan la importancia de las áreas verdes y de su protección. Así también, deberíamos inclinarnos a que se desarrollen proyectos comerciales e inmobiliarios respetuosos y amables con el medio ambiente y que incorporen la conservación de áreas naturales como parte integrante de un desarrollo armónico y que asigna valor a los proyectos.
A partir de lo anterior, vemos con preocupación que en Papudo aún no parece haber plena conciencia de la importancia de la protección de estas áreas. De hecho, donde termina la Quebrada del Tigre, específicamente en un área especialmente sensible para la comunidad por la cercanía al poblado y por tratarse de un parque criollo urbano, creado gracias a la entrega de nueve hectáreas de terreno a través de una concesión de uso gratuito por la Seremi de Bienes Nacionales al Municipio de Papudo; se han depositado más de 50.000 metros cúbicos de tierra y escombros que vienen de proyectos inmobiliarios desarrollados en el borde costero de Papudo.
Esto ha dañando la flora que ahí se desarrolla, ya que varias especies de árboles nativos protegidos han sido cubiertos por más de 10 metros de tierra entre los cuales destaca un añoso Belloto del Norte.
Los hechos anteriormente expuestos han causado revuelo en la comunidad de Papudo y han fomentado una discusión mucho más amplia respecto de los valores naturales y patrimoniales de este antiguo balneario y de su protección hacia el futuro. En ese sentido, Papudo se encuentra en un momento crucial, ya que está en proceso de aprobación un nuevo Plan Regulador Comunal (PRC).
En general, hay un amplio consenso respecto a la necesidad de reemplazar el PRC vigente, ya que está obsoleto y no es un instrumento útil para los nuevos desafíos de planificación territorial. Sin embargo, parte de la comunidad está preocupada por la abrupta ampliación de la zona urbana hacia el sector sur poniente, lo que, además de todos los problemas que puede acarrear el crecimiento repentino de la población residente y flotante, podría afectar gravemente la biodiversidad del ecosistema que se desarrolla en las zonas de lomajes y quebradas.
Sumado a lo anterior, hay otro elemento que inquieta a la comunidad; se trata de la construcción de un Bypass que se proyecta como variante de la Ruta F-30-E, en el que está trabajando la Dirección de Vialidad del MOP y que pasaría por los cerros del sector sur poniente de Papudo y requeriría de la construcción de grandes terraplenes para atravesar las quebradas, lo que sin duda alguna, sería fragmentaría gravemente el hábitat.
A partir de todos estos acontecimientos, nace la necesidad de que los vecinos y veraneantes habituales de Papudo se informen y participen activamente en este proceso que es determinante para el futuro de la comuna. Así también que conozcan y le den el valor apropiado al tesoro natural antes descrito y a los servicios ecosistémicos que éste provee. Sin lugar a duda, hay áreas de estos bosques que merecen ser conservados bajo algún grado de protección legal, tanto a nivel público (Santuarios de la Naturaleza, Reserva Nacional, Monumento Natural), como privado (Áreas Protegidas Privadas, Áreas Protegidas Comunitarias).
El equipo “Intemperie Papudo Silvestre», trabaja desde hace dos años en una iniciativa de turismo de naturaleza, donde vinculamos la educación medioambiental con el deporte al aire libre, mediante actividades guiadas como el senderismo, trekking y caminatas fotográficas, entre otras. Orientadas principalmente a revelar in situ los diversos paisajes naturales que guarda el bosque esclerófilo y matorral costero de nuestra comuna. Asimismo, la elaboración y difusión de material fotográfico y audiovisual son fieles herramientas que nos han permitido promover el gran valor de este ecosistema.
Así también, hemos visto la necesidad de crear “Papudo Nativo”, un movimiento comunitario que busca difundir el conocimiento y la importancia de proteger la biodiversidad y de informar de hechos relevantes respecto a las diferentes problemáticas socioambientales.