Chile está construido geográficamente por violentos acontecimientos naturales, pertenecemos a un borde maltratado por fallas tectónicas, el constante asedio del mar, una enorme cordillera y cientos de volcanes que cada cierto tiempo nos recuerdan que bajo nuestro hay mucho más que tierra.

Para muchos de nosotros los volcanes no son más que parte de un bonito paisaje, para otros puede ser un cerro más, incluso para quienes viven en las cercanías de un volcán solo saben de su condición por alguna vieja historia de algún familiar mayor.

Calbuco en calma 1893. ©Jerman Wiederhod.
Calbuco en calma 1893. ©Jerman Wiederhod.

Es que muchos de estos monumentos naturales permanecen en un especie de estado de coma durante muchos años, toda una vida, tiempo necesario como para que cada vez que “despierta” y hace erupción, sorprenda a gran parte de la población que vive en su entorno.

Esta condición genera una tranquilidad que inquieta, fuerza acumulada que en cualquier momento podría generar increíbles consecuencias, una bomba natural que es capaz de trasforma su entorno.

Podría ser cualquiera, pero acá hacemos un breve repaso de los tres últimos grandes despertares del volcán Calbuco, de paso, la última gran erupción en Chile.

El Calbuco no es el típico volcán del imaginario, no posee un cono nevado y una pendiente regular, es un volcán “mocho” sin cúspide, esto ocurre a causa de violentas erupciones que fracturaron su cono superior, sus laderas son irregulares y rocosas, además por su ubicación algo alejada del cordón montañoso compromete una serie de poblados y ciudades en torno a su base, con ello también una serie de riesgos que un volcán internado en plena cordillera no causaría.

El Calbuco avisando antes de su gran erupción en 1893, ©Jerman Wiederhod
El Calbuco avisando antes de su gran erupción en 1893, ©Jerman Wiederhod

1893 Luego de un par de meses amenazantes fue en septiembre de ese año en que a plena luz del día el cielo se fue tornando oscuro al punto de que los habitantes de Puerto Montt, Puerto Octay y Puerto Varas tenían que prender lámparas para poder ver, junto a ello toda la vida de los ríos que nacen en el volcán murió por su aumento de temperatura, además de grandes incendios en la zona a causa del material caliente que caía del cielo.

1961 Un año antes Chile era golpeado por el terremoto más fuerte de toda la historia, como consecuencia a ello se cree que el volcán tuvo un nuevo gran despertar, entre las consecuencias visibles de este acontecimiento fue la fractura de lo poco del cono volcánico que le quedaba, además de perjudicar a una serie de poblados y caseríos en zonas de riesgo.

2015 Los efectos en la naturaleza fueron similares, es parte del ciclo natural, la pérdida material y el costo de pobladores fue menor que en casos anteriores, pero queda mucho por mejorar.

Son muchos los antecedentes históricos sobre erupciones, ¿hemos aprendido a vivir con estos mal llamados “desastres naturales”? Al final de cuentas son desastres porque vinculan pérdida material y humana, pero se permite reconstruir en zonas de riesgo y hacemos de esto un círculo vicioso.

Dejemos de no planificar donde asentarnos, estamos rodeados de un entorno vivo, aprendamos de la historia y cambiar este “desastre natural” por un espectáculo de la naturaleza.

Erupción del Calbuco en 1961. ©Kurt Grassau.
Erupción del Calbuco en 1961. ©Kurt Grassau.
©MAV Drone
©MAV Drone

22 de Abril 2015. Vista de la última erupción del volcán desde Puerto Montt. Su última erupción había sido en 1972.

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