Ya son miles las personas que han viajado o preparan un viaje al desierto de Atacama en la zona Norte de Chile, para presenciar el fenómeno del desierto florido que este 2017 destaca como el mayor ocurrido en los últimos 20 años. Y mientras las postales del desierto más árido del mundo cubierto de un manto de flores ya se hacen cada vez más populares, lo cierto es que son pocos los que conocen las especies detrás de este espectáculo natural.

Aquí encontrarán una guía para reconocer las diferentes flores protagonistas en este fenómeno y cuáles son son sus principales características. Pero antes, habrá que tener en cuenta que durante el desierto florido no todas las especies florecen simultáneamente.

El banco de semillas que permanece en estado de latencia durante largos periodos en el desierto de Atacama, comienza a germinar cuando en el ambiente se generan las condiciones ideales de humedad y temperaturas. Sin embargo son las especies de bulbo como los huilli blancos y las añañucas las que primero comienzan a florecer. Luego en la llamada “segunda floración” comienzan a desarrollarse otras especies de semilla como las malvillas, patas de guanaco o la joya del desierto florido: la garra de león.

Además, existen algunas flores que se desarrollan con predominio en las zonas costeras, como la Alstroemeria werdermannii, que crece exclusivamente en la costa desde el norte de Carrizal Bajo en la Región de Atacama, hasta Quebrada Honda en la Región de Coquimbo, y otras con predominio en las zonas al interior, como la reconocida pata de guanaco (Cistanthe cachinalensis).

Aquí encontrarás las 15 principales especies que pueden verse en el desierto florido:

1. Suspiros: Se encuentran dentro de las primeras especies en florecer durante el fenómeno del desierto florido y forman extensas alfombras de color blanco o celeste. Existen 29 especies del género Nolana descritas para la Región de Atacama, siendo la Nolana acuminata N.baccata dos de las más frecuentes. Ambas son endémicas de las regiones de Antofagasta y Coquimbo.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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2. Pata de Guanaco (Cistanthe cachinalensis): Sin duda una de las especies favoritas del desierto florido. Es la flor característica que forma extensas alfombras de color fucsia en el paisaje. Se encuentra entre las regiones de Antofagasta y Coquimbo junto a C. longiscapa, la pata de guanaco de color amarillo.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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3. Borlón de alforja (Polyachyrus poeppigii): La flor, en forma de esfera en realidad está compuesta de diversas flores pequeñas de color rosado con pistilo sobresaliente. Se trata de una especie endémica de Chile que puede encontrarse entre la región de Antofagasta y la región de Valparaíso. Su nombre común alude a los pompones de lana con que tradicionalmente se adornaban las bolsas para cabalgaduras.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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4. Añañuca amarilla (Rhodophiala bagnoldii): Es común ver a esta flor creciendo en el territorio de forma aislada o en pequeños manchones sueltos entremezclada con otras especies. Como la mayoría de las especies bulbosas se encuentra entre las primeras en florecer. Tradicionalmente se la conocía como la flor de los muertos, por lo que están expuestas a la recolección masiva.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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5. Garra de león (Bomarea ovallei): La llamada joya del desierto florido. Florece tardíamente, por lo general a partir de mediados de septiembre y es bastante difícil de encontrar. Esta especie es endémica de la zona del litoral de la región de Atacama donde suele habitar en las quebradas y está considerada como especie En Peligro de Extinción debido a su escasez de individuos, su restringida distribución y las extracciones intensivas para comercializarla.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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6. Oreja de zorro (Aristolochia chilensis): Se trata de otra especie que llama mucho la atención durante el fenómeno del desierto florido y a la que también se conoce como Hierba de la Virgen Maria. Es una especie rastrera cuyas hojas de color verde intenso tienen forma de embudo, lo que les ayuda a capturar el agua de la neblina por la mañana. La flor por su parte, tiene pequeños pelos en su interior que le permiten atrapar insectos. Es endémica de Chile.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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7. Malvilla (Cristaria calderana): En común encontrar en ella larvas de mariposas que se alimentan de sus hojas. Es muy abundante en el desierto florido y una de las responsables de los extensos campos de color lila que cubren varios kilómetros del desierto de Atacama.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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8. Huilli (Leucocoryne appendiculata): Es una de las primeras especies en florecer después de las lluvias, formando manchones en llanos y laderas. Sus bulbos son fuente de alimento para los roedores que habitan en la región de Atacama. La flor desprende un olor parecido al ajo o la cebolla, por lo que también se conoce como cebollín o cebolleta.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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9. Celestina (Zephyra elegans): Se trata de una planta endémica de Chile que crece entre las regiones de Arica Y Parinacota y Coquimbo, formando manchones de color celeste en llanos y fondos de quebradas suaves. Su belleza la vuelve vulnerable a ser recolectada. También se conoce como flor de viuda.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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10. Terciopelos (Argylia radiata): También conocida como la flor de jote. Se trata de una hierba nativa que crece entre las regiones de Arica y Parinacota y Valparaíso. Antiguamente, sus raíces ahuecadas eran utilizadas por los pirquineros para guardar agua fresca y víveres –vaso de colombo–.

11. Tomatillo (Solanum remyanum): Esta especie es un arbusto siempreverde de flores violeta y centro amarillo, que se encuentra de forma frecuente entre las regiones de Antofagasta y Coquimbo. Es endémica de Chile.

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12. Coronilla de fraile (Encelia canescense): Esta especie es nativa y bastante abundante, formando grandes manchones amarillos. Se puede encontrar entre la región de Atacama y la región de Coquimbo durante casi todo el año.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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13. Don Diego de la Noche (Oenothera coquimbensis Gay): Es una planta anual de color amarillo intenso que puede encontrarse en las zonas arenosas del litoral y al interior. Se encuentra en varios sectores formando comunidades casi puras que tiñen el suelo de amarillo y naranjo.

©Amelia Ortúzar para Imagen Chile/Ladera Sur
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14. Lirio de Campo (Alstroemeria phillipi): Es endémica de las regiones de Atacama y Coquimbo y crece en suelos bien drenados en la costa y al interior, donde llega la camanchaca.

15. Azulillo (Pasithea coerulea): Llama la atención por si intenso color azul. Crece entre Antofagasta y La Araucanía, en laderas y planicies y entre arbustos o a pleno sol. Por lo general es más abundante en la costa.

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