Jardines botánicos: mucho más que solo plantas
Reconocidos como exóticos santuarios de plantas, los jardines botánicos suelen ser un destino obligado cada vez que viajamos a algún lugar donde exista uno de ellos. Pero realmente ¿sabemos qué es un jardín botánico y para qué sirve? Nuestra colaboradora Geraldine Mac Kinnon nos invita a conocer más de estos hermosos rincones verdes.
Los jardines botánicos surgieron en Europa de la mano de las colonizaciones de nuevas tierras, de las exploraciones de los continentes recién conquistados, de los largos viajes en barco y del incesante comercio y tráfico de especies vegetales entre el Viejo Continente y el resto del mundo. Por otro lado, el coleccionismo casi compulsivo de ingleses, franceses, alemanes y españoles (podemos recordar la Fiebre de las Orquídeas y de los Helechos que comenzó en la Inglaterra victoriana) colaboró enormemente con la creación de estos santuarios para plantas exóticas.
El famoso invernadero del Jardín Botánico de Kew (Palm House) en Londres, muestra un típico diseño de la Inglaterra victoriana. Este terreno inició su historia como jardín en 1772 y fue fundado como Kew Royal Botanic Gardens en 1840; hoy es considerado como Patrimonio de la Humanidad y alberga la mayor colección de plantas vivas y especímenes de plantas conservadas en el mundo.
Jardines botánicos y su legado
En los jardines botánicos se comenzó a desarrollar la horticultura –el arte, ciencia y tecnología de cultivar todo tipo de especies, incluyendo las ornamentales- logrando así generar los grandes parques que conocemos hoy, donde crecen plantas de todos los climas del mundo en espacios especialmente diseñados y climatizados para ellas.
La botánica como ciencia floreció en el corazón del jardín botánico: el herbario. En estas enormes bibliotecas de plantas se almacenan hasta hoy especímenes recolectados por personajes como Charles Darwin y el famoso Joseph Banks, que viajó con el conocido Capitán Cook. Cientos de miles de especímenes clasificados por Orden, Familia, Género y Especie repletan los estantes de los herbarios históricos del mundo.
Un Jardín Botánico es entonces, un lugar donde se coleccionan, cultivan y mantienen plantas vivas de los diferentes ecosistemas de un país, área, zona climática, etc., que se encuentra al servicio del estudio sistemático de las especies vegetales, sus ecosistemas, y una enorme cantidad de temas.
Además estos albergan especímenes de herbario con el fin de tener el catastro de las especies que existen en un lugar determinado (o el mundo entero en el caso de los más importantes) y así facilitar estudios taxonómicos, genéticos, etc, acerca de las plantas.
El Jardín Botánico Tropical de Fairchild, por ejemplo, es el jardín con una de las mayores colecciones de palmas del mundo y tiene muchos programas educativos abiertos a la comunidad, incluidas clases de ilustración botánica. Un imperdible en Miami.
Así es como los jardines botánicos también cumplen con un rol educativo en el que se abren a su comunidad como un espacio de conexión con la naturaleza, enriqueciendo la vida en las ciudades al dar a conocer e informar sobre la flora de cada país o región.
¿Cuál es la situación de los jardines botánicos en Chile?
Chile todavía está en deuda con sus jardines botánicos. El Jardín Botánico Nacional en Viña del Mar es el que más se acerca a esta definición, pero como es costumbre en nuestro país, no se le han asignado los recursos suficientes. Existen otras iniciativas públicas y privadas, pero no pasan de ser Arboretum (colecciones de árboles) o jardines de tan pequeña escala y con tan poco impacto que no logran el objetivo de ser un puente entre plantas, ciencia y comunidad.