El día 26 de junio a las 1:30 am una de las cámaras instaladas en el marco del proyecto “GEF Corredores Biológicos de Montaña” dentro del Santuario de la Naturaleza Cascada de Las Ánimas, en el Cajón del Maipo, registró un visitante inesperado: un gato andino, en lo que hoy sería su observación más austral en Chile.

Fotografía cámara trampa
Fotografía cámara trampa

Este registro inédito de la presencia de gato andino es sumamente relevante, primero, porque se trata de la localidad más extrema en su distribución latitudinal sur para la especie en Chile, encontrándose a unos 45 kilómetros de las observaciones realizadas durante el 2014 y 2017. Segundo, al encontrarse en una cuenca diferente a la de Farellones –donde ocurrieron los últimos registros–, al lado sur del río Maipo, podría implicar que estemos ante el descubrimiento de una población diferente a la del sector norte de la Región Metropolitana.

De esto surge una pregunta interesante, en relación al grado de conectividad que pudiera haber entre estas dos poblaciones, al norte y sur del río Maipo. Sin duda hay mucho aún que aprender y entender acerca de esta especie bajo fuertes amenazas, y cada uno de los esfuerzos que se están realizando en este sentido son de gran importancia.

El contexto

Santuario Cascada de las Ánimas ©Diego Astorga
Santuario Cascada de las Ánimas ©Diego Astorga

Hasta hace sólo tres años atrás, la presencia del felino más amenazado de América en la Región Metropolitana era desconocida. Su último registro en la zona se remontaba a la década de 1870 por Rodolfo A. Philippi, que localiza su espécimen muerto en El Infiernillo, Hacienda de La Dehesa. Después de eso, nada… hasta que, en el año 2014, cuando el visitante Nicolás Salgado pasaba en su vehículo cerca del centro de ski Valle Nevado, vio un felino de tamaño pequeño, grisáceo y con una larga cola anillada. De buena fortuna logró tomar una foto que inequívocamente reveló que se trataba de un gato andino. Sólo un año después, Julian Moggia logró un nuevo registro del felino en la misma zona.

Luego de esto, en el año 2017, por medio de un proyecto colaborativo entre Photosintesis, Alianza Gato Andino y Fundación Ecoscience se logró fotografiar mediante trampas-cámara al elusivo felino. Sin embargo, el monitoreo se concentró en un área acotada a la zona de los centros de ski, cercana a los registros anteriores. Se desconocía si existían otras poblaciones de gato andino en la cordillera andina de Santiago. El esfuerzo logístico de llevar a cabo un monitoreo muchas veces impide poder continuar y ampliar el área que se quiere prospectar. La disposición está, pero los recursos para este tipo de iniciativas es por lo general escaso.

©Diego Astorga
©Diego Astorga

En el mismo año, en el marco del proyecto “GEF Corredores Biológicos de Montaña” (gefmontana.cl), iniciativa del Ministerio del Medio Ambiente, se diseñó y comenzó a implementar una red de monitoreo de carnívoros mediante la instalación de trampas-cámara en las zonas cordilleranas de la Región Metropolitana y la Región de Valparaíso. El objetivo de esta red está orientado a estudiar la conectividad funcional de los cordones montañosos transversales de Paine y de Chacabuco, entre las cordilleras de Los Andes y de La Costa, enfocado principalmente en especies de carnívoros nativos. Se apunta también con esto a monitorear la “salud” de los corredores biológicos y con ello la funcionalidad del paisaje. «Este monitoreo abarca un área extensa y en forma sistemática, lo cual entrega una oportunidad única de conocer el comportamiento de carnívoros nativos, tales como el elusivo gato andino, en áreas jamás prospectadas», explica el equipo del GEF Corredores Biológicos de Montaña

Fotografía cámara trampa
Fotografía cámara trampa

Para este monitoreo de carnívoros cuentan con el apoyo de la Red de Santuarios de la Región Metropolitana, conformada por 11 áreas privadas protegidas, ubicadas en zonas de montaña. «Gracias al trabajo de colaboración estrecha con los propietarios, se ha logrado identificar la presencia de carnívoros nativos dentro de los santuarios, entre ellos el gato andino, quedando en evidencia el rol de esta red en la conservación de especies nativas, y en su mayoría en alguna categoría de conservación», dicen en GEF Montaña. A la fecha, la red de monitoreo de carnívoros del proyecto ya cuenta con 58 cámaras instaladas, capturando en forma contínua, 24 horas, 7 días a la semana, cualquier movimiento que suceda al frente de éstas.

Fotografía cámara trampa
Fotografía cámara trampa

Fue una de estas cámaras la que capturó en junio de 2018 al gato andino en el Santuario de la Naturaleza Cascada las Ánimas. “Esta es una gran noticia, que viene a respaldar la importancia y necesidad de estas áreas protegidas privadas en zonas precordilleranas, que seguramente ayudan como corredores biológicos entre zonas altas. La existencia de este amenazado felino pasa a ser un emblema dentro de las múltiples iniciativas de conservación de biodiversidad que se realizan en el santuario, muchas de ellas convergentes y coordinadas con los demás santuarios de la región”, aseguran desde el Santuario de la Naturaleza Cascada de Las Ánimas.

En el caso específico de Cascada de Las Ánimas, existe un refugio de rehabilitación y exhibición de fauna silvestre, planes de reforestación, control de erosión, huertas sustentables, educación ambiental y otros múltiples proyectos en carpeta. Este año se estrenará una plataforma desde la página web del centro de Ecoturismo, donde se plantea, junto a la emergente Fundación Pulso Ambiental, dar a conocer todas estas iniciativas de manera coherente y en conjunto.

©Diego Astorga
©Diego Astorga

El nuevo registro de este amenazado y desconocido felino es una gran oportunidad para fomentar su conservación, para conocerlo más y para sentirnos orgullosos de nuestra fauna. Su presencia nos debe recordar nuestra responsabilidad en cuanto a nuestro medio ambiente, especialmente en zonas tan pobladas y amenazadas como la Región Metropolitana, acentuando la importancia de las áreas protegidas de la región y la gestión sostenible de aquellas áreas habitadas que las conectan. Este registro de gato andino junto a los de años recientes confirman que la especie no desapareció de la cordillera Central y por tanto cobra aún más sentido todo el esfuerzo en conservación que se realiza a través de la colaboración público-privada.

Esta es sin duda, una muy buena noticia.

*Agradecimientos especiales al equipo de Santuario de la Naturaleza Cascada de Las Ánimas (Francisca Astorga, Tomás González, Kendra Ivelic y Chagual Orrego) y GEF Corredores Biológicos de Montaña – MMA (Magdalena Bennett, Marianne Katunaric, Nicolás Lagos y Petra Wallem), quienes formaron parte de la redacción de este artículo y compartieron con el Equipo de Ladera Sur este material inédito. 

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