Este 2 de febrero celebramos un nuevo Día Internacional de los Humedales. Una fecha que conmemora la firma del Convenio Ramsar  realizada en Irán el 2 de febrero de 1971. Pero este año su celebración está marcada por un claro mensaje: ya es hora de que tomemos conciencia de su importancia y aseguremos su protección, ya que son estos ecosistemas los que podrían cambiar el devenir a nuestro favor ayudando a combatir el cambio climático.

Sólo para hacerse una idea, las turberas –un tipo de humedal– hoy sólo ocupan el 3% de la superficie terresre del planeta y aun así son las responsables de almacenar casi un tercio de todo el carbon terrestre. Esto es el doble que todos los bosques del mundo.

Turberas Parque Karukinka en Tierra del Fuego ©Romina Bevilacqua
Turberas Parque Karukinka en Tierra del Fuego ©Romina Bevilacqua

Los humedales costeros como las marismas, los manglares y los lechos de pastos marinos, también son algunos de los ecosistemas con mayor densidad de carbono en la tierra. Y así como éstos, son diversos los beneficios que los humedales nos entregan: no solo funcionan como reservas de agua, sino también espacios que albergan una importante masa de biodiversidad; ayudan a retener sedimentos y contaminantes; son críticos para la adaptación al clima y la construcción de resiliencia; algunos ecosistemas como los manglares y arrecifes de coral absorben incluso el impacto de las tormentas y tsunamis en las zonas costeras y otros, como los humedales de interior, absorben lluvias, reducen las inundaciones y retrasan la aparición de sequías.

El problema es que estos ambientes son ecosistemas altamente amenazados a nivel mundial debido principalmente a acciones del ser humano que se relacionan a la extracción de agua, el crecimiento urbano, el relleno de estos espacios para transformarlos en terrenos habitacionales o en muchos casos su uso como sumideros de basura. Y, al existir una gran falta de información y conciencia sobre la importancia de estos ambientes, protegerlos se hace aún más difícil.

Manglar ©Rufino Uribe
Manglar ©Rufino Uribe

“Más de un tercio de nuestros humedales se perdieron en sólo 45 años. Hoy en día, los humedales están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques. Los corales del mundo se encuentran cerca de la extinción a 1.5ºC y una extinción cierta a un calentamiento global de 2ºC”, sentencia Martha Rojas Urrego, Secretaria General de la Convención Ramsar y añade: “La pérdida y degradación de los humedales es una preocupación importante, ya que contribuye al calentamiento global al transformar estos sumideros naturales de carbono en fuentes de emisión. La quema y el drenaje de las turberas representan una décima parte de las emisiones anuales de combustibles fósiles, mientras que la degradación de los humedales contribuye a casi una cuarta parte de la liberación mundial de metano”.

Es por ello que en 2018 los miembros de la Convención Ramsar adhirieron medidas para proteger, restaurar y manejar sustentablemente turberas y humedales costeros, reconociendo la importancia del rol que éstos juegan en la mitigación y adaptación al cambio climático. Así países como Senegal están llevando a cabo proyectos como la restauración del 25% de los bosques de manglares. Una iniciativa que no sólo protegerá a 200,000 personas contra las tormentas y fortalecerá la seguridad alimentaria al aumentar la producción de pescado y arroz, sino que además se espera que almacene medio millón de toneladas de CO2 durante 20 años. O medidas como la de Indonesia que planea restaurar dos millones de hectáreas de turberas para asegurar que los devastadores incendios de 2015 y 2016, causados por la sequía y drenaje de estos ecosistemas, no vuelvan a ocurrir.

Santuario de la naturaleza Carlos Anwandter, Humedal de Punucapa, Valdivia ©Julio Martinich
Santuario de la naturaleza Carlos Anwandter, Humedal de Punucapa, Valdivia ©Julio Martinich

Este 2019 podría ser un año de inflexión. Ya hemos escuchado a diversos especialistas y destacados ambientalistas alrededor del mundo decir que este es el momento de cambiar nuestra forma de relacionarnos con la vida a nuestro alrededor, de tomar conciencia y actuar en favor del medio ambiente; que hoy como nunca contamos con los medios y la información necesarios para tomar la decisión correcta y proteger los diversos ecosistemas que dan forma a nuestro planeta. Entonces… ¿qué estamos esperando?

En este día de los humedales Martha Rojas de la Convención Ramsar hace un llamado a las autoridades y los tomadores de decisión a incluir la conservación de los humedales y su restauración en sus políticas públicas sobre el cambio climático para lograr las metas impuestas en el Acuerdo de París y asegura: “Todos podemos contribuir a revertir la pérdida de humedales, para que sigamos beneficiándonos de los servicios críticos que brindan a la naturaleza y las personas. Tenemos las soluciones. Sólo necesitamos la voluntad y la acción. No somos impotentes ante el cambio climático”.  Esperamos que en Chile –que en enero de 2020 será sede de la COP 25– y el mundo el mensaje llegue fuerte y claro.

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