Helma Schlack Sievers, una esquiadora que fue pionera en Farellones
Helma Schlack Sievers fue una esquiadora de la década de los 40 y una de las pioneras en practicar esta actividad en Farellones. Una mujer amante de los deportes, la naturaleza y explorar el mundo, Helma tuvo una vida llena de aventuras que registró en fotos que compartimos junto a En Terreno Chile.
Helma Schlack Sievers nació el 10 de octubre de 1931 en Santiago, Chile, donde vivió su infancia juntos a sus padres, Carlos y Gertrude, y su hermana en la calle Carmen Sylva en Providencia. Su papá practicaba equitación, por lo que desde pequeña le interesó el deporte y se convirtió en amante de los caballos y de la naturaleza.
En su vida profesional, su deseo de conocimiento la llevó a obtener tres títulos: bióloga, profesora de educación física y kinesióloga. Jugó un rol importante en este último al convertirse en decana de la carrera en la Universidad de Chile y ser parte de los fundadores del Colegio de Kinesiólogos de Chile. Además, en Alemania continuó estudiando la rehabilitación de personas y la docencia, haciendo clases de gimnasia rítmica a niñas
Gracias a su espíritu aventurero, Helma desarrolló un interés por la naturaleza, el trekking, las cabalgatas y recorrer Chile y el mundo. Mientras trabajaba como kinesióloga en el hospital de Antofagasta, manejó su auto Rogelio Fiat 125 por el norte del país, registrando con su cámara las zonas remotas de esos años.
En su pasión por el deporte, subía los caminos de tierra de Farellones en camión para esquiar y, más tarde, iba en su propio Fiat. La kinesióloga incursó en esta actividad a fines de la década de los 40, incorporándose al Ski Club Chile. Después de 30 años, se convirtió en profesora de esquí.
«Era de esas mujeres que miraba las montañas desde Providencia y sabía si se podía esquiar o no de acuerdo a la cantidad de nieve que había caído», afirma su sobrino, Sergio Acuña, añadiendo que también conocía la ubicación y nombres de los cerros, siendo La Paloma uno de sus favoritos para visitar. El cerro Altar y El Plomo eran otros cerros a los que solía ir.
En sus últimos años de vida, Helma se dedico a rehabilitar a personas de tercera edad. Falleció el 17 de junio de 2011 por un paro al miocardio. «No tuvo hijos, pero le sacó el jugo a la vida. Viajó por todo el mundo, por todo Chile. Fue una verdadera mujer Indiana Jones», dice Sergio.