La mayoría de las veces que paramos y miramos las nubes simplemente sabemos reconocer las de colores oscuros que anuncian el mal tiempo. Pero el resto de las formas y tamaños no sabemos qué significan, solo sabemos que son nubes.

Hoy a través del Libro “Guía del Observador de nubes” del inglés Gavin Pretor- Pinney y las ilustraciones de Álvaro Burdiles, se nos hará más sencillo hablar de las diferencias entre una nube y otra para que así la próxima vez que observemos el cielo sepamos reconocerlas y disfrutarlas aún más.

Gavin Pretor- Pinney explica en su libro que las nubes son más que la simple y típica descripción que se encuentra de ellas: “acumulación de agua que se encuentra en estado líquido en pequeñas gotas suspendidas en la atmósfera ”. Y aquí esta la prueba:

Nubes bajas

Cúmulos: Sólidas y nítidamente definidas. Son las más claras de visualizar. Espesas y esponjosas,  suelen estar dispersas en el cielo. La mayoría de las veces se forman en días soleados. Se encuentran entre 600 a 1.000 m.

©Álvaro Burdiles
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Cumulonimbos: Imponentes nubarrones, generalmente ocupan varios kilómetros. El color negro que las caracteriza quiere decir que viene tormenta, chaparrones y granizos frecuentemente acompañados de truenos y relámpagos. Se las llama rey de las nubes y se ubican entre 600 y 15.000 m.

©Álvaro Burdiles
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Estratos: Capa de nubes plana, gris y poco definida. Es la nube que abruma el estado de ánimo. Genera que las personas se encierren y no quieran salir de sus casas. Se le llama niebla o bruma. Disminuye la visibilidad.

Estratocúmulos : Tienen distintos colores entre sí, algunas gris oscuro otras blancas y azuladas. Se ven en grupos amontonados. Se le asocia a una máquina de algodón de azúcar. Se forman entre los 600 y los 2.000 m.

©Álvaro Burdiles
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Nubes medias

Altocúmulos: Tienen forma de capas, panecillos o almendras. Se las reconoce por su belleza. Al amanecer se caracterizan por sus colores anaranjados. Están a 2.000 y 8.000 m.

©Álvaro Burdiles
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Altostratos: La mayoría de las veces cubren todo el cielo como una sábana. Se les llaman “nubes aburridas”. A veces crean anillos de luz alrededor del sol o la luna. Se encuentran a 2.000 y 8.000 m.

©Álvaro Burdiles
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Nimbostratos: Nube de lluvia y nieve. Es oscura, densa y de aspecto irregular. Son tan densas que son capaces de esconder por completo al sol o la luna. Por fuerza podría ganarle en un combate al resto de nubes pero en concurso de belleza perdería. Se encuentran a 600 y 6.000 m.

©Álvaro Burdiles
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Nubes altas

Cirros: Son reconocidas entre las nubes más lindas. Su nombre procede del término latino que significa «rizo de cabello». Los cirros pareciera como si los hubiesen tejido delicadamente. Suelen formarse a más de 8.000 m.

©Álvaro Burdiles
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Cirrocúmulos: Se componen de pequeñas nubecillas, parecen granos blancos. Con frecuencia forman ondas. Es fácil que se disuelvan. Se encuentran a 5.000 y 14.000 m.

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Cirrostratos: Velos, la mayoría transparentes y lechosas con aspecto homogéneo o fibroso. Pueden pasar inadvertidas. A 5.500 y 10.000 m.

Ilustraciones de Álvaro Burdiles (ajburdiles@uc.cl).

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