Ilustración1 – Crecerás ©Elvis Siraban
Crecerás ©Elvis Siraban

-Mamá, ¿qué es eso que está cubriendo el cielo?

-Ellas son las nubes, son criaturas errantes, almas nómadas.

– ¿Y por qué se quedan tan juntas?

– ¿Y para qué van a bajar?

-Para darle a beber a la tierra cuando tiene sed.

– ¿Y por qué papá y los demás se han ido volando y cantando?

-Porque tenemos la misión de anunciar la gran llegada. Los vientos nos lo confiaron. Cuando seas grande aprenderás la canción.

Título: Crecerás

El relato nos muestra a un polluelo de queltehue hablando con su madre. La curiosidad de un pequeño y la sabiduría de quien le enseña. La interpretación, a través de la imaginación de una escena cotidiana, llevada a un pequeño relato y una ilustración que lo acompaña. Eso es parte del trabajo del ilustrador Elvis Siraban, quien enfoca sus dibujos en la “fauna chilena mágica”, como él mismo ha definido en su perfil de Instagram.

Lo que lo motiva, según explica a Ladera Sur, es juntar elementos que le gustan para acercar la naturaleza a las personas: “(unir) las aves, los mamíferos, el folclor campesino e indígena. Incluso relatos de corte paranormal que me cuenta la gente, más lo que yo puedo aportar desde mi imaginación (a lo que llamo folclor personal) para crear historias y situaciones, para llegar a las personas para que se interesen en lo que tenemos alrededor”.

Para esto ocupa ciertas leyendas, sucesos y creencias que se han esparcido por las regiones del país, ocupando su creatividad para crear escenas entre especies a través, muchas veces, de la cultura popular.

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Ilustración2 – Nanito enamorado ©Elvis Siraban
Nanito enamorado ©Elvis Siraban

Nanito Enamorado| Nanito el chuncho está enamorado de Isolina la pequén. Le ha pedido a Tito el quique que traiga su guitarra y llame a sus amigos de la banda parranda para subirle la moral. Hay un degu tocando su flauta, un tucúquere habilidoso con su rabel y un cururo que mete más bulla con su tambor.

Si bien comenta que sigue aprendiendo y que le falta mucho todavía, sus comienzos como ilustrador se inician desde 2010. Eso sí, dice, siempre ha dibujado, incluso que su madre guardaba todo lo que hacía desde los tres años. Con el tiempo, el foco ha ido hacia la fauna chilena. “Mi gusto por la fauna nativa viene de la mano por mi gusto hacia los animales y mi infancia semi rural. También como una manera de aprender más, pues cuando dibujo una especie, por ejemplo, un ave, busco información fotográfica para entenderla, sus formas, colores, qué relación tiene con el folclor y su creencia campesino-popular e indígena. Además de los desafíos técnicos que se presentan al momento de pintar”, dice.

Ilustración3 – La invitación ©Elvis Siraban
La invitación ©Elvis Siraban

La invitación | Este fue el momento ilustrado cuando mi amiguito el chercán fue llevado sobre el lomo de una amable lechuza, guiados por una luminosa ambalera que sirvió de anfitrión cuando fue invitado al colegio de los magos por primera vez. Muchas son las criaturas que trabajan al servicio de la magia. La luminosa piedra es conocida también como «Anchimallén» por otros, y corresponde a una tecnología antediluviana mezcla de magia y elementales que quedaron varados en esta edad, y que algunos chamanes saben cómo activarlas para su servicio. Con el tiempo se sabrá más de eso.

Sobre el porqué del enfoque mágico de sus ilustraciones, su respuesta es clara: “imaginar es vasto y libre”. Pero también hay algo propio de la biodiversidad chilena. “La flora y fauna chilena es increíblemente hermosa, hipnotizante, muy mágica. Hay que llegar a las personas con las criaturas en que cohabitamos. Y si le agregamos la fantasía, el folclor y lo personal que uno puede aportar, se vuelve una mezcla sensible y entretenida. Tanto para el niño como para el adulto”, dice.

Ilustración4 – Añoranza de campo ©Elvis Siraban
Añoranza de campo ©Elvis Siraban

Añoranza de campo| Tengo el recuerdo de estar en casa de mi abuela en Los Ángeles, sentado en su silla compañera de la salamandra. En esa misma donde ella sorbeteaba mate y tostaba las lonjas de tortilla al rescoldo para ver después la mantequilla derretirse encima. Siempre había un olor especial, olor a masas, levadura, humedad y leña. Ahora soy un pequén añorando aquel bonito pasado.

Los relatos también son clave. Parten desde el interés de Elvis por escribir y se inspira por su gusto por el campo, especialmente de La Farfana, una zona rural en la periferia de Maipú que colinda con el Mapocho y Rinconada, y que visita desde que era niño. “Dar paseos entre las chacras, haciendo caminos, observando aves, otros animales y descubriendo sucesos. Todo eso me ha ido inspirando tanto para dibujar como para escribir. Incluso cuando hago especies que no son de ese sector. Allá está la matriz de mi imaginación”, explica.

Ilustración5 – Santo conjuron ©Elvis Siraban
Santo conjuron ©Elvis Siraban

Santo conjuro| El ‘Chercán Mago’ tuvo que hacer uso de sus conjuros ante este travieso peuco que gustaba molestar a cuánto pajarito cruzaba por su territorio alado. El rápido hechizo del chercán es relativamente sencillo; con su báculo se posa fugazmente sobre la cabeza del ave inmovilizándolo. En un lenguaje de trinos sagrados y secretos atrae a la memoria del sometido sus recuerdos de pichón. Aquellos días en que era tan frágil como los pajaritos que molesta ahora. La carga de la magia y el sobrecogimiento de esos recuerdos le emociona y comprende que no es correcto lo que ha estado haciendo. Este es un conjuro de empatía y corazón. Ahora el peuco es un sensible cazador.

¿Por qué juntar ciertas especies en cada ilustración? Eso también es parte del proceso creativo, y las elige de acuerdo con las que ve más seguido o que le puede dar ciertos atisbos humanos, como el pequén, el quique o el chuncho. “Serán parte de una historia que estoy haciendo. Por ejemplo, durante un tiempo trataba de jugar con un personaje que era un chercán. Me gustaba lo que le inventaba, pero no quedaba muy cómodo para lo que buscaba. Otro ingrediente es la cercanía geográfica. Suelo inspirarme más en especies de la zona centro-sur”, explica Elvis.

Ilustración6 – Donde los abuelos ©Elvis Siraban
Donde los abuelos ©Elvis Siraban

Donde los abuelos | Recuerdo cuando iban a la casa en la madriguera de mis abuelos Tito el quique, don Nano chuncho y don Abilio el cururito. Los viejos se alegraban un montón. Mi abuelo de inmediato abría la garrafa de chicha y compartían la tortilla al rescoldo que se había preparado durante el día. También estaba mi bisabuelo, quién transformado en pequén le enseñó muchas canciones a Tito y este obviamente a su vez, le cantó tonadas y coplas que solo conocen los animalitos. Solían conversar, chistar, cantar y reflexionar de muchas cosas. Ya despuntando en la hora de la diana se retiraban reposados y tranquilos. A veces don Nano necesitaba ayuda porque era el primero en emborracharse con tan dulce almíbar fermentado que hacía mi abuelo. Eran recuerdos muy lindos.

Además, en algunos de sus trabajos Elvis juega con la ilustración y la cultura popular. En especial la relacionada con las aves (que ya hemos visto que en Chile es parte de la memoria colectiva). “Es muy interesante y fantástico cómo el entorno moldea lo humano. En el campo las aves juegan un rol muy mayoritario en lo folclórico, más que los mamíferos, reptiles e insectos”, dice.

Pero su interés por considerar esta parte en su trabajo surgió hace algunos meses, en Hungría. “Su fauna, la del hemisferio norte, es igualmente maravillosa. Me tocó ver ciervos en el bosque, zorros, erizos, ardillas, jabalíes y cuervos. Todos, animales que no son nativos de Chile, y a la vez sentía cierta familiaridad con ellos. Claro, porque desde niño también hemos tenido la influencia de los folclores septentrionales. Esto no es malo, pero se vuelve injusto cuando se suele apartar lo que es más propio o cercano de acá. Ejemplos los hay en cuentos y dibujos animados. En lo personal tengo pocos recuerdos o casi nada en que se nos enseñaran fábulas donde quizá el protagonista fuese un gato huiña, un chucao o un chincol, por dar especies al azar. Y mucho menos una serie de televisión”, dice.

Por eso, su trabajo juga con local. Crear una historia donde ocurra algo cercano entre un queltehue y un tiuque en una chacra, por ejemplo, aportando así a su conocimiento y generando cierta cercanía para que la gente conozca a la fauna nativa.

Ilustración7 – Registro ©Elvis Siraban
Registro ©Elvis Siraban

Registro| Registro dibujado de un antiguo matrimonio pequén, a principios del siglo XX, sector La Quintastralia, Santa Sarali. En el retrato la señora Zoila Cuevas y don Silvestre Llanos. Cabe destacar que aquellas aves que descienden de familia hechicera van cambiando su fisonomía a lo largo de sus generaciones, como también aprendieron la habilidad de traspasar los planos a otras realidades más sutiles que nos son invisibles. Afortunadamente, mi bisabuelo quién cuidaba respetuosamente las aves fue un campesino muy querido por la comunidad de magos, a lo cual se le permitió retratar a esta parejita con la condición de que fuese revelada en cuatro generaciones más. Osea, yo.

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