Un variado grupo de científicos de importantes centros de investigación de Chile estudió la vulnerabilidad de especies y ecosistemas al cambio climático, en el marco de la actualización del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en Biodiversidad (PNACC Bio) y los hallazgos fueron sorprendentes: las características climáticas en los lugares donde se distribuyen las especies y ecosistemas van a cambiar, provocando una pérdida en la adecuación climática, es decir, en las condiciones climáticas apropiadas para las especies y ecosistemas de un lugar.

La ecorregión mediterránea de Chile, de gran diversidad biológica y una de las cinco zonas mediterráneas del mundo, se verá fuertemente impactada por cambios que ya se aprecian en bosques, ríos y humedales costeros, además de especies como peces y polinizadores nativos.

Los estudios evidencian tres patrones de adecuación climática de las especies bajo distintos escenarios futuros de cambio climático: un movimiento altitudinal en la zona norte y centro-norte, donde ecosistemas y especies que estén en franjas altitudinales muy restrictivas perderán zonas adecuadas para subsistir; un movimiento latitudinal en la zona central de Chile, que experimenta una variación hacia el sur, mediterranizando el clima, y condiciones más estables en la Patagonia, incluso en el peor escenario, aunque existen presiones sobre ecosistemas subantárticos.

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, valoró los resultados del nuevo informe, asegurando que “este tipo de herramientas nos ayudan a visualizar mejor cómo la triple crisis ambiental nos afectará en un muy corto plazo. El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son dos de los tres componentes de esta crisis y, gracias a estas investigaciones sabemos qué debemos hacer para enfrentarla”.

¿Cómo el clima cambiará los hábitats?

Patricio Pliscoff, director para el Centro Cambio Global UC del proyecto de actualización del PNACC Bio, explica que “los ecosistemas más amenazados son los que están restringidos en la zona centro, como el bosque y el matorral esclerófilo. Además, algunos tipos de bosques de la zona centro-sur, como el bosque siempreverde que, si bien ocupa una gran extensión desde las regiones de Biobío hasta Magallanes, se observa una zona más vulnerable en la precordillera de las regiones de la Araucanía y Los Lagos”.

El análisis de la biomasa de bosques de la zona centro sur muestra que los bosques más densos son los más vulnerables al cambio climático, que se encuentran principalmente en la región de Los Lagos. Los bosques antiguos también son más vulnerables que los renovales (bosques jóvenes), lo que sugiere que los árboles jóvenes son importantes de proteger y podrían ser estratégicos para la adaptación al cambio climático.

Los humedales costeros igual se ven amenazados, principalmente por la disminución en las precipitaciones. Los más afectados están localizados en las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso.

En ambientes marinos, las áreas marinas protegidas (AMP) son medianamente vulnerables a amenazas climáticas y antrópicas, excepto las AMP La Puntilla-Playa Chinchorro, Pullinque y Putemún, que son altamente vulnerables.

Especies invasoras

Chile alberga un número relativamente pequeño de peces dulceacuícolas nativos de 42 especies descritas. Mientras que se han introducido, al menos, 28 especies de peces exóticos, como la carpa europea, la trucha arcoíris y la trucha café, catalogadas entre las más dañinas. Se espera que las especies nativas vulnerables pierdan cerca de un 20% de su hábitat idóneo en 2050, lo que indica que muchas tienen pocas probabilidades de prosperar en escenarios futuros. Mientras que las especies exóticas se expanden, mayormente en la región de Los Lagos.

Por otra parte, se prevé una mayor dispersión de plantas invasoras como el aromo australiano hacia zonas de alta elevación y latitud, como la cordillera de los Andes y los ecosistemas patagónicos, pudiendo aumentar las tasas de extinción de plantas nativas, especialmente en islas.

Créditos: Paula Noé.
Cordillera, Santiago. Créditos: Paula Noé.

¡Aún hay tiempo!

El estudio de vulnerabilidad de especies y ecosistemas terrestres que lideró Pliscoff muestra los movimientos de los distintos ecosistemas de Chile en el tiempo. El autor indica que, si bien después de 2050 se acelera el cambio en los ecosistemas, “hay una ventana de tiempo en que las acciones que tomemos hoy sí pueden tener un impacto directo sobre lo que vaya a pasar después”.  

“Las proyecciones futuras de los escenarios climáticos señalan que desde el año 2050 las condiciones climáticas serán muy diferentes a las actuales, lo que podría impactar en forma irreversible en los ecosistemas, ya que se reducirán las opciones de adaptación de las especies los componen. Se requieren transformaciones importantes en la forma que manejamos y protegemos nuestros ecosistemas, para evitar llegar a estas condiciones irreversibles en el mediano plazo”, aseguró Patricio Pliscoff, Director para el CCG-UC de la Actualización del PNACC Bio.

Estos análisis permiten orientar la definición de medidas de adaptación para el PNACC Bio. Preliminarmente, se sugiere extender la red de áreas protegidas públicas y privadas en ecosistemas que no están representados o tienen baja representación, garantizar la conectividad hidrológica para la protección peces nativos que habitan dentro de las cuencas, prohibir la introducción de especies exóticas de insectos polinizadores y generar instrumentos de control de especies exóticas, entre otras medidas.

Los estudios fueron desarrollados por investigadoras e investigadores del Centro de Cambio Global UC, el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), el Instituto Milenio BASE, el Centro COPAS Coastal, la Universidad de Concepción y la Universidad de Los Lagos, la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, el Center for Climate Studies de Puerto Natales.

Estos estudios surgen a partir de las brechas de información científicas detectadas en el informe del Comité Científico para la COP25 y significan un aporte para la toma de decisiones y la orientación de medidas a implementar.

La actualización del PNACC Bio es mandatada por el Ministerio del Medio Ambiente por medio de FAO como agencia implementadora, y es ejecutada por el Centro de Cambio Global UC con el apoyo del Instituto de Ecología y Biodiversidad y el Instituto Milenio en Socio Ecología Costera, gracias al financiamiento del Fondo Verde del Clima. Constituye uno de los planes sectoriales de adaptación y se enmarca en la Ley Marco de Cambio Climático, y responde a la Estrategia de Cambio Climático a Largo Plazo y las Contribuciones Nacionales Determinadas.

*Los créditos de la foto de portada son para Benjamín Valenzuela.

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