Al pensar en la contaminación, probablemente lo primero que viene a la cabeza son las grandes plantas de energía a carbón, la enorme cantidad de plástico que hoy afecta a nuestros océanos o los derrames de la industria petrolera. Sin embargo, hay una industria que con el tiempo ha llegado a posicionarse entre los 3 mayores contaminantes del mundo; una que no esperarías: la industria de la moda.

La excesiva producción de prendas de bajo costo –y calidad– y la demanda por satisfacer los constantes cambios de tendencias en el mercado, han llevado a que hoy en día se consuman anualmente más de 80 mil millones de ítems de ropa en el mundo. ¿El problema? Para producir estas prendas no sólo se requieren varios recursos, sino que además se producen grandes cantidades de desechos.

©Karün
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Para tener una idea, se requieren en promedio cerca de 1.500 litros (400 galones) de agua para producir el algodón que se necesita para producir una sola polera, y más de 6.800 litros (1.800 galones) de agua para producir el algodón que se utiliza en unos jeans. Y a esto habría que sumar el consumo de energía, las emisiones de carbono, los bajos salarios a los trabajadores de la fábrica, el uso de tintes químicos tóxicos o los pesticidas que deben utilizar en el algodón en caso de que éste no sea orgánico.

En 2006 la marca Levi’s se dio el trabajo de estudiar la huella ambiental que dejaba la producción de un solo jeans de su modelo 501 y los resultados arrojaron que éstos requerían de más de 3400 litros (920 galones) de agua, 400 megajoules de energía y que producían una emisión de 32 kilos de dióxido de carbono en el ambiente. Esto era el equivalente de dejar una manguera de jardín abierta por 106 minutos, recorrer 115 kilómetros en auto y dejar un computador prendido por 556 horas.

Finalmente, una vez que las personas quieren deshacerse de estas prendas, la gran mayoría simplemente las desecha en la basura. Así por ejemplo, de los más de 3 billones de jeans que son producidos cada año, se estima que un 80% de estos eventualmente termina en vertederos, contaminando la tierra y el agua.

Enfrentando el problema

©Karün
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Ante este escenario, cada vez son más las empresas que buscan aplicar estándares más ecológicos en sus procesos de producción elaborando prendas con textiles reutilizados o utilizando materiales orgánicos. Sin embargo hay una empresa que llevó la reutilización de ropa a otro nivel: Hoy Karün acaba de lanzar los primeros anteojos en el mundo fabricados con jeans reciclados.

En su campaña en Kickstarter, esta nueva colección estará disponible para la venta en USD 149 (más de un 40% de descuento) sólo durante los 35 días que dura la campaña, para recaudar fondos para la primera orden de producción, luego pasarán a estar a precio de mercado.

Karün es una marca chilena que en los últimos 5 años ha trabajado para demostrar que una producción consciente con el medio ambiente es posible, y su nueva “Colección Ropa” incluye anteojos realizados en moldes por compresión que combinan 75% de tela de jeans viejos y 25% de bio-resina.

Estos anteojos corresponden a la tercera colección lanzada por la marca tras los modelos hechos con madera de árboles caídos de la Patagonia (2012) y los anteojos hechos con redes de pesca recicladas (2015), y están hechos con los más altos estándares de calidad.

©Karün
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Producidos en EE. UU e Italia, la nueva colección incluye cristales oficiales Zeiss y bisagras alemanas seleccionadas de doble acero inoxidable para que se adapten a cualquier tipo de cara. Además el acabado del material, le otorga un look que se asemeja al mármol.

Pero más allá de los materiales utilizados en sus colecciones, en Karün también han optado por mantener una cadena de producción responsable en donde, cada anteojo producido está convirtiendo las formas nocivas de residuos en una fuente de ingresos para los emprendedores rurales locales en la Patagonia chilena, a través de una colaboración con la empresa Balloon Latam.

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