Últimamente, inteligencia artificial (IA) ha dado qué hablar. Esta tecnología, que puede hacer ensayos académicos en unos minutos, entre otras cosas, es una combinación de algoritmos que está pasando a presentar las mismas capacidades que el ser humano pero sin errores. Con esto, ha comenzado el cuestionamiento sobre si el uso de esta herramienta podría reemplazar y hasta mejorar varios trabajos que actualmente son realizados por humanos. Entre ellos, el monitoreo de fauna silvestre.

Con respecto a esto, un nuevo estudio de Panthera, organización mundial de conservación de felinos silvestres, publicado en la revista científica «Science of the Total Environment», revela que «tecnologías» mucho más antiguas, como el ojo y el cerebro humano, pueden convertirse en fuertes contrincantes de la IA en la identificación de pumas (Puma concolor).

Se identificó que los humanos son excelentes sensores y poseen una capacidad notable para procesar datos y diferenciar patrones con un entrenamiento mínimo. En este caso, para diferenciar a pumas individuales por características que la Inteligencia Artificial pasa por alto.

Este estudio es parte de un proyecto de conservación del puma de la Patagonia. Créditos: Nicolas Lagos
Este estudio es parte de un proyecto de conservación del puma de la Patagonia. Créditos: Nicolás Lagos

El ojo humano para el monitoreo de la fauna silvestre

El monitoreo de las poblaciones de vida silvestre para determinar su abundancia cambiante es muy importante a nivel de conservación. Sin embargo, es costoso y requiere mucho tiempo, según lo que detalla la investigación. Por lo tanto, existe una carencia de datos de referencia para demasiadas especies en innumerables paisajes de todo el mundo. 

En este contexto, el uso de humanos como clasificadores aún podría resultar la mejor y más barata estrategia para algunos trabajos de monitoreo y conservación. La ciencia participativa es una opción para no solo a nivel económico, sino que ayuda a involucrar a la población y a los grupos locales en el plan de conservación y generar conciencia sobre la protección de especies.

Los humanos pueden diferenciar entre categorías de objetos, incluidos los rostros de las personas, después de una sola experiencia con ellos. Créditos: Nicolás Lagos
Los humanos pueden diferenciar entre categorías de objetos, incluidos los rostros de las personas, después de una sola experiencia con ellos. Créditos: Nicolás Lagos

Por otro lado, de acuerdo a la investigación, aunque el reconocimiento facial automatizado basado en redes neuronales artificiales a partir de datos de entrenamiento clasificados se está desarrollando rápidamente en la inteligencia artificial, aún requieren grandes conjuntos de datos y supercomputadoras para proporcionar resultados confiables.

Por ejemplo, las cámaras trampa no logran identificar las manchas o rayas que facilitan diferenciar a individuos en el caso de los pumas. Por lo tanto, la potencial capacidad de las personas para determinar si las imágenes emparejadas de pumas de la Patagonia chilena eran el mismo individuo, es muy relevante.

La investigación

El estudio reclutó a científicos y ciudadanos para identificar pumas individuales, incluidos guías turísticos locales en Torres del Paine, Chile, y estadounidenses con experiencia en pumas. Para llevar a cabo el estudio, los investigadores crearon una encuesta en línea en la que se pidió a los participantes que hicieran coincidir las caras de pumas individuales.

Una captura de pantalla de la encuesta en línea en la que se preguntó a los participantes si dos fotografías eran del mismo puma. En este caso, la respuesta correcta en el no.
Una captura de pantalla de la encuesta en línea en la que se preguntó a los participantes si dos fotografías eran del mismo puma. En este caso, la respuesta correcta en el no. Créditos: Science of the Total Environment

Los encuestados lograron una tasa de éxito del 92 por ciento en la identificación de pumas, un puntaje más alto que el logrado con el reconocimiento facial automatizado en estudios similares de vida silvestre (84% para osos pardos y 88% por ciento para focas comunes o de puerto). El estudio no encontró diferencias entre los científicos ciudadanos y los guías de pumas en cuanto a su capacidad para identificar pumas.

Además, los guías y no guías demostraron ser igualmente hábiles para diferenciar entre pumas individuales, creando nuevas oportunidades para que la ciencia participativa contribuya al monitoreo de la población de pumas más emblemática del mundo, y tal vez apoye métodos similares en otros lugares.

Los hallazgos resaltan el potencial de los guías turísticos, turistas y científicos ciudadanos para contribuir al monitoreo de la vida silvestre como una alternativa precisa y rentable a los costosos sistemas de bases de datos e inteligencia artificial. Esto es particularmente relevante dada la naturaleza intensiva en dólares y lenta del monitoreo de la vida silvestre dentro de una industria de conservación que sufre de falta de recursos.

Este estudio es parte de un proyecto de conservación del puma de la Patagonia, protegiendo a la especie de sus mayores amenazas utilizando soluciones innovadoras que incluyen perros pastores de maremma; luces disuasivas (Foxlights); collares GPS; emprendimientos de ecoturismo y más.

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