El Jardín de Catalina Torm
Partimos el verano con un nuevo “El jardín de…”. Esta vez contactamos a la arquitecta Catalina Torm, fundadora del proyecto «Mi Segunda Vivienda«. Este jardín queda ubicado en la comuna de Ñuñoa en la ciudad de Santiago y sorprende por su gran terraza de adoquines y sus diferentes rincones que hablan de un jardín con muchos espacios habitables. Los invitamos a conocer este jardín y saber lo que nos contó.
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¿Qué idea tuviste en un inicio para armar tu jardín? ¿Planificación o es pura improvisación?
Compramos con Pablo esta casa hace 4 años. Su construcción es de 1960 y el diseño de su jardín también. Aunque el jardín se encontraba un tanto abandonado tenía árboles ya crecidos que le daban un carácter especial. Era un jardín con 50 años de historia que había que limpiar y renovar. Cómo la casa también necesitaba ser remodelada, le dimos prioridad a eso al principio… y en estos 4 años, hemos ido improvisadamente arreglando el jardín de a poco.
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¿Tuviste algún referente? ¿Cuál fue tu inspiración?
La inspiración para darle vida nueva al jardín fue rescatar su propio diseño original. Mantuvimos los adoquines, que son preciosos y le dan un toque único y nos ayuda a ahorrar agua al no tener una gran extensión de pasto. Además son adoquines de los antiguos, de piedra y distintos tamaños, que están dispuestos en el centro, a modo de un sendero sinuoso y orgánico que va dejando áreas para el pasto o zonas para plantas hacia los bordes.
Plantamos pasto en las zonas donde se había secado e hicimos una limpieza profunda para resaltar los árboles más importantes – un gran Nogal que aparte de cobijarnos bajo su sombra en el verano nos regala nueces riquísimas y un Ciprés Calvo que en otoño se pone naranjo y cambia el semblante del jardín drásticamente.
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¿Cuánto tiempo le dedicas a la semana a tu jardín?
La verdad no tenemos mucho tiempo para jardinear, pero tenemos un jardinero que viene cada 15 días para hacer una mantención y un par de veces al año, visitamos algún vivero, ojalá fuera de Santiago – panorama que nos encanta, y vamos comprando plantas de a poco para ir renovando.
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¿Hay alguien que te inculco el amor las plantas?
Mi abuela paterna es paisajista y diseñó el jardín de la casa donde me críe y recuerdo mucho su diseño. Cuando entré a estudiar arquitectura me regaló uno de sus libros, el Deodendrón, que es una guía-catálogo ilustrada de árboles y arbustos de jardín, escrita por un arquitecto (Rafael Chanes) por lo que me sirvió mucho para acompañar los dibujos de mis planos con árboles… porque las ilustraciones son en blanco y negro, y en la época en que estudié aún hacíamos los planos a mano.
Mi madre también me ha inculcado un gran amor a las plantas y sobre todo a las flores. Ella es terapeuta floral y encuentro muy lindo y mágico que una flor tenga la capacidad de sanar.
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De la flora nativa, ¿cuál es la que más te gusta?
No tengo una favorita pero en mi jardín disfruto de 2 arrayanes, un Pelú y un gran Peumo.
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¿Qué planta no tendrías por ningún motivo?
La Malamadre. Al comprar esta casa, el jardín estaba lleno de malamadre y nos costó harto erradicarla. Es muy invasiva y estéticamente no es de mi agrado. Además, siendo mamá… su nombre no me gusta para nada!
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¿Árbol favorito?
Me gustan muchos árboles pero el favorito de ésta época es el Hibisco que está en el jardín que acompaña el acceso a mi casa. Debe tener unos 50 años también. Nunca había visto uno tan grande, en general son arbustos pero este tiene tamaño de árbol. En esta época está completamente florecido de blanco. Es realmente una belleza.
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¿Cómo sería para ti la plaza de Armas ideal para Santiago?
Con más verde, más sombra y menos cemento… para que realmente se sintiera como un oasis.