Y sin darme cuenta mi nueva mochila roja ya no era tan roja esta mañana, antes de salir a un clásico paseo por la cordillera me doy cuenta que ahora es más bien rosada y que sus cierres ya no cierran bien y me quejo, luego saco la cuenta de cuántos años tiene y ahí es cuando me doy cuenta que han pasado ya más de 15 años desde que la compré para comenzar a aventurarme en mis salidas. El tiempo pasa y no me había percatado que había hecho del deporte una verdadera filosofía de vida encarnada en lo más profundo de mí ser, como un adicto, siempre recaigo semana a semana a hacer algún tipo de deporte. Creo que muchos se sentirán identificados con esto y lo cierto es que debido a su importancia en mi vida puedo reclamarla como una especie de religión o filosofía de vida que me mantiene mental y físicamente en forma– atributos claves y necesarios hoy en día para distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana-

La suma de varios factores hacen que esta actividad pueda llevar a una persona a sentir numerosas horas de felicidad al día, semana, mes año, etc..

Algunos de estos:

Vive el presente. Mientras más vivamos el “ahora o presente” es cuando más feliz y cocientes estamos, cada vez que hacemos deporte concentrados y enfocados en: chutear una pelota, correr, andar en bici, escalar, esquiar, bucear..etc. nos hace estar concentrados en el presente olvidando el pasado y el futuro y por supuesto, las preocupaciones!

Respiración. Existen técnicas de meditación basadas en la hiperventilación para alcanzar un estado espiritual, un ejemplo de esto es la meditación dinámica de OSHO (no soy seguidor, pero es un buen ejemplo) Cuando hacemos deporte es inevitable llegar a este estado.

Cada vez que voy exigido cerro arriba, entro en un trance debido a la frecuencia de las inhalaciones y exhalaciones, mi cuerpo se esfuerza, pero mi mente y yo nos damos ánimo, a veces llego arriba sin haberme dado cuenta de la subida.

Naturaleza al aire libre. Hay que aceptarlo, para muchos de nosotros el 80% o 90% del tiempo la pasamos produciendo en nuestro trabajo, muchas veces en oficinas frente a un computador sin una vista amplia más que una pantalla o al edificio de al lado, si a esto le sumamos los tiempos de traslados entre medio del tráfico, resulta aterrador darse cuenta de cuánto tiempo pasamos encerrados en nuestra vida diarias. Esto desgraciadamente ya es parte de nuestra cultura como sociedad ya que comenzamos desde muy pequeños en el colegio con esta rutina sólo que en vez de trabajar estudiamos. Pero si retrocedemos en el tiempo y recordamos nuestra infancia, no hay nada mejor que salir a recreo a jugar al aire libre aunque sea por 15 minutos. Personalmente creo que el “aire libre” representa la libertad. Es clave no olvidar nuestra esencia y aunque seamos adultos darnos nuestro tiempo para salir a jugar.

Gratificación: Cuando vuelves a tu casa después de haber hecho algún deporte y haberle puesto todo el esfuerzo posible, te duchas y creo no conocer a nadie que no quede en ese estado ZEN por el resto del día

Ahora si sumamos estos factores:
vive el presente + respiración + naturaleza = GRATIFICACIÓN!

 

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