Los parques y áreas protegidas han demostrado beneficios insospechados para muchas personas, como su contribución a la salud mental, a frenar el cambio climático e incluso a la prevención de enfermedades de origen animal, que han dado origen a pandemias.

En Chile, la institucionalidad ambiental aún está incompleta en cuanto a las áreas protegidas y saldar esta deuda con la naturaleza del país no puede seguir esperando.

Parque Nacional Torres del Paine ©Martin Harvey
Parque Nacional Torres del Paine ©Martin Harvey

Así lo destacaron desde WWF Chile en el contexto del Día Internacional de los Parques Nacionales, que se celebra este lunes 24 de agosto. “Aunque muchos no lo saben, en Chile nuestras áreas protegidas aún no están debidamente resguardadas, al menos no en su institucionalidad. En este día debemos reflexionar sobre el crucial aporte que realizan estos espacios naturales a la salud del planeta y también de los seres humanos, y en Chile es importante movilizarnos para acelerar la toma de decisiones y finalizar un proceso que ya lleva demasiados años, arriesgando incluso que nunca se materialice. Es por eso que levantamos un llamado al Congreso a aprobar el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), cuyo primer proyecto de ley fue ingresado en 2011”, señala Rodrigo Catalán, director de Conservación de WWF Chile.

“Junto a otras ONGs hemos propuesto indicaciones para mejorar el proyecto, esperamos que estas sean acogidas y resaltamos que la tramitación no puede seguir extendiéndose en un contexto de crisis climática, pérdida de biodiversidad y necesidad  de una reactivación económica verde que ponga en valor nuestra naturaleza en lugar de destruirla”, agrega el experto.

Parque Nacional Alerce Costero. Gentileza WWF Chile
Parque Nacional Alerce Costero. Gentileza WWF Chile

El proyecto de ley que crea el SBAP, que se encuentra con suma urgencia desde junio en la Cámara de Diputados, contempla la creación de un servicio público dependiente del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) que tendrá por objetivo la conservación de la biodiversidad del país, administrando el sistema nacional de áreas protegidas, tanto marinas como terrestres.

“Es imprescindible integrar las atribuciones y competencias respecto a la conservación de nuestra naturaleza en una institución que cuente con una mirada moderna y los recursos necesarios, tanto humanos como financieros, para asegurar una conservación efectiva y participativa, creando sinergias e impactos positivos en los territorios. Es lo que se merece Chile, su gente y su maravillosa naturaleza”, puntualiza Catalán.

 

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