El Valle de Upano, ubicado en la provincia amazónica de Morona Santiago, a 380 kilómetros al sureste de Quito (Ecuador), ha sido estudiado durante varias décadas por distintos profesionales del mundo de las ciencias. Uno de ellos es Stéphen Rostain, arqueólogo del Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS), quien hace 30 años comenzó a excavar el valle, específicamente dos sectores: Sangay y Kilapome. Sin embargo, durante todo ese tiempo solo pudo encontrar algunos montículos, cerámicas pintadas y jarras con restos de cerveza de maíz. No fue hasta hace poco, el 11 de enero de 2024, que sus esfuerzos rindieron frutos.

Stéphen Rostain junto a una jarra de cerámica. Créditos: ÁLBUM S. ROSTAIN (EFE).
Stéphen Rostain junto a una jarra de cerámica. Créditos: ÁLBUM S. ROSTAIN (EFE).

Ese día el mundo de la arqueología celebró el mayor descubrimiento de los últimos años en el Amazonas, al publicarse en la revista Science el estudio titulado “Two thousand years of garden urbanism in the Upper Amazon”, mediante el cual se reveló el hallazgo de una ciudad perdida de 2.500 años de antigüedad en la Alta Amazonía de Ecuador, más de 1000 años más antigua que cualquier otra sociedad amazónica compleja conocida. «Esfuerzos anteriores han descrito montículos y grandes monumentos en la Amazonía, pero la complejidad y extensión de este desarrollo supera con creces estos sitios anteriores», se lee en el resumen del editor del estudio.

Portada de Science. Créditos: Science.
Portada de Science. Créditos: Science.

Un grupo de científicos, liderados por Rostain, observaron la zona utilizando un sistema LIDAR aerotransportado (Laser Imaging Detection and Ranging), lo que les permitió descubrir esta ciudad. De acuerdo con Antoine Dorison, arqueólogo coautor del estudio en el mismo instituto francés, los asentamientos fueron habitados por más de 10.000 personas de la cultura kilamope y Upano, quizás hasta 15.000 o 30.000 en su punto máximo, entre el 500 a. C. y el 300-600 d. C. Eso es comparable a la población estimada del Londres de la época romana, la que fue por aquellos años la ciudad más grande de Gran Bretaña.

Posteriormente, la ciudad fue habitada por grupos de la cultura huapula, entre los 800 y 1.200 d. C, para luego, en la actualidad, ser el hogar de los shuar, achuar, y algunos colonos.

Detalles del hallazgo

Las imágenes LIDAR mostraron que el sitio se conforma por más de 6.000 plataformas de tierra rectangulares, estructuras de plazas y montículos, rodeados de campos agrícolas con canales de drenaje, interconectados a través de una extensa red de caminos. Los senderos más largos se extendían entre 10 a 20 kilómetros, con un ancho de 10 metros. Asimismo, descubrieron un total de cinco asentamientos grandes y diez más pequeños, distribuidos en unos 300 kilómetros cuadrados.

Imagen generada con Lídar. Créditos: Antoine Dorison y Stéphen Rostain.
Imagen generada con Lídar. Créditos: Antoine Dorison y Stéphen Rostain.
Conjunto de plataformas, plazas, y caminos del sitio estudiado. Créditos: STRATA.
Conjunto de plataformas, plazas, y caminos del sitio estudiado. Créditos: STRATA.

«He explorado el sitio muchas veces, pero el lídar me dio otra vista de la tierra», afirmó Rostain a Live Science. «A pie hay árboles en el camino y es difícil ver lo que realmente se esconde allí», agregó.

En esta línea, en la investigación se menciona que «los principales núcleos ceremoniales, con plataformas monumentales, plazas y calzadas, son comparables en tamaño a los de otras grandes culturas del pasado, como la mexicana de Teotihuacán o la egipcia de la meseta de Guiza». A partir de esto, se puede afirmar que el hallazgo no solo se trata del asentamiento urbano más antiguo encontrado hasta ahora, sino que también el más grande y organizado de la zona.

 «Los habitantes prehispánicos de la Amazonia fueron notables constructores que modificaron intensamente su entorno y cambiaron la morfología de sus territorios y su cubierta vegetal», se menciona en el estudio.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...