Cuenca del Maipo: Valor ecosistémico del territorio que tant@s habitamos
El río Maipo, que nace en las laderas del volcán Maipo, y llega hasta el Océano Pacífico, al sur de San Antonio, recibe las aguas de numerosos cursos de agua, siendo los mayores los ríos y esteros Volcán, Yeso, Colorado, Mapocho, Clarillo, Angostura, y Puangue. Actualmente, las organizaciones buscan valorizar la cuenca del río Maipo, que se ha acentuado en los últimos años. Algunos de los proyectos que se están tramitando es que sea reconocido como Geoparque Mundial por la UNESCO, y que quede bajo la figura de Parque Nacional y de reserva nacional en los valles, resguardando la actividad ganadera y arriera, desarrollos culturales y económicos de larga data que le dan una identidad particular a la cuenca alta. En la siguiente columna, Juan Pablo Orrego y Hernán García nos cuentan todos los ecosistemas por los que pasa la cuenca del Maipo y la importancia de protegerlos, así como los diferentes proyectos que se están impulsando para lograr su conservación.
El río Maipo nace en las laderas del volcán Maipo, que se eleva a 5.623 msnm. Luego de un recorrido de 250 km a través de montañas y valles, entre comunidades humanas y no humanas, desemboca en el Océano Pacífico entre Llolleo y Santo Domingo, al sur de San Antonio. A lo largo de su recorrido recibe las aguas de numerosos cursos de agua, siendo los mayores los ríos y esteros Volcán, Yeso, Colorado, Mapocho, Clarillo, Angostura, y Puangue.
Las cuencas albergan ecosistemas hipercomplejos en los que interactúan procesos abióticos, como los geológicos, hídricos y atmosféricos, con los bióticos, es decir, con los diversos organismos que la habitan. Entre los segundos nos encontramos nosotros los humanos, quienes añadimos un nivel significativamente mayor de complejidad al sistema, asociado a los innumerables usos que le damos a las cuencas, sus suelos, vegetación, aguas, entre otros; usos, cuyas características e intensidad -que puede llevar a graves abusos- dependen de procesos históricos, sociales, y culturales propios de cada comunidad, de cada nación.
La Cordillera de los Andes es el único orógeno -estructura montañosa lineal- de subducción, activo, en el mundo. Recorre más de 7.000 km, y siete países. La sección alta de la cuenca del Maipo es parte de los Andes Centrales, tramo cordillerano que se ha formado por movimientos tectónicos y actividad magmática, derivados de la subducción de la placa oceánica de Nazca bajo el continente sudamericano (Charrier et al., 2015). Las observaciones geológicas más antiguas en esta zona las realizó Charles Darwin, durante su visita en 1835. Posteriormente, la geología local en la sección alta de la cuenca del Maipo ha sido estudiada intensamente, y se ha transformado en un sitio clásico para las actividades de educación universitaria y de investigación en Ciencias de la Tierra (Benado, 2013). En los últimos años, se han desarrollado estudios puntuales sobre este patrimonio geológico, que apuntan a la creación de un Geoparque Mundial de la UNESCO en el área (Benado, 2013; Vergara et al., 2021).
Los geoparques son regiones donde se identifican y luego gestionan sitios de particular relevancia geológica a nivel global con un concepto holístico de protección, educación y desarrollo económico sostenible, principalmente a través del turismo.
En el contexto de este proceso de valoración de la cuenca, que se ha acentuado en los últimos años, actualmente se están tramitando dos nuevos proyectos: 1) el que propone que la comuna de San José de Maipo sea reconocida como Geoparque Mundial por la UNESCO. Los proponentes e investigadores involucrados en el proyecto ya identificaron 40 geositios de relevancia en 10 áreas temáticas diferentes, con al menos 5 de importancia científica internacional, que han sido incluidos en Lugares de Interés Geológico en el Inventario Nacional de Geositios del Servicio Nacional de Geología y Minería, y, 2) la campaña ciudadana ¡Queremos Parque! Que propone proteger 142.000 ha de tierras fiscales de las subcuencas de los ríos Colorado y Olivares bajo la figura de Parque Nacional en la alta montaña -desde los 3.000 msnm hasta las cumbres-, y de reserva nacional en los valles, resguardando la actividad ganadera y arriera, desarrollos culturales y económicos de larga data que le dan una identidad particular a la cuenca alta. Esta sería la primera área silvestre protegida con esta categoría y a esta escala en la Región Metropolitana, donde paradójicamente solamente el 1,56% está bajo protección del Estado. El sector incluye 380 glaciares, y en él se han detectado 430 especies de plantas y 135 especies de animales. Destacan cuatro cumbres de más de 6 mil metros de altitud – entre ellas el emblemático Volcán Tupungato, con 6.570 msnm-, y al menos 28 cumbres de más de 5 mil metros.
El Cajón del Maipo es un territorio vasto y complejo, donde nacen las aguas que fluyen por el valle del Río Maipo, con espectaculares montañas coronadas de glaciares, volcanes activos, termas, bosques esclerófilos, fauna nativa endémica, hongos y líquenes. La historia geológica, paleontológica, y de los procesos bioecológicos que se han dado en la cuenca, que incluyen los de los humanos y su legado en innumerables sitios y vestigios arqueológicos, están aquí expuestos a todo quien visite y recorra con respeto y atención esta abrupta inmensidad. Espacios que ofrecen enriquecer concretamente nuestra cultura, conocimientos y entendimiento del origen telúrico, así como de las dinámicas presentes de este privilegiado territorio.
Respecto de su riqueza ecosistémica, un estudio establece que solo para la comuna de San José de Maipo, de las 443 especies de flora vascular identificadas, 50% son endémicas; respecto de la fauna, el 18,1% de los 138 vertebrados terrestres identificados son endémicos. Respecto de los peces nativos, en Chile existen 44 especies. En el río Maipo se encuentran 10 de estas especies, entre ellas la Pocha y el Bagrecito, que son endémicos de nuestro país, pero su presencia e importancia ecológica pasan desapercibidas debido a la precaria divulgación. Sobre los líquenes, que abundan sobre las rocas y maderas en descomposición, sabemos muy poco. Los hongos tampoco han sido debidamente estudiados. ¡Oportunidades!
El Río Mapocho, que recorre desde la parte alta septentrional de la cuenca del río Maipo hasta la sección media, se encuentra en una zona considerada como un hotspot de suma importancia para la conservación de la biodiversidad a nivel mundial. Toda la zona central de Chile se destaca por esta gran cantidad de especies de flora, fauna y funga que solo habitan estas regiones del mundo. Cabe destacar que la subcuenca del Mapocho se extiende a través de 16 comunas, con el río y sus aguas conectando la cordillera con el valle central, dando vida a bellos paisajes naturales, incluso en ámbitos urbanos. El río Mapocho desemboca con un abanico de deltas en el río Maipo en la comuna de El Monte -en las inmediaciones de Peñaflor y Talagante- propiciando un complejo sistema de humedales que dan cobijo a una rica biodiversidad, con sorpresas tales como las aguas totalmente cristalinas que afloran en el Trapiche en Peñaflor.
Curiosamente, en esta confluencia, el Mapocho le devuelve sus aguas al “río madre” de la cuenca, el Maipo. Estas son captadas con grandes bocatomas en La Obra -a la entrada del Cajón del Maipo- y conducidas por 31 km a través del Canal San Carlos, construido durante las primeras décadas del siglo XIX, que recorre de sur a norte la precordillera hasta desembocar en el cauce del río Mapocho a la
altura de Tobalaba. Dados los históricamente mínimos caudales del río Mapocho en verano -cuya
sección alta fue declarada agotada en 1983 por la DGA-, y dada la alta demanda de agua de bebida y riego, así como para la minería, instalada en su subcuenca, se detectó desde esos tiempos la necesidad de aumentar su caudal, y se recurrió a las aguas del Maipo; sin su significativo aporte, el río Mapocho llevaría solo un hilo de agua en la época estival.
Por su parte, en la sección media de la cuenca, al nor-poniente de la comuna de Lampa, se encuentran el Humedal y Laguna de Batuco, sitios de alto valor arqueológico, e importante hábitat y refugio para numerosas especies de aves. Prácticamente el 30% de las especies de aves silvestres presentes en Chile pueden ser avistadas en este humedal.
Los humedales de Quilicura, en la sección media norte de la cuenca, alimentados por afloramientos de napas freáticas que fluyen bajo la tierra desde la cordillera, con sus 486 ha, son los más grandes de la Región Metropolitana, y los segundos más grandes del país. En ellos se han registrado 55 especies acuáticas residentes. Este complejo sistema hídrico -severamente degradado por rellenos para levantar el barrio industrial- es el relicto de lo que fue una gran laguna prehistórica, de la que sabemos gracias a estudios paleoecológicos que la han logrado remodelar. Asimismo, en el sector poniente, en Maipú, se encuentran importantes humedales de más 400 ha: El Pajonal, el Sistema Mapocho El Trebal y Los Maitenes.
Así, en sus lúdicos recorridos por la cuenca, los ríos Maipo y Mapocho, así como los otros afluentes, generan complejas interconexiones fluviales entre ellos, así como valiosos sistemas de humedales y lagunas que se diseminan por todo el territorio desde la cordillera hasta el litoral.
En su desembocadura, el río Maipo se funde con la mar, generando un importante estuario. En la ribera sur de la desembocadura, en las inmediaciones de Santo Domingo, se ubica un humedal de alto valor ecológico -desde 2002 “Parque Humedal Río Maipo”, declarado Santuario de la Naturaleza en 2019, que integra la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP, 2015)- hábitat de aves marinas y de agua dulce, muchas de ellas migratorias, entre muchas otras especies. En la ribera norte se encuentran las lagunas del Humedal de Llolleo -Ojos de Mar-, que también albergan numerosas aves acuáticas durante su fase reproductiva, donde hasta la fecha se han registrado 105 especies. Así, el ecosistema de la desembocadura y sus humedales cumple un rol vital en la reproducción y resguardo de aves acuáticas, las que durante sus vidas tienen amplias áreas de distribución hacia el sur y norte del litoral de nuestro país. Aunque parezca increíble, el ecosistema completo de la desembocadura del río Maipo está hoy severamente amenazado por el proyecto de ampliación del Puerto de San Antonio.
Es importante reiterar, aunque son hechos bien conocidos, que el sistema hidrológico que se despliega por la cuenca del río Maipo provee el agua potable a millones de personas, el riego a casi 140 mil ha de producción agrícola, y el agua para un sinfín de actividades industriales -el 80% de la actividad industrial en nuestro país se concentra en la cuenca, y en ella se produce el 44% del PIB nacional-. La cuenca además ofrece múltiples oportunidades para la recreación y deportes, y, como ya se ha dicho, es un verdadero ‘laboratorio’ infinito para la investigación científica.
Así, sin que muchos lo sepan ni se den cuenta, la cuenca del río Maipo generosamente ha dado su vida, sus bosques y biodiversidad, y, fundamentalmente, sus aguas, para el bienestar de todos los seres vivos que moran en sus tres secciones, pero en particular, dada la masividad de la población humana que reside en ellas, para el de l@s habitantes de las secciones media y baja. Francamente, todo esto es para estar profundamente agradecid@s y reciprocar con puro cariño, reverencia y acciones sinérgicas… Conocer para valorar, proteger, conservar y restaurar.