¿Cuáles son las implicancias? Más de mil especies exóticas se han naturalizado en Chile, según nuevo inventario
El humano puede impactar a la biodiversidad nativa a través de diversas acciones, siendo una de ellas la introducción intencional o accidental en territorio nacional de plantas, hongos, animales o microorganismos originarios de otros países y continentes. Para avanzar en su conocimiento, un reciente estudio publicó un inventario donde se registraron 1.122 especies introducidas que se han naturalizado en el país, tanto de Chile continental como de hábitats marinos adyacentes, el cual entrega información nueva que permitirá tomar medidas al respecto. ¿Cuáles son las implicancias? Nuestros amigos de Ciencia en Chile nos comparten más detalles en la siguiente nota.
Una parte importante de Chile se reconoce como un «punto caliente» o hotspot de biodiversidad a nivel mundial, dada su gran concentración de diversidad biológica, donde destaca la alta cantidad de especies endémicas, es decir, aquellas plantas, animales u otros organismos que solo habitan en nuestro país.
Pese a lo anterior, el humano puede generar varios efectos en la biodiversidad nativa a través de diversas acciones, entre ellas la introducción intencional o accidental de organismos oriundos de otros países o continentes en el territorio nacional. Por ello, un reciente estudio liderado por la Dra. Nicol Fuentes, de la Universidad de Concepción, junto a investigadores de la Universidad Santo Tomás de Santiago y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, identificó 1.122 especies naturalizadas que viven en el territorio nacional y con ellas elaboraron un completo inventario.
“Tener un inventario lo más completo posible de especies naturalizadas en Chile era una necesidad esencial para conocer cuánto de la biodiversidad del país esta compuesto por estas especies, y servirá para la detección temprana y la posible erradicación o control”, explicó la Dra. Nicol Fuentes.
Hay especies que de seguro has escuchado, tal como la avispa chaqueta amarilla (Vespula germanica), el dydimo (Didymosphenia geminata), el jabalí (Sus scrofa), o el conejo (Oryctolagus cuniculus), los cuales han generado o podrían provocar una serie de impactos en los distintos ecosistemas donde se establecen, así como en las distintas especies nativas o endémicas que habitan allí.
Lo que hicieron los investigadores fue una revisión bibliográfica exhaustiva de colecciones de herbarios, museos y publicaciones científicas. De hecho, el equipo liderado por Fuentes, comenzó el 2013 en el marco de un proyecto del Programa de las Naciones Unidas, pero tocó una etapa de actualización de la información hasta la actualidad, que hoy es posible por el Fondecyt Regular 1181688.
Se consideraron especies naturalizadas a todas aquellas que no son nativas del país y cuya presencia se origina por una introducción intencional o accidental como resultado de las actividades humanas. Aquí quedan fuera aquellas especies que sobreviven con la ayuda humana.
Los investigadores identificaron 790 plantas vasculares, tanto terrestres como acuáticas; 31 plantas no vasculares o briófitas, como los musgos; 18 micro y macro algas, ya sean marinas o de agua dulce; 71 hongos; 39 animales vertebrados terrestres, entre anfibios, reptiles, mamíferos y aves; 108 insectos; 37 invertebrados y vertebrados marinos de agua dulce; y 28 gasterópodos terrestres. Todo esto lo publicaron en la destacada revista científica NeoBiota.
Otro de los resultados indica que la mayor cantidad de especies naturalizadas se encuentra principalmente en las zonas climáticas mediterráneas y lluviosas.
“Si uno se aleja de los centros urbanos podrá ver cómo en los últimos 15 a 20 años el paisaje de muchos lugares ha cambiado abruptamente, producto de la invasión y expansión de estas especies invasoras de flora y fauna, y eso también lo vemos por ejemplo en los parques nacionales. Los resultados de la investigación muestran que, por ejemplo, los animales vertebrados terrestres no han aumentado mucho y creemos que tiene que ver con las medidas de control que este grupo ha tenido por parte de los servicios públicos a cargo, como el SAG. Este catálogo consolida información que es básica para elaborar políticas públicas y protocolos para el manejo, control e investigación de estas especies. Es imposible proteger nuestra biodiversidad si no conocemos las amenazas que estas especies representan”, explicó la científica de la Universidad de Concepción.
Cabe destacar que este catálogo se realizó gracias al trabajo de varios científicos, como la MSc. Alicia Marticorena, Dr. Alfredo Saldaña, Dr. Viviana Jerez, Dr. Juan Carlos Ortiz, Dr. Pedro Victoriano, Dr. Rodrigo Moreno, Dr. Juan Larraín, Dr. Cristobal Villaseñor-Parada, Dr. Götz Palfner, Paulina Sánchez y Dr. Aníbal Pauchard.
Con estos antecedentes, continuarán investigando y respondiendo nuevas preguntas y la meta es transformar este catálogo en una base de datos online y de libre acceso, sobre todo porque la introducción de nuevas especies o el desplazamiento de especies exóticas ya introducidas es muy dinámico. Además, es muy importante educar sobre los riesgos de las invasiones biológicas, ya que son las personas los principales agentes de transporte y propagación de estas especies.