Chile, con su geografía singular y contrastante, es hogar de una vasta red de áreas protegidas que resguardan algunos de los ecosistemas más diversos del planeta. Desde los áridos paisajes del Parque Nacional Pan de Azúcar, donde el zorro culpeo y guanacos deambulan bajo el sol del desierto, hasta los húmedos bosques del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, donde el majestuoso puma y el ágil martín pescador habitan entre montañas y lagos de origen glaciar.

Monumento Natural Salar de Surire. Foto: Conaf
Monumento Natural Salar de Surire. Foto: Conaf

Estas áreas no solo conservan paisajes asombrosos, sino que también son refugios vitales para especies que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, mantienen el equilibrio ecológico y son esenciales para la lucha contra las crecientes amenazas del cambio climático.

Para asegurar la preservación de estos valiosos ecosistemas, se creó el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Chile, el cual incluye una amplia variedad de espacios naturales que requieren ser protegidos y resguardados, no solo por el Estado de Chile, sino también por regiones, provincias, municipios y organismos internacionales que colaboran en su conservación. “Cuando hablamos de áreas protegidas, hablamos de tres conceptos clave. Nos referimos a un territorio limitado con un acto administrativo que tiene como fin la protección del patrimonio natural y cultural del país”, explica Christopher Sepúlveda, gerente de las Áreas Silvestres Protegidas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Reserva Nacional Futaleufú. Foto: Conaf
Reserva Nacional Futaleufú. Foto: Conaf

“Actualmente, este sistema lo administra la Conaf y son un total de 109 áreas protegidas que están distribuidas por todo Chile, que representa aproximadamente el 21% del territorio nacional”, cuenta. Dentro de estos espacios, podemos encontrar los parques nacionales, monumentos naturales y las reservas nacionales.

Sin embargo, estas no son las únicas categorías en Chile. El Ministerio del Medio Ambiente (MMA) cuenta con un Sistema de Información y Monitoreo de Biodiversidad (SIMBIO), donde se añaden otras designaciones como área marina costera protegida, santuario de la naturaleza, parque marino, bien nacional protegido, entre otros.

Parque Marino Francisco Coloane. Foto: Chile es Tuyo
Parque Marino Francisco Coloane. Foto: Chile es Tuyo

Además de Conaf, diversas instituciones públicas administran estos territorios. “Por ejemplo, el Ministerio de Bienes Nacionales tiene lo que se llama los bienes nacionales protegidos. Tenemos Sernapesca y Subpesca del Ministerio de Economía, que protegen los parques marinos y reservas marinas”, dice Sepúlveda. El Ministerio de las Culturas también participa a través del Consejo de Monumentos Naturales, que se encarga de los santuarios de la naturaleza, mientras que el MMA supervisa todo el sistema para garantizar su adecuada gestión, según su sitio web.

Con tantas categorías y áreas bajo distintos nombres, puede ser fácil sentirse confundido. ¿Qué significan realmente cada una de estas clasificaciones? Aquí te lo explicaremos para que puedas entender mejor la importancia de cada una y cómo contribuyen a la protección del medio ambiente en Chile.

Área Marina Costera Protegida Coral Nui Nui. Foto: Esmoi
Área Marina Costera Protegida Coral Nui Nui. Foto: Esmoi

Santuario de la Naturaleza

Son Santuarios de la Naturaleza todos aquellos sitios terrestres o marinos que ofrezcan posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de ecología, o que posean formaciones naturales, cuya conservación sea de interés para la ciencia o para el Estado.

Esa es la definición que estableció la ley 17.288 sobre Monumentos Nacionales. Es el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) a quien le corresponde la tuición de estos sitios, perteneciente al Ministerio de las Culturas. Según el registro del MMA, son 104 los santuarios de la naturaleza en el territorio chileno.

El CMN se encarga de evaluar y otorgar permisos para actividades que puedan afectar los santuarios dentro del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), mediante el Permiso Ambiental Sectorial N°78. Además, el CMN gestiona solicitudes de intervención en SN fuera del SEIA y aplica medidas de protección o evaluación según sea necesario, manteniendo contacto constante con propietarios y administradores para asegurar la conservación de estos bienes patrimoniales naturales.

Uno de los santuarios más conocidos es Santuario de la Naturaleza Río Cruces y Chorocamayo, ubicado en la Región de Los Ríos. Este humedal es vital para la conservación de aves acuáticas, en particular del cisne de cuello negro, que ha encontrado en este sitio un refugio clave para su supervivencia.

Parque Nacional

Regiones establecidas para la protección y conservación de las bellezas escénicas naturales y de la flora y la fauna de importancia nacional, de las que el público pueda disfrutar mejor al ser puestas bajo la vigilancia oficial.

Los parques naturales abarcan un territorio amplio y “su objetivo principal es la preservación del patrimonio natural y cultural. Cuando hablamos de preservación, en general hablamos de especies, de ecosistemas, de comunidades que por determinadas particularidades se intentan mantener tal cual están en su estado natural”, explica Sepúlveda.

De acuerdo al sitio de Conaf, existen 46 parques nacionales actualmente distribuidos por todo el país. Algunos de los más emblemáticos incluyen el Parque Nacional Torres del Paine, conocido por su impresionante paisaje de montañas y glaciares, y el Parque Nacional Lauca, hogar de una rica variedad de fauna andina.

Reserva Nacional

Regiones establecidas para la conservación y utilización, bajo vigilancia oficial, de las riquezas naturales, en las cuales se dará a la flora y la fauna toda protección que sea compatible con los fines para los que son creadas estas reservas.

Reserva Nacional Pinguino de Humboldt. Foto: Conaf
Reserva Nacional Pinguino de Humboldt. Foto: Conaf

Las reservas nacionales pueden ser más pequeñas o grandes que los parques nacionales. A diferencia de estos, donde el objetivo es preservar, o sea, mantener tal cual está el ecosistema, “en las reservas se busca la conservación. Hablamos que es posible realizar un manejo, pero un manejo sustentable de los recursos que hay en ese territorio”, puntualiza Sepúlveda. “La reserva eventualmente posee algunas características propias de ese territorio, haciendo posible realizar algún tipo de manejo sustentable de sus recursos naturales”, añade.

Conaf administra 45 reservas nacionales, como la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. Christopher destaca, del Sistema de Áreas Protegidas en especial, que «Chile cuenta con un sistema de monitoreo robusto, utilizando cámaras trampa en más de 1000 puntos a nivel nacional, lo que permite observar la fauna y detectar amenazas, como incendios forestales o la visitación no controlada».

Reserva Nacional Pampa del Tamarugal. Foto: Conaf
Reserva Nacional Pampa del Tamarugal. Foto: Conaf

Monumento Natural

Regiones, objetos o especies vivas de animales o plantas de interés estético o valor histórico o científico, a los cuales se les da protección absoluta, excepto para realizar investigaciones científicas debidamente autorizadas, o inspecciones gubernamentales.

Monumento Natural La Portada de Antofagasta. Foto: Municipalidad Antofagasta
Monumento Natural La Portada de Antofagasta. Foto: Municipalidad Antofagasta

“Normalmente, son un territorio más pequeño. El objetivo es similar al del parque nacional, o sea, la preservación porque hay un símbolo, un área, una particularidad muy individualizada que se busca proteger”, comenta Sepúlveda.

De acuerdo con el SIMBIO, actualmente Chile cuenta con 18 monumentos naturales. Un ejemplo es La Portada en Antofagasta, una formación rocosa costera icónica, y el Monumento Natural Cueva del Milodón en la Región de Magallanes, famosa por los restos fósiles del milodón, un animal prehistórico.

Monumento Natural Cueva del Milodón. Foto: Conaf
Monumento Natural Cueva del Milodón. Foto: Conaf

Bien Nacional Protegido

Territorios que el Ministerio de Bienes Nacionales reserva con el objetivo rescatar y potenciar la gestión y puesta en valor de ecosistemas de alto valor patrimonial. Esto lo realiza a través de concesiones a terceros, para que mantengan su conservación pero a la vez le den un desarrollo sustentable.

Bien Nacional Protegido. Foto: Conaf
Bien Nacional Protegido del Desierto Florido. Foto: Conaf

Hoy en día, Chile cuenta con 57 bienes nacionales protegidos (BNP). Algunos ejemplos incluyen el Desierto Florido, ubicado en la Región de Atacama, conocido por su fenómeno único de florecimiento masivo tras lluvias inusuales, convirtiendo el árido paisaje en un manto de colores lleno de especies vegetales endémicas, y los Humedales de Isla Raqui, en la Región del Biobío, conocido por su rica biodiversidad, en especial su importancia como hábitat para aves migratorias y locales.

Bien Protegido Humedales de Isla Raqui-Tubul. Foto: Bienes Nacionales
Bien Protegido Humedales de Isla Raqui-Tubul. Foto: Bienes Nacionales

Área Marina Protegida

Es un espacio geográfico claramente definido, reconocido, dedicado y gestionado, mediante medios legales u otros tipos de medios eficaces para conseguir la conservación a largo plazo de la naturaleza y de sus servicios ecosistémicos y sus valores culturales asociados. Por servicios ecosistémicos se entiende beneficios que los seres humanos reciben de las funciones ecológicas de los ecosistemas, aportando bienestar al ser humano, por ejemplo alimentos, recreación y belleza escénica.

Reserva Marina La Puntilla - Playa Chinchorro. Foto: Sernapesca
Reserva Marina La Puntilla – Playa Chinchorro. Foto: Sernapesca

Esta es la definición de área marina protegida (AMP) que determinó el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), organismos del Ministerio de Economía que se encargan de dos tipos de AMP: los parques marinos y las reservas marinas. También entran en esta categoría los mencionados santuarios de la naturaleza y las áreas marinas costeras protegidas de múltiples usos, administrados directamente por el MMA. Estas dos últimas pueden abarcar porciones de tierra, mientras que las dos primeras son esencialmente acuáticas.

  1. Parques Marinos

Áreas marinas específicas y delimitadas destinadas a preservar unidades ecológicas de interés para la ciencia y cautelar áreas que aseguren la mantención y diversidad de especies hidrobiológicas, como también aquellas asociadas a su hábitat. En ellos no puede efectuarse ningún tipo de actividad, salvo aquellas que se autoricen con propósitos de observación, investigación o estudio.

Parque Marino Motu Motiro Hiva. Foto: Simbio
Parque Marino Motu Motiro Hiva. Foto: Simbio

Como indica su definición, son algo muy similar a los parques nacionales, donde se pretende preservar el ecosistema tal como se encontró, solo que en áreas marinas. De acuerdo al registro del MMA, actualmente existen 11 parques marinos, como el Mar de Juan Fernández y Motu Motiro Hiva.

2. Reservas Marinas

Es un área de conservación de recursos hidrobiológicos, cuyo objeto es proteger zonas de reproducción y hábitat de especies clave para la actividad económica de las regiones y del país. En ellas sólo podrán efectuarse actividades según su Plan General de Administración o PGA, y sólo podrán autoricen actividades con propósitos de observación, investigación, y extractivas autorizadas sólo por períodos transitorios.

Reserva Marina Isla Choros - Damas. Foto: Tembeta
Reserva Marina Isla Choros – Damas. Foto: Tembeta

En Chile, existen actualmente seis reservas marinas, que se distribuyen a lo largo de la extensa costa del país, abarcando tanto áreas continentales como territorios insulares. Ejemplos destacados incluyen la Reserva Marina Isla Choros-Damas en la Región de Coquimbo, conocida por su biodiversidad marina y la presencia de especies emblemáticas como delfines y pingüinos de Humboldt. Otro ejemplo es la Reserva Marina de La Rinconada, en la Región de Antofagasta, que protege importantes áreas de reproducción de peces y otras especies clave para la pesca local.

3. Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos

Área destinada a conservar la biodiversidad, proteger especies marinas en peligro, reducir conflictos de uso, generar investigación y educación; y actividades comerciales y recreativas de modo sustentable. Conserva el patrimonio histórico-cultural marino y costero de comunidades locales para el desarrollo sostenible del turismo, pesca y recreación. En ellas sólo podrán realizarse actividades que no pongan en riesgo sus objetos de conservación.

Hay 15 áreas marinas costeras protegidas en el territorio nacional que buscan equilibrar la conservación con el desarrollo sustentable de las comunidades locales. Un ejemplo es el Área Marina Costera Protegida Lafken Mapu Lahual en la Región de Los Lagos, que combina la protección de ecosistemas marinos únicos con la preservación de la cultura mapuche. Otra área notable es la de Francisco Coloane en la Región de Magallanes, que resguarda hábitats cruciales para especies como las ballenas jorobadas.

Las aguas de la costa de Pisagua albergan una gran abundancia de anchovetas, alimento esencial que permite sostener una de las más grandes colonias de lobo marino común (Otaria byronia) y de lobo fino austral (Arctocephalus australis) que habitan en el norte de Chile, y uno de los pocos sitios en que se observan ambas especies.
AMCP Mar de Pisagua. Foto: Fernando Olivares de Oceana

El éxito en la conservación no depende únicamente de la protección estricta, sino también de la integración de las comunidades locales. Como señala Christopher, «históricamente, el humano era visto como una amenaza para las áreas protegidas, pero hoy sabemos que la conservación es más efectiva cuando involucra a las comunidades locales, un cambio de paradigma fundamental en la protección del medio ambiente». Este cambio de enfoque es crucial para garantizar la coexistencia entre el desarrollo humano y la protección de la naturaleza, asegurando que estos territorios sigan siendo un refugio para la biodiversidad y un recurso invaluable para futuras generaciones.

Además, las áreas protegidas ofrecen oportunidades económicas y recreativas, como el ecoturismo, que pueden beneficiar a las comunidades cercanas mientras se mantiene el respeto y cuidado del entorno natural.

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