Entre la lluvia intensa y un abundante bosque que parecía jungla, Cristián Donoso iba abriendo paso entre las ramas. Era un difícil avanzar, paso a paso, por un camino que él mismo iba trazando en el bosque prístino del Valle Fontaine, en Tierra del Fuego. Concentrado en su recorrido, se dio cuenta de que el valle se iba cerrando. Fue así como llegó a un punto en el que al frente de él habían unas paredes que frenaban su avance. La única opción era escalarlas.

Donoso sacó su equipo de escalada y ajustó su pesada mochila a la espalda. Y así, mientras más iba avanzando en su ascenso, las laderas se hacían más escarpadas. Las subió, y a medida de que se volvían más empinadas, se ayudaba con los árboles. Sin embargo, nunca tuvo certeza de cuánto le faltaba: debido a la lluvia, no se podía ver nada hacia arriba.

Agarrando rocas y ramas, Donoso logró llegar a un pasadizo en la ladera. Se metió gateando, y cuando llegó al final, escaló un pequeño diedro para finalmente llegar arriba. Así, su paisaje se transformó en un paisaje de montaña, el cual lo acompañó en un recorrido de caminata que duró 10 días, en el que buscaba seguir los pasos del artista estadounidense Rockwell Kent, quien hace un siglo documentó los únicos registros visuales de Magallanes.

Una expedición con una conexión al pasado

Cristián Donoso decidió realizar una travesía de 10 días a pie por Magallanes basándose en la aventura de Rockwell Kent. Esto lo hace en el marco de la investigación que está desarrollando junto a Paula López Wood sobre el artista estadounidense, quien viajó en los años 20’ a Magallanes. En esos tiempos, Kent llegó en un barco mercante a Tierra del Fuego, y al llegar a la Patagonia compró un bote el cual condicionó como un velero.

Cortesía Cristián Donoso
Óleos de Rockwell Kent/ Cortesía Cristián Donoso

Una vez construido el velero, Kent emprendió un viaje a la isla Dawson, con la idea de registrar su viaje a través de dibujos, lienzos, oleos y escrituras, los cuales documenta en su libro Voyaying, en el cual muestra el descubrimiento de un grupo de cabañas indígenas cerca del Paso de la Muerte o Paso Kent. Este lugar lo descubrió luego de los vientos no le permitieran seguir navegando hacia el oeste y tuviera que continuar su viaje a pie, cruzando por la cordillera de Darwin por el Paso de la Muerte, haciendo una descripción muy detallada de esta ruta.

Óleos de Rockwell Kent/ Cortesía Cristián Donoso
Óleos de Rockwell Kent/ Cortesía Cristián Donoso

“Decidí hacer la ruta, llevar los grabados de Kent e ir buscando los sitios donde los dibujó. A través de esto, se puede contar un poco la historia del Parque Nacional Yendegaia y ver cuáles han sido las transformaciones del paisaje en este lugar”, explica Donoso.

Óleos de Rockwell Kent/ Cortesía Cristián Donoso
Óleos de Rockwell Kent/ Cortesía Cristián Donoso

Actualmente las pinturas de Rockwell Kent se exhiben en la Rockwell Kent Gallery de la Universidad del Estado de Nueva York en Plattsburg, el Museo Nacional de Armenia y Hermitage de San Petersburgo, en sus muestras permanentes. Corresponder a la primera «imagen país» que tuvieron los estadounidenses de Chile.

Una ruta inédita

Fue así, tras los pasos de Kent, que Donoso decidió cruzar en solitario el Parque Nacional Yendegaia. Caminó de noroeste a sureste desde Caleta María hasta Caleta 2 de mayo, pasando por el Valle Fontaine, el Escondido, Paso Bárbara, Bahía Blanca, el Paso de la Muerte y el valle del río Lapataia. De esta manera, realizó una expedición nunca antes registrada en Tierra del Fuego.

©Cristián Donoso
©Cristián Donoso

“Es una ruta que nunca nadie había hecho porque yo conecte con la ruta de Rockwell Kent, pero fue más extensa. Algunas personas habían hecho tramos pero no en su totalidad. Quería agregar un tramo que fuera conocido, virgen. En verdad, miré el mapa y vi la opción de hacer esta ruta. Fue algo magnético, quería hacerla (…) De esta manera, fue primero en hacerla y creo, estoy absolutamente convencido, de que esta ruta va a ser una ruta de trekking muy importante y quizás una de las mas visitadas de Patagonia porque es de una belleza extraordinaria; una de las mas impresionantes y lindas que he hecho”, explica Donoso.

©Cristián Donoso
©Cristián Donoso

Cuenta que se pasa por cordillera, se ven glaciares y tres costas marinas. Además, se puede, ver pinturas rupestres, únicas en Tierra del Fuego. Todo acompañado de un paisaje de flora y fauna silvestre, como guanacos y, al final del camino, llanuras con caballos que corren libres y salvajes.

©Cristián Donoso
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©Cristián Donoso
©Cristián Donoso

También pudo evidenciar uno de los grandes problemas que existen actualmente en Tierra del Fuego: los castores, quienes construyen represas que inundan los valles del sector. De esta forma, en la mitad del camino se pueden encontrar grandes pantanos. “Era como un gran laberinto buscando una pasada para cruzar los pantanos. Hubo avances lentos”, cuenta.

©Cristián Donoso
©Cristián Donoso

La enfermedad inesperada

Apenas aterrizó en el aeropuerto de Santiago, de vuelta de su expedición, Cristián Donoso se sintió afiebrado y le salieron pintas rojas en todo el cuerpo. Luego de ir al médico, le confirmaron un diagnóstico que él no esperaba: Tifus de los Matorrales. Resulta que no fue sólo el primero en realizar una nueva ruta, sino que también el primer contagiado de esta enfermedad, proveniente de Japón y Corea, en la Región de Magallanes.

©Cristián Donoso
Cortesía de Cristián Donoso

Según cuenta, se contagió durante su travesía. Existe un ácaro que habita en ratas silvestres, que es como una garrapata y que tiene una larva que se pega en la piel. Esta larva introduce una bacteria que se llama Orientia tsutsugamushi. De esta manera, Donoso sufrió una picadura. Si bien es normal que a los dos días de que pique, la fiebre y el malestar empiece, el explorador no sintió esto hasta su vuelta.

“Lo atribuyo a que estaba  con las defensas muy altas porque estaba en una expedición, por lo que estaba con el cuerpo muy alerta. Quizás eso fue lo que me ayudó”, explica.

La próxima expedición

Esta aventura fue sólo un primer paso expedicionario para la investigación sobre Rockwell Kent. En febrero, Cristián emprenderá viajé junto a su compañera de proyecto Paula López Wood, en que se busca reconstruir toda la parte marítima del viaje de Kent. Además harán un recorrido por tierra desde Ushuaia hasta Porvenir, localizando los lugares en los que estuvo el artista y la gente con la que entró en contacto.

©Cristián Donoso
©Cristián Donoso

“Vamos a ir detrás de los pasos de Rockwell Kent tratando de reconstruir su historia, y desde su historia contar cómo era Magallanes en esa época, hace un siglo. Cómo ha cambiado, cómo era el paisaje, la gente, los accesos; hacer un retrato de Magallanes contrastando el relato, las pinturas y los testimonios de Kent, con lo que nosotros vamos a vivir. Y queremos terminar eso haciendo un libro”, explica Donoso.

©Cristián Donoso
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Cortesía Cristián Donoso
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