Durante la segunda y tercera semana de diciembre se estará celebrando la COP15 en la ciudad de Montreal, Canadá. Esta, a diferencia de la COP27 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) se realiza cada dos años y  se centra en el “mundo vivo” y su protección, tal como se establece en el Convenio sobre la Diversidad Biológica. 

Así, la conferencia buscará objetivos que, para 2050, permitan que «se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza». Sumado a esto, el evento buscará establecer el “Marco Global de Biodiversidad Post-2020”, una estrategia con objetivos individuales y colectivos para los países firmantes que permitirá proteger la biodiversidad.

Perezoso de dos dedos. Foto de @mlfrancoe en iNaturalist

Esta edición de la cumbre cuenta con altas expectativas ya que, acorde a un informe publicado en 2020 por la ONU, los acuerdos alcanzados durante la cumbre de 2010 en Japón (Metas de Aichi) para 2020  y que proponían una reducción de la pérdida de hábitats a la mitad, no han sido cumplidos. Así, la COP15 buscará reemplazar las Metas de Aichi por tres nuevos propósitos: la conservación de la biodiversidad, promover su uso sostenible y el uso de recursos genéticos compartido de manera justa.  

En cuanto a los países y personalidades que participarán, se espera una concurrencia de 17.000 delegados de los 196 países. Además, personajes como Antonio Guterres, secretario general de la ONU,  Huang Runqui, presidente de la COP15 y ministro de Ecología y Medioambiente de China y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, han confirmado su asistencia. Estados Unidos, por otro lado, es el único país de las Naciones Unidas que no forma parte del CBD, sin embargo, participará como observador de las negociaciones. 

En cuanto a Chie, se espera que la Ministra del Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas,  asista a la cumbre durante la segunda semana.

colibri_greg_lasley_iNaturalist
Colibrí garganta negra. Foto de Greg Lasley en iNaturalist

Biodiversidad en crisis

El Foro Económico Mundial estima que la mitad de la economía mundial, es decir más de la mitad del PIB global, depende de la naturaleza y de los ecosistemas saludables. Esta dependencia económica se encuentra amenazada por los acelerados y nocivos cambios del calentamiento global.

Actualmente, el planeta y su biodiversidad atraviesan una crisis climática sin precedentes. Según un informe publicado por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas, un millón de especies de plantas y animales se encuentran en peligro de extinción. Por otro lado, el último Informe Planeta Vivo de WWF estimó una disminución global del 68% de las casi 21.000 poblaciones estudiadas de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces entre 1970 y 2016.

Ballena jorobada (megaptera novaeangliae) en Antofagasta. Créditos: ©Alex Sánchez
Ballena jorobada (megaptera novaeangliae) en Antofagasta. Créditos: ©Alex Sánchez

Ante la situación crítica que enfrenta la biodiversidad, la Conferencia de Biodiversidad buscará frenar el declive de los ecosistemas, protegiendo el 30% del planeta y del mar a nivel mundial hasta 2030, estrategia conocida como «30×30”. Sumado a esto, las negociaciones de Montreal tratarán temáticas como la reducción de plaguicidas, especies invasoras, subsidios económicos perjudiciales para el medioambiente y el financiamiento para la naturaleza mediante fuentes públicas y privadas. 

De esta forma, en esta edición de la COP los ojos estarán posados sobre los 196 países firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, los cuales tienen el ambicioso objetivo de lograr un acuerdo histórico para detener y revertir la inminente pérdida de naturaleza mediante un plan global. 

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...