En los bosques nativos del sur de Chile durante el verano es posible encontrarse a un imponente escarabajo, de notable reflejo tornasol y, si es un macho, con unas largas astas que sobresalen desde su mandíbula. Se trata del popular ciervo volante (Chiasognathus grantii).

Astas del ciervo volante
Las astas del ciervo volante salen desde sus mandíbulas. Créditos: Vicente Valdés Guzmán.

Una de las cosas más particulares e interesantes de este insecto es su dimorfismo sexual, es decir, la diferencia entre machos y hembras. Rodrigo Barahona, doctor en ciencias silvoagropecuaria y veterinarias, explica: “El macho tiene dos proyecciones en forma en la mandíbula, son muy características. A diferencia de la hembra que no las tiene, sus mandíbulas son cortitas”. Para hacerse una idea, las astas de los machos pueden llegar a ser 2 o 3 veces más grande que su cuerpo y son las responsables de su nombre común, por su parecido a las astas de los ciervos (Cervus elaphus). Estos últimos las utilizan como armas de defensa y signo de fuerza en diferentes especies como el ciervo o el reno, y este pequeño insecto, no es la excepción.

Los machos usan estas astas para competir entre ellos por el derecho a aparearse con una hembra. Estos escarabajos por lo general habitan en árboles y ramas, por lo que este es el espacio donde se generan sus rituales de lucha, donde se empujan y pelean con sus mandíbulas hasta que el más débil cae. El macho con las mandíbulas más grandes y fuertes tendría mayores posibilidades de reproducirse con una hembra.

Dos ciervos volantes
Los ciervos volantes se reproducen en los meses de verano. Créditos: Vicente Valdés Guzman.

Pero al botar a su oponente, la tarea no ha terminado, ya que cuando el macho va en busca de la hembra, aparearse no es fácil. La hembra no está dispuesta a aparearse de inmediato, y pelea con el macho para impedírselo. El escarabajo utiliza nuevamente sus fuertes y largas mandíbulas para sostener a la hembra mientras copula con ella. 

Esta especie tiende a aparecer durante los meses de verano, por lo que su apareamiento será durante la misma fecha. Por lo tanto, entre fines de diciembre hasta mediados de marzo, inclusive hasta abril, es posible ver a este escarabajo rondar por el sur de Chile.

El interés de Charles Darwin

El ciervo volante también es conocido como «escarabajo de Darwin», ya que el popular científico naturalista nacido en 1809, lo estudió e ilustró en su libro “El origen del hombre y la selección en relación al sexo”, publicado en 1871. 

Darwin escribió sobre el escarabajo y sus impresiones: “El macho de Chiasognathus grantii del sur de Chile es un escarabajo espléndido… Ha desarrollado mandíbulas enormes, es audaz y agresivo; cuando se siente amenazado se pone en guardia, abriendo sus grandes mandíbulas, y al mismo tiempo estridulante ruidosamente; pero las mandíbulas no son lo suficientemente fuertes como para pellizcar mi dedo con el fin de causar dolor real». 

Ciervo volante de cerca.
El ciervo volante es la imagen de la Sociedad Chilena de Entomología. Créditos: Vicente Valdés Guzmán.

El interés de Darwin estaba en las astas de este escarabajo. Las características del ciervo volante ayudaron al científico a fundamentar su teoría acerca del rol de la selección sexual en el desarrollo de estructuras morfológicas exageradas, que parecían ir en contra de la selección natural, pero aun así están presentes en los machos de la especie.

Gracias al estudio del científico sobre la especie, ahora es uno de los escarabajos más reconocidos por la comunidad científica en el ámbito de la evolución biológica. De hecho actualmente es la imagen de la Sociedad Chilena de Entomología, según lo que comenta Rodrigo Barahona respecto a la popularidad del ciervo volante chileno.

Características de la especie

El ciervo volante pertenece a la familia Lucanidae. Es una especie nativa de los bosques de Nothofagus del sur de Chile y Argentina. En Chile está presente entre las regiones del Biobío y Aysén. 

Su cuerpo es de color marrón rojizo. A la luz se pueden apreciar reflejos iridiscentes verdosos en su superficie, lo que lo hace muy atractivo.

Hembra ciervo volante
Las hembras tienen la mandíbula mas corta que los machos. Créditos: Vicente Valdés Guzmán

El primer segmento del tórax es más ancho que largo, de colores metálicos como la cabeza con un levantamiento redondo en el centro, su superficie es lisa, sin pelos. Tiene patas largas, el segundo y tercer par son delgadas, mientras que el primer par más gruesas y largas, llegando a sobrepasar la parte superior de sus mandíbulas.

Las hembras depositan los huevos en los suelos del bosque, entre la hojarasca del suelo. Las larvas son radículas polífagas, es decir, habitan en el suelo alimentándose de una gran variedad de ramas y hongos.

Los adultos de la especie se pueden ver volando o escalando arboles durante los meses de verano. Son arborícolas, es decir, hacen gran parte de su vida en las ramas de los árboles. 

Ciervo Volante escalando arból.
Son arborícolas, es decir, hacen gran parte de su vida en las ramas de los árboles. Créditos: Vicente Valdés Guzmán.

Se alimentan de la savia fermentada de los árboles nativos del bosque, tales como el tineo (Weinmannia trichosperma), coigüe de Chiloé (Nothofagus nítida) y coigüe de magallanes (Nothofagus betuloides). 

La savia la extraen de pequeñas heridas en los árboles, por acciones de otras especies que generan desgarros en las cortezas. Cuando esta sale al aire se oxida y se fermenta, esto atrae a los ciervos volantes.

Rol en el ecosistema

Según Rodrigo Barahona, “los ciervos volantes son organismos que ayudan a mantener la estructura del suelo, la enriquecen a medida que van comiendo raíces. Las fecas de las larvas tienen materia orgánica, sus componentes sirven para alimentar a algunas bacterias que se asocian a las raíces y a los hongos. La especie ayuda al ciclo de los nutrientes”. 

Las amenazas de un popular escarabajo

La principal amenaza es pérdida de hábitat a causa del humano o incendios forestales. ”Cuando transformas el suelo no solo le quitas su hábitat y sino que también su alimento”, explica Barahona.

Ciervo volante, tornasol.
Su cuerpo es de color marrón rojizo, pero a la luz se puede apreciar su reflejo tornasol. Créditos: Vicente Valdés Guzmán.

Por otro lado, existe una práctica por parte de coleccionistas de todas partes del mundo, quienes capturan, compran o venden a esta especie. «Son muy cotizados en el extranjero”, explica Rodrigo, quien ha visto de cerca esta práctica. Comenta que se ha enterado como en Asia hay un mercado cotizado de ciervos volantes, donde tienen hasta criaderos para venderlos como mascotas.

“En Chile, se prohíbe la caza del ciervo volante, además de su captura y recolección. Para estudiarlo hay que tener permisos especiales. Mucha gente tiene una confusión, ya que al no estar protegido por Ministerio del Medio Ambiente, se cree que no tiene protección, pero está protegido en relación a la Ley de Caza del Servicio Agrícola Ganadero”, explica el Barahona.

Según un estudio la especie “no presentan un elevado número de individuos y en la mayor parte del país su distribución es discontinua y agregada, por tanto, actualmente no existe certeza si C. granti es escasa o rara”, agregando que el ciervo volante está protegido en Chile en dos unidades de conservación efectiva: la Reserva Nacional Río Simpson y Reserva Nacional Puyehue.

Infografía por Amelia Ortúzar
Infografía por Amelia Ortúzar
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