Agencias estatales, municipios, académicos y expertos locales, participaron en la Planificación Ecológica a Escala Local 2030 (1:25.000), que determinó una red de espacios que permiten conectar áreas naturales con el objetivo de preservar la biodiversidad, prevenir la fragmentación de los hábitats, y favorecer la migración, dispersión, vinculación e interrelación de poblaciones de flora y fauna silvestres, desarrollada para el área del Proyecto GEF Corredores Biológicos de Montaña (Proyecto GEF Montaña), de ONU Medio Ambiente y el Ministerio del Medio Ambiente de Chile, ubicado en la ecorregión mediterránea de Chile, hotspot o punto caliente prioritario para la conservación biológica en el mundo.

Áreas de alto valor en biodiversidad Chile central ©GEF Montaña
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Dicha red se denominó “Infraestructura Ecológica”, y su misión es proponer la concentración de los esfuerzos de protección de los ecosistemas en núcleos, nodos y corredores, sobre todo en zonas que no cuentan con una figura de protección actual.

A través de un portal web llamado Geoportal, resultante del proceso de desarrollo de la Planificación Ecológica a Escala Local para 30 comunas de la Región Metropolitana y seis de la Región de Valparaíso, se pueden visualizar y explorar imágenes satelitales en donde se logra identificar una gran red de áreas naturales, con más de 800 sitios de relevancia en biodiversidad, los que se concentran especialmente en los cordones montañosos y tienen presencia casi en la totalidad de las áreas protegidas del área del Proyecto GEF Montaña. Sin embargo, el 87,2% de la superficie con mayor relevancia ecológica para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos actualmente no se encuentra incluida en un área protegida.

Río Clarillo ©Matías Guerrero
Río Clarillo ©Matías Guerrero

“Este hallazgo es fundamental para continuar con el desarrollo de los trabajos junto a todos los agentes involucrados en el cuidado del patrimonio natural y mantener conectados los corredores biológicos entre cada municipio. Al zonificar estas hectáreas dentro de una Infraestructura Ecológica podemos abordar de manera precisa las necesidades para la conservación de la biodiversidad que habita en esta área hotspot de importancia mundial, en donde se ha registrado la mitad de las especies endémicas y amenazadas del país, únicas en el planeta”, asegura Juan José Donoso, director del Proyecto GEF Montaña y jefe de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente.

Dentro de estas hectáreas, según estudios científicos, se puede encontrar un registro de distintas especies descritas para la zona central: 2.864 especies nativas de flora, 132 de ellas endémicas de las regiones Metropolitana de Santiago y Valparaíso, y 91 exclusivas de la Región Metropolitana de Santiago. En cuanto a la fauna, se tiene registro de 336 especies entre estas dos regiones que equivalen al 48% de las especies del país. De ellas se cuenta el 57% de las aves de Chile, 37% de mamíferos, 36% de peces, 28% de reptiles y 20% de anfibios, lo que advierte una alta riqueza de especies, entre ellas, el puma (Puma concolor).

©GEF Montaña
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Infraestructura Ecológica

La Planificación Ecológica a Escala Local 2030 reunió a más de 120 funcionarios municipales, expertos académicos y locales, quienes identificaron territorialmente los ecosistemas relevantes para la biodiversidad,  la regulación de agua y almacenamiento de carbono, en zonas como la precordillera y zonas montañosas de los Andes debido a la presencia de bosques, vegas alto andinas, glaciares y áreas protegidas. Así también, se mencionó la importancia de los espacios rurales, quebradas, cerros y otras áreas protegidas en el valle interior, y las quebradas, bosques y sistemas de humedales naturales y artificiales de la cordillera de la Costa hacia el mar, además de zonas de conflicto, por donde los corredores principales se ven forzados a cruzar, por ejemplo, sobre autopistas o carreteras.

Áreas de alto valor en biodiversidad Chile central ©GEF Montaña
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La tarea concluyó con la definición de la Infraestructura Ecológica: una red compuesta por 100 núcleos o unidades espaciales con mayor relevancia ecológica para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, que ocupan una superficie de aproximadamente 378 mil hectáreas; interconectados por 385 corredores principales y secundarios con sus respectivas zonas de amortiguación, con una superficie de 17.844 hectáreas, que son elementos lineales del paisaje que comunican los núcleos y permiten el flujo de materiales y energía; y finalmente se aparecen 370 nodos, que corresponden a parches de menor tamaño ubicados en línea con los corredores y entre los núcleos, y suman unas 26.318 hectáreas.

La red determinó que los sitios de mayor relevancia ecológica para la biodiversidad y provisión de agua, por ejemplo, en la cordillera de los Andes, son el Parque Nacional Río Clarillo, el Monumento Natural El Morado, el embalse El Yeso y el Piedemonte Andino. Hacia el norte de Santiago, están el sector de Chacabuco-Peldehue y el cordón El Roble. En los sectores de valle y cerros de la cordillera de la Costa, se encuentran los sectores de Mallarauco y sur de Cantillana. En las comunas de la región Valparaíso, destaca la alta relevancia del Parque Nacional La Campana, de Quilpué, el sector norte de Casablanca, algunas cabeceras de cuencas entre Cartagena y María Pinto y en la zona costera la Reserva Nacional y Sitio Ramsar El Yali.

Áreas de alto valor en biodiversidad ©GEF Montaña
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Las zonas de amortiguación de los núcleos, claves para la mitigación de amenazas, se concentran en comunas que contienen importantes cordones montañosos como en San José de Maipo (32,6%) y Lo Barnechea (7,8%), y gran parte del cordón Cantillana en Alhué (6,9%), lo que demuestra lo relevante de preservar las zonas montañosas del área GEF Montaña. Las comunas con mayor superficie de corredores principales son Melipilla (29,5%), Isla de Maipo (12%), Buin (8,5%) y San José de Maipo (7,1%). Mientras que, las comunas con mayor superficie de corredores secundarios son Curacaví (19,2%), San José de Maipo (17,8%) y Santo Domingo (9,1%).

“La red de la Infraestructura Ecológica permite reconocer los territorios de mayor valor en biodiversidad y su conexión de manera estratégica, porque nos da la posibilidad de gestionarlos para impedir el avance de la degradación del paisaje y funcionalidad de los ecosistemas. La Planificación Ecológica es un instrumento que no establece orientaciones obligatorias a las actividades e intervenciones humanas que potencialmente afecten la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, sin embargo, consideramos que este instrumento expresa una visión que es un insumo de gran relevancia para ser considerado en el ordenamiento territorial”, afirma Donoso.

Conoce más sobre la Planificación Ecológica 2030 aquí.

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