En la parte alta de la cordillera de Santiago, en el sector del Cajón del Maipo, valle del río Colorado, viven comunidades que por generaciones han ocupado y trabajado el territorio con actividades como la ganadería de montaña. Padres, tíos y abuelos de los actuales ganaderos y ganaderas fueron inquilinos cuando el fundo era privado y se dedicaba a esta actividad, que hoy, una de las agrupaciones que habita en la zona, busca conciliar con la recuperación del territorio degradado.

La búsqueda de una respuesta a la necesidad de compatibilizar la mantención de la cultura arriera con la protección de la biodiversidad de montaña es un desafío para los crianceros de la comunidad del Cajón del Maipo y a la vez para todo el país, siendo este el factor común de esta problemática socio ambiental. Es el desafío también planteado por Naciones Unidas a todos los países a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, que apuntan al desarrollo sostenible mediante la equidad, protección del planeta y prosperidad en paz para todos. Siguiendo esta senda, es que el Proyecto GEF Corredores Biológicos de Montaña (GEF Montaña) se diseña y ejecuta, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, para experimentar distintos modelos de gestión territorial que integren la conservación de la biodiversidad en las distintas actividades productivas en los territorios de montaña.

Ganaderos recorriendo ladera Cajon del Maipo
Ganaderos recorriendo ladera Cajon del Maipo

“Este piloto de ganadería sustentable permitirá orientar dónde es que se requieren los apoyos para lograr los cambios que favorezcan la protección de nuestros ecosistemas naturales, como por ejemplo, capacitando en técnicas de crianza sostenibles y en gobernanza para fortalecer las decisiones organizacionales; focalizando y empaquetando la entrega de los incentivos del Estado en buenas prácticas productivas, maximizando el impacto positivo esperado; y monitoreando los efectos de las nuevas prácticas, que permitirán a los crianceros de montaña y agencias públicas acompañarse en el proceso de transformación del sector hacia prácticas crianceras sostenibles, compatibles con la conservación de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos”, afirma Marianne Katunarić, coordinadora nacional del Proyecto GEF Montaña.

Los crianceros, que viven total o parcialmente por generaciones de la cría de ganado doméstico, han gestado la cultura arriera cajonina, considerada un patrimonio cultural inmaterial, reconocido a nivel nacional.  Ellos practican un sistema tradicional de ganadería extensiva en que se deja libre al ganado en la montaña, para alimentarse sin la presencia de un pastor sobre diferentes tipos de superficies, a diversas altitudes y pendientes, en sectores sin cercos, dificultando el control sobre el uso de la pradera por el ganado. Así, la ganadería sin planificación ni control, tal como ha sido llevada durante las últimas décadas, sumado al extenso periodo de sequía y fenómenos de lluvias torrenciales, se han convertido en factores de deterioro del capital natural cordillerano. Y, como consecuencia de esto, se ha afectado el bienestar de las mismas comunidades que habitan este territorio y quienes habitan la parte baja de la cuenca.

Crianceros del Cajón del Maipo construyen su futuro con ganadería y turismo sustentable     

La comuna de San José de Maipo, presenta un 36% de suelos erosionados o en inminente riesgo de erosión. En este contexto, la Ilustre Municipalidad de San José de Maipo, está muy ocupada en detener e impedir que factores socio ambientales agraven la situación, por lo que decidieron explorar una Solución Basada en la Naturaleza, que se construyera junto a la comunidad criancera cajonina. 

Ladera de montaña Cajon del Maipo
Ladera de montaña Cajon del Maipo

El Municipio, a través del Programa de Desarrollo Local (PRODESAL) de INDAP, encontró socios en la SEREMI de Agricultura de la Región Metropolitana y el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), para desarrollar una experiencia piloto que permitiera conciliar la actividad ganadera con la recuperación de los ecosistemas de montaña. El ex Seremi de Agricultura de la Región Metropolitana, José Pedro Guilisasti, quien lideró esta iniciativa ante los servicios públicos del agro, explica las necesidades que detectaron las agencias estatales y las razones del apoyo para el cambio en las prácticas ganaderas tradicionales: “Ante los actuales escenarios de cambio climático y la degradación de los ambientes de montaña, con una escasez creciente del agua, las prácticas ganaderas que propician y tienen un componente de sustentabilidad, son el camino para hacer viable la actividad ganadera, tanto ambiental como económicamente”.

Así fue planteado al MMA, en el marco del Proyecto GEF Montaña, acordándose desarrollar un piloto de ganadería sustentable en la comuna de San José de Maipo. La primera acción para levantar el piloto fue verificar la información del Proyecto Innova de CORFO “Santiago Andino” (2008-2011), que estableció la condición de los suelos, la vegetación, y planes de manejo para siete predios grandes de la comuna. Con esta información, durante el año 2017 y 2018, se elabora el Plan Maestro Distrital de Conservación de Agua, Suelo y Bosque para la comuna de San José de Maipo, a cargo de la Universidad de Chile. Mediante un proceso participativo, en que se invitó a la comunidad cajonina, se definió la capacidad de acogida de los ecosistemas para distintas actividades productivas identificando buenas prácticas para compatibilizar objetivos de desarrollo local con la protección de la biodiversidad. Una de las actividades productivas identificadas fue la ganadería de montaña. 

Flor con insectos Cajon del Maipo
Flor con insectos Cajon del Maipo

Una vez terminado el Plan Maestro Distrital, se visitaron diferentes agrupaciones de ganaderos del ex fundo Río Colorado y de otros sitios de la comuna para probar la implementación de las recomendaciones de este plan y trabajar en una transformación de sus prácticas ganaderas para proteger las praderas y fauna nativa. De este modo, se concretó el trabajo con la Agrupación de Pequeños Ganaderos Fundo Maitenes sector Las Tórtolas del ex fundo Río Colorado. Se llegó al acuerdo de convocar un equipo integrado por especialistas en ganadería sustentable y en ciencias sociales, con la misión de fortalecer la gobernanza de la agrupación, y de trabajar en la co-construcción de un plan de manejo con objetivos de protección de biodiversidad.

Más tarde, se creó una mesa técnica, conformada por ganaderas y ganaderos, entre cuyos propósitos se encontraban el acompañar a los especialistas, quienes catastraron los animales de cada uno de los socios de la agrupación; los animales sin dueño aparente; y los que sus dueños son ajenos a la comunidad. Recorrieron el predio con los crianceros, caracterizando la masa de ganado; detallando las praderas y sus especies de flora; puntos de las fuentes de agua de bebida; las áreas de riesgo por predación y parición, entre otras. 

Todo eso se volcó en un mapa participativo con sus topónimos, sus nombres comunes asignados a los diferentes lugares; y además reconocieron juntos las especies de flora, nombrando e identificando el uso dado, creando una guía etnobotánica para ese sector de Las Tórtolas. Esta tarea común, fue haciendo que los comuneros maduraran una mirada crítica sobre sus propias prácticas tradicionales de manejo. Así lo dice Nancy Urtubia, arriera miembro de la mesa técnica: “el campo estaba muy deteriorado, había mucha sequía también, yo creo que en parte por el mal manejo que había detrás. Para que le vamos a echar solo la culpa al tiempo, si uno tiene que ver que la culpa puede ser de la gente también”, afirma.

 

Ganaderos en reunion
Ganaderos en reunion

Fue en el pleno de la asamblea general de la agrupación donde, aprobándolos socias y socios, se definió un plan de pastoreo planificado, al que se refiere  Cristóbal Gatica, especialista en ganadería sustentable del Proyecto GEF Montaña: “este nos permite contar con un instrumento que da un adecuado tiempo de descanso a las praderas naturales, de modo que las plantas puedan crecer, desarrollarse y recuperar sus reservas radiculares, aumentando la cobertura del suelo, permitiendo terminar sus ciclos reproductivos, produciendo semillas que van a incrementar el banco de estas en el suelo. Este enfoque precautorio impide que los suelos en pendiente se sigan empobreciendo o lavando debido al escurrimiento intenso del terreno provocado por fenómenos como las lluvias torrenciales de fines de enero de 2021”.

Cumplir la tarea de manejar el ganado en un predio sin cercos es un desafío mayor, al que la mesa técnica dio respuesta solicitando al Proyecto GEF Montaña financiar por seis meses la implementación de la práctica ancestral del cordoneo, que aplicaban sus padres y abuelos. En esos tiempos, el administrador organizaba a los inquilinos para que recorrieran el fundo a caballo, siguiendo la divisoria de aguas “por los cordones de cerro”, observando la ubicación del ganado, y arreándolo para evitar la sobreexplotación de las praderas altoandinas. 

Teniendo a la vista este sistema de pastoreo histórico de “cordoneo”, acordaron organizar turnos entre las socias y socios de la agrupación, experimentando en la práctica, por sí mismos, la respuesta positiva de la pradera y la mayor disponibilidad de pastos para sus animales. Para Héctor Aguirre, arriero presidente de la agrupación, el cordoneo es una de las piezas importantes del manejo ganadero: «hoy sabemos dónde tenerlo (al ganado), cómo manejar el campo y cuidarlo para que el pasto crezca y madure, y así sigan recuperándose las praderas que por tiempo no se recuperaban. Este verano tuvimos el orgullo de ver los pastizales floridos”, dice.

 

Poco a poco, la agrupación ha construido una visión común: la certeza que el dar un uso sustentable al predio significa proteger la biodiversidad y su cultura criancera. Hoy se encuentran ad portas de aprobar el plan de manejo ganadero sustentable, y han enfocando sus esfuerzos en el control del número de animales dentro del predio, vigilar los lugares dónde y con qué intensidad se pastorea, unido con el monitoreo y verificación del impacto de la actividad sobre la pradera.

Además, han decidido ir más allá, explorando el desarrollo de una oferta de turismo rural, compatible con la actividad arriera, que posibilite generar capacidades y diversificar las fuentes de ingreso. Así lo indica Juan Silva, arriero tesorero de la agrupación, “lo importante es que tengamos la oportunidad de desarrollar nosotros mismos el turismo, de ese modo podríamos tener otro ingreso, que permita mantener pocos animales en el campo, pero no perder lo que queremos, y es siempre dejar algo de ganado porque tenemos la tradición criancera; además, tenemos mucho qué contar de nuestras tradiciones a los turistas”. 

A la par del desarrollo de este proceso que tomó tres años, los organismos del Ministerio de Agricultura de la Región Metropolitana firmaron un convenio de cooperación, para promover, con sus programas de subsidios, la implementación del Plan Maestro Distrital de Conservación de Agua, Suelo y Bosque de la comuna de San José de Maipo. En ese convenio CONAF, SAG e INDAP de la Región Metropolitana se comprometen a priorizar la entrega de subsidios a propietarios y usuarios de la tierra, que diseñen proyectos que contribuyan a la implementación buenas prácticas productivas identificadas en dicho plan, en donde el fomento del manejo de praderas sustentable es una de ellas. Descarga aquí el convenio.

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