¿Sabías que las aves silvestres juegan un rol fundamental controlando plagas en cultivos, ayudando a mejorar la producción agrícola en diversos territorios del mundo? ¿Te imaginabas que este proceso ocurre de manera eficiente, natural y respetuosa con nuestro medio ambiente y biodiversidad? 

ilustración aves en cultivos
Ilustración aves en cultivos Crédito: ©Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB)

Así lo estableció una investigación publicada en la Revista Journal of Pest Science, y que estuvo liderada por científicos chilenos, entre ellos, Juan Luis Celis, ingeniero agrónomo e investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). 

El trabajo consistió en un análisis global de 55 artículos científicos previamente publicados, en los que se examinó y comparó lo qué ocurre en cultivos cuando existe presencia de aves y cuando éstas se excluyen del paisaje, determinando un efecto neto positivo de los pájaros como agentes de control biológico y en el rendimiento agrícola. Los beneficios también se vieron incrementados cuando existía mayor diversidad de especies de aves en los territorios. Asimismo, se comprobó que los efectos eran mayores cuando la estrategia se implementaba en sistemas de cultivo convencionales, más que en los de tipo orgánico.

Tiuque (Milvago chimango). Crédito: ©Pixabay_Easy-Resize.com
Tiuque (Milvago chimango). Crédito: ©Pixabay

Respecto a la forma de excluir aves en los experimentos, se consideraron principalmente estudios en los que la exclusión se realizó colocando mallas para que las aves no llegaran a los cultivos. Del mismo modo, los estudios incorporados al análisis que incrementaron la presencia de aves, lo hicieron a través de la instalación de casas anideras, o atrayendo a las aves otorgando estructuras como perchas en las áreas de cultivo.

“En este metanálisis cuantificamos los datos de decenas de trabajos realizados en diferentes lugares del mundo, incluyendo Latinoamérica, y en diversos tipos de cultivos, principalmente vid, café y manzanos. Todos los estudios tenían comparaciones de lo que pasaba con y sin aves en un mismo territorio. Y lo que arrojó nuestra investigación, es que cuando se removían las aves de un sistema, aumentaba la abundancia de plagas -como insectos, ratones u otras aves-, se incrementaba también el daño al cultivo, y se reducía la productividad, tres variables claves en la agricultura. Todo esto es muy relevante, ya que pudimos demostrar a nivel global el rol clave que tienen las aves dentro de la agricultura, aportando un importante servicio ecosistémico”, explica Juan Luis Celis.

Juan Luis Celis Crédito: ©Daniel Casado
Juan Luis Celis Crédito: ©Daniel Casado

Control de plagas en la agricultura 

Según comenta el investigador del IEB, la agricultura intensiva y la existencia de grandes monocultivos constituyen hoy el principal impulsor de cambio de uso de suelo y pérdida de biodiversidad en el planeta, siendo las aves uno de los grupos más afectados.  Sin embargo, la actividad agrícola es fundamental para la subsistencia humana, razón por la cual hoy se buscan alternativas para cambiar el paradigma de la agricultura convencional, e impulsar estrategias sustentables que permitan mantener la productividad de los cultivos y al mismo tiempo, minimizar los impactos ambientales negativos. “Que el sistema agrícola sea más eficiente, depende de los servicios ecosistémicos. Y en la agricultura hay tres que son muy relevantes: la polinización, la fertilidad del suelo y reciclaje de nutrientes, y el control de plagas”, comenta el investigador PUCV.

Este último punto es fundamental, ya que la agricultura intensiva, que presenta una baja biodiversidad, es altamente vulnerable al ataque de plagas animales, lo que lleva a una pérdida promedio de entre el 9% y el 37% de la producción. En ese contexto, la estrategia dominante para combatir este problema se basa en la aplicación de pesticidas químicos, “una práctica que no es ni económica ni ecológicamente sostenible”, según advierte el estudio. 

Pequén (Athene cunicularia) Crédito: ©Paula Díaz Levi
Pequén (Athene cunicularia) Crédito: ©Paula Díaz Levi

Otra alternativa empleada por la agricultura, es la cría y uso de enemigos naturales como insectos, que permitan reemplazar a un pesticida. También se ha promovido la mantención de remanentes naturales de vegetación que faciliten la coexistencia de insectos para atacar a las plagas. Sin embargo, se le ha dado muy poco énfasis al aporte que hacen los vertebrados, grupo dentro de los cuales se encuentran las aves. 

Aves: grandes aliadas de los cultivos 

Por todo ello, es que el trabajo destaca la importancia de considerar como aliadas, a la gran diversidad de aves silvestres, incluyendo rapaces (que se alimentan de conejos, ratones y otras aves) y los pájaros insectívoros. De hecho, a escala mundial, se ha estimado que las aves consumen entre 400 y 500 millones de toneladas de artrópodos -el mayor grupo de invertebrados, que incluye insectos y arañas-, lo que también ocurre en tierras de cultivo.

Chercán (Troglodytes Aedon). Crédito: ©María Antonieta González Easy-Resize.com
Chercán (Troglodytes Aedon). Crédito: ©María Antonieta González

“Considerando este estudio, podemos ver que el beneficio de las aves en la agricultura es global para todas las plagas, ya sea de insectos, de otras aves, y de mamíferos pequeños. Es por ello que debemos impulsar la intensificación ecológica como gran desafío, entendiendo que mientras más saludable es un ecosistema, y con mayor diversidad de especies en los cultivos y paisajes circundantes, más se beneficia la producción agrícola”, asegura el científico del IEB. 

Respecto a los aportes y soluciones para el ámbito agrícola, el trabajo propone algunos puntos esenciales que pueden ayudar a incrementar la presencia y visita de aves en diferentes cultivos alrededor del mundo. “Primero, se deben proteger los remanentes de vegetación nativa que quedan alrededor de los campos. Segundo, conservar las franjas de vegetación que quedan adentro de los cultivos, e incentivar que los cercos sean de especies nativas. También, se debe incentivar la existencia de islas o núcleos de vegetación silvestre entre los cultivos para unir y hacer corredores, y al borde de tranques y canales. Finalmente, y si estas alternativas no son posibles, se puede fomentar el uso de casas anideras para pequeñas aves rapaces u otras, ejemplos que ya hemos observado en plantaciones de nuestro país. Estas casitas pueden servir de refugio o sitios de nidificación para especies como lechuzas, que controlan las plagas de ratones o chercanes que consumen insectos”, asegura el ingeniero agrónomo. 

Tapaculo (Scelorchilus albicollis) en franja de vegetación de viñedo. Crédito: © Programa VCCB
Tapaculo (Scelorchilus albicollis) en franja de vegetación de viñedo. Crédito: ©Programa VCCB

Finalmente, el estudio realiza un llamado a los agricultores y administradores de tierras, para que adopten prácticas de intensificación ecológica, que representan una estrategia de beneficio mutuo para la producción de alimentos y el medio ambiente. 

“En el fondo, lo que debemos hacer es cambiar es la visión de la agricultura, reconocer que la forma en que se practica actualmente de manera intensiva es parte importante del problema ambiental, y hacer que ésta se transforme en una solución de base natural”, concluye Celis.

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