Es como si dos pequeñas mariposas estuvieran acompañando al colibrí. Así es el colibrí cola de espátula (Loddigesia mirabilis), un ave endémica de Perú. Su corona de intenso color violeta y su garganta de plumas turquesas y azul ultramarino se iluminan al contacto con la luz del sol. Esta es considerada como una de las aves más hermosas del mundo y se encuentra casi amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Sin embargo, para los investigadores peruanos del proyecto «Salvando al colibrí cola de espátula” esta clasificación sobre su estado sería incorrecta, ya que la especie cuenta con una población de apenas 1000 individuos y se desarrolla en apenas 8700 kilómetros cuadrados en el Valle del Alto Utcubamba, al noreste de la Amazonía peruana.

“La UICN dice que el colibrí no está tan amenazado, que hasta cierto punto es cierto, el colibrí cola de espátula es una especie del bosque que logra sobrevivir en lugares impactados, pero que requiere marañas densas. Su hábitat está tremendamente fragmentado y se reduce cada año más por los incendios. El colibrí está en poblaciones muy pequeñas y en parches de hábitat con bosques frondosos muy pequeños, muy aislados”, explicó el ornitólogo Thibaud Aronson.

Los viveros locales del Alto Utcubamba promueven el uso de especies nativas para la reforestación de bosques depredados. Foto: cortesía Andrés Gálvez – Landes
Los viveros locales del Alto Utcubamba promueven el uso de especies nativas para la reforestación de bosques depredados. Foto: cortesía Andrés Gálvez – Landes

El nombre de esta ave es por su característica cola en forma de una espátula de apenas 13 centímetros de largo, es la única especie del mundo que tiene solamente cuatro plumas en la cola. Fue estudiada por primera vez en 1835, pero ante la falta de avistamientos se conoce poco sobre la especie en la actualidad.

En 2021, los investigadores Andrés Gálvez y Thibaud Aronson fundaron Landes, una organización dedicada a la restauración ecológica con especies nativas en el valle del Alto Utcubamba, en la región de Amazonas, para incentivar la restauración ecológica del hábitat del colibrí cola de espátula.

“Desarrollamos actividades de investigación para entender el hábitat del colibrí cola de espátula. Buscamos entender qué especies de plantas les sirven de alimento, pero también queremos saber cómo funcionan los diferentes ecosistemas de este valle, que son bastante variables”, dijo Andrés Gálvez a Mongabay Latam.

Se estima que existe una población de solo 1000 individuos del colibrí cola de espátula en el mundo. Foto: cortesía Andrés Gálvez
Se estima que existe una población de solo 1000 individuos del colibrí cola de espátula en el mundo. Foto: cortesía Andrés Gálvez

Amenazas al colibrí

En el reverso del billete de 100 soles (28.16 dólares) que circula en el Banco Central de Reserva (BCR) de Perú se encuentra la imagen del colibrí cola de espátula junto con la orquídea Phragmipedium kovachii. Ambas especies son nativas de los bosques nubosos del norte del país.

Esta especie de colibrí es reconocida a nivel nacional y mundial por su belleza. Sin embargo, el lugar donde habita tiene dos amenazas latentes: los incendios forestales y la tala para la expansión agrícola. En los últimos 20 años, la región de Amazonas ha perdido 100 000 hectáreas de bosque primario por estas causas.

“En 2024, los incendios forestales llegaron a su pico más alto. La mayoría de los casos son incidentales. Es decir, fueron realizados por agricultores locales con la intención de quemar pajonales, pero se salieron de control arrasando con hectáreas de bosque”, señaló Carolina Butrich, gerenta de Conservación por la Naturaleza y Estrategia de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, que apoyan a Landes en la investigación sobre el colibrí cola de espátula.

Los incendios forestales son la principal amenaza en el valle del Alto Utcubamba. Foto: cortesía Sernanp
Los incendios forestales son la principal amenaza en el valle del Alto Utcubamba. Foto: cortesía Sernanp

Butrich cuestionó que en Perú las quemas controladas no se prohíban en la época más seca ni se exijan equipos de protección y contingencia e informar previamente a las autoridades. Solo en 2024 se registraron 60 incendios forestales en el valle del Alto Utcubamba.

“Es bueno a nivel papel que esté prohibido, pero en la práctica, las personas, las comunidades locales necesitan esas quemas controladas y al estar prohibido lo hacen de una manera no regulada y se salen de control”, dijo la especialista. “En Perú no tenemos estrategias para controlar estos incendios. En otros países donde suceden muchos incendios forestales tienen franjas antifuegos para que no sea descontrolado», agregó.

Además, sostiene que Perú no tiene preparación suficiente «para responder a estas situaciones, no hay brigadas contra incendios, no hay el cuerpo de bomberos en áreas protegidas”, agregó.

Otro de los factores importantes para la pérdida de bosque es la ampliación de la frontera agrícola para cultivos de café, arroz y cacao.

El colibrí cola de espátula es considerado una de las aves más hermosas del mundo. Foto: cortesía Andrés Gálvez – Landes
El colibrí cola de espátula es considerado una de las aves más hermosas del mundo. Foto: cortesía Andrés Gálvez – Landes

Restauración ecológica

En un pequeño vivero de cuatro por cinco metros cuadrados, el ornitólogo Thibaud Aronson experimenta con la propagación de especies nativas de flora, como olchoc (Cavendishia bracteata), limoncillo (Cantua pyrifolia), un tipo de bromelias (Tillandsia tovarensis) y urpitupe (Duranta dickinsonii). Todas estas especies son alimento para los colibríes.

“Lo que buscamos es que los bosques depredados puedan ser restaurados con especies nativas que atraen a los colibríes, así cuidamos el bosque al darle especies ya adaptadas y ampliamos el lugar de los colibríes cola de espátula. Para esto trabajamos con los viveros locales para que puedan ofertar a sus compradores las plantas nativas y dejen de usar especies como el eucalipto”, señaló el investigador.

La Bioreserva Amazilia, un área de conservación privada de 300 hectáreas, es el lugar donde trabajan Thibaud Aronson y Andrés Gálvez. Ambos son autores del libro “Plantas del Alto Utcubamba”, una guía de especies nativas y amenazas que busca enseñar a los pobladores locales de Amazonas qué especies son agradables para el colibrí cola de espátula.


La guía de especies nativas y amenazadas del Alto Utcubamba tiene la ilustración de 25 especies. Cedrela kuelapensis (izquierda) y Cavendishia bracteata (derecha). Ilustración: Landes
La guía de especies nativas y amenazadas del Alto Utcubamba tiene la ilustración de 25 especies. Cedrela kuelapensis (izquierda) y Cavendishia bracteata (derecha). Ilustración: Landes

En esta primera edición se muestran 25 especies entre árboles y arbustos que sirven de alimento y refugio para los colibríes. Además, se describen las características de los tipos de bosque que existen en el Alto Utcubamba, una zona rodeada por las impresionantes cataratas de Yumbilla y Gocta, atractivos turísticos muy visitados en Perú. Además, el centro arqueológico Kuëlap se encuentra en este valle.

“El año pasado un incendió alcanzó el terreno de Amazilia, perdimos 150 hectáreas de bosque, pero principalmente una zona donde identificamos uno de los hábitat del colibrí cola de espátula, por lo que es probable que murieran. Lo que hemos hecho en este último año es recuperar este espacio con árboles nativos como el aliso, el cedro, el limoncillo y otros. Nuestra intención es que la familia de colibríes cola de espátula pueda volver a este lugar en un futuro”, contó Andrés Gálvez.

Para promover la restauración ecológica en este valle, los viveros locales también promueven la venta de especies nativas, uno de los casos más ejemplares es el vivero agroforestal Tunki, que fue creado hace 10 años por las mujeres de la comunidad Cuispes.

“Tenemos especies como el limoncillo y pajuro que sirven para reforestar el bosque y pueden alcanzar hasta los 20 metros de altura. Además, tenemos variedades de café de alta calidad. El vivero es el sostén económico de más de 15 mujeres, pero a la vez nos permite cuidar nuestro ecosistema y al colibrí, ahora estamos aprendiendo qué plantas son sus favoritas y eso ofrecemos a nuestros compradores”, anotó Lliner Casquibol.

Talleres de capacitación con los productores locales en el Alto Utcubamba. Foto: Landes
Talleres de capacitación con los productores locales en el Alto Utcubamba. Foto: Landes

Más estudios

El colibrí cola de espátula también es conocido como “colibrí maravilloso” y es la forma más amigable de acercar a la población local a la conservación del valle de Utcubamba, afirma Carolina Butrich. “Esta especie es la más bella que existe, pero también en esta parte de los Andes amazónicos existen otras especies vitales como el oso de anteojos, el jaguar, quienes se encuentran en peligro de extinción”, anotó.

El gobierno peruano no tiene una estrategia específica para recuperar la población del colibrí cola de espátula. Andrés Gálvez considera que en unos años más podrán conocer mejor al colibrí, su hábitat y las especies de flora con las que más interactúan.

“Por ahora nos estamos concentrando en la restauración ecológica luego de los incendios que afectaron gravemente al valle. La intención del libro es que más personas sepan cómo reparar un ecosistema y sea amigable para el colibrí. Sin embargo, nos hacen falta más datos científicos para solicitar a la UICN una reevaluación sobre la situación del colibrí. Necesitamos un censo exhaustivo para conocer la población de esta especie y así generar políticas públicas para su protección”, dijo el científico.

En la región de Amazonas se realizan murales del colibrí cola de espátula para promover el cuidado de la especie. Foto: Landes
En la región de Amazonas se realizan murales del colibrí cola de espátula para promover el cuidado de la especie. Foto: Landes
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