Para gran parte de la población mundial, el desperdicio de alimentos se ha convertido en un hábito generalizado. Comprar más alimentos de los que necesitamos en los mercados, dejar que las frutas y hortalizas se estropeen en casa o servir porciones más grandes de lo que podemos comer, es cosa de todos los días.

Crédito: mejorconsalud.as.com
Crédito: mejorconsalud.as.com

Al menos eso revelan las cifras: El quinto libro de la colección El estado del planeta –elaborada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en ingles) y el diario ‘El País’, dedicado a la nutrición– indica que en los países desarrollados el mayor desperdicio de alimentos ocurre durante la distribución y en el último eslabón de la cadena, el consumidor. Es decir, compramos más de lo que necesitamos.

Este fenómeno se ha convertido en todo un problema para sustentabilidad y la seguridad alimentaria en el mundo, ya que, según datos entregados por la FAO,  entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para el consumo humano se pierde o se desperdicia a nivel global. Esto equivale a cerca de 1300 millones de toneladas de alimentos, lo que incluye el 30% de los cereales, entre el 40% y el 50% de las raíces, frutas, hortalizas y semillas oleaginosas, el 20% de la carne y productos lácteos y el 35% de los pescados.

Y si nos centramos en Latino América y el Caribe, en la región se pierden o desperdician hasta 127 millones de toneladas de comida al año, suficientes para satisfacer las necesidades de 300 millones de personas.

Sin lugar a dudas se trata de un gran problema, que toma aún más relevancia considerando que la subalimentación afecta a 47 millones de personas en la región, según datos de la FAO. Por ello, la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos son elementos cada vez más esenciales en un mundo en el que millones de personas padecen hambre a diario.

Hortalizas del Huerto Neltume ©Antonio Sepúlveda
Hortalizas del Huerto Neltume ©Antonio Sepúlveda

Por esta razón, y para aprender como reconectar con la comida y su significado, es que hemos elaborado para ti este listado con 8 consejos de la FAO para reducir el desperdicio de alimentos en los hogares. ¡No te quedes sin leerlo!

1.     No compres de más, solo lo que necesitas:

Prepara una lista de la compras y atente a ella evitando las compras impulsivas. No solo desperdiciarás menos alimentos, también ahorrarás dinero. Además, se recomienda acudir a la tienda con mayor frecuencia para disminuir el volumen de compra.

2.     No juzgues los alimentos por su apariencia: elije frutas y verduras «feas«

A menudo se tiran a la basura frutas y hortalizas magulladas o con formas extrañas porque incumplen unas normas cosméticas arbitrarias. Pero no te preocupes, el sabor es el mismo.

Puedes utilizar la fruta madura para preparar batidos, zumos y postres; y las verduras maduras para hacer sopas y cremas.

Créditos: Huertos a deo
Créditos: Huertos a deo

3.     Almacena los alimentos con sensatez

Pasa los productos más antiguos a la parte delantera de la despensa o el refrigerador y coloca los nuevos en la parte trasera. Además, revisa periódicamente los alimentos para asegurarse de consumirlos en la fecha correcta.

Para mantener frescos los alimentos abiertos en el refrigerador, utiliza contenedores herméticos y asegúrese de cerrar los paquetes para que no entren insectos.

4.     Comprende el etiquetado de los alimentos

Hay mucha diferencia entre las fechas de “consumo preferente” y “caducidad”. A veces los alimentos siguen siendo inocuos para el consumo pasada la fecha de “consumo preferente”, mientras que la fecha de “caducidad” indica el momento en que el consumo deja de ser inocuo.

5.     Planifica las comidas y reduce las porciones

Para evitar que queden sobras después de una comida, prefiera planificar el menú semanal y ajustar las raciones a la hora de cocinar y servir. También se recomienda compartir los platos más grandes en los restaurantes o pedir un recipiente para llevar las sobras. De lo contrario, tu comida se convertirá en desperdicio y terminará en la basura.

Hortalizas del huerto ©Agrícola Los FranSe limitada
Hortalizas del huerto ©Agrícola Los FranSe limitada

6.     ¡Valora las sobras!

Si no te comes todo lo que preparas no lo botes, congélalo para más adelante o utiliza las sobras como ingrediente de otra comida. Cocinar con el desperdicio alimentario es una manera fantástica de reducir la cantidad de alimentos que tiramos a la basura.

7.     Haz uso de las frutas y verduras en mal estado

En lugar de tirar a la basura las frutas y hortalizas podridas o descompuestas, haz compost con ellas. De esta forma no solo devolverás nutrientes al suelo, sino que reducirás tu propia huella de carbono.

8.     Apoya a los productores de alimentos locales

Comprando productos locales, estas prestas apoyo a agricultores familiares y pequeñas empresas de tu comunidad, y además, contribuyes a la lucha contra la contaminación reduciendo las distancias que recorren los camiones y otros vehículos en el reparto. Asimismo, prefiere los alimentos de temporada.

1 Comentario

1 Comentario

  1. Christian Gallardo

    hola, muy interesante el artículo, ojala profundizaran más en el tema y nos pudieran compartir de manera gráfica estos consejos y otros para difundirlos

    gracias.

Responder...