5 lecciones de expertos en manejo de contaminación de los océanos
Este verano 4 chilenos viajaron a las islas Maldivas para participar del Parley Ocean School como parte del programa Voluntarios por el Océano. Aquí dos de ellos nos cuentan las 5 principales lecciones que aprendieron de los expertos en manejo de contaminación de los océanos, sobre esta creciente problemática.
A principios de este 2018, cuatro chilenos seleccionados por el programa Voluntarios por el Océano impulsado por Cerveza Corona y la organización internacional Parley for The Ocean, viajaron a las islas Maldivas para participar del Parley Ocean School. Allí aprendieron acerca de la problemática de la contaminación por plásticos en el océano y diferentes estrategias para abordar esta situación.
Benjamín Simón (25), que estudia ingeniería comercial y realiza un magíster de innovación y emprendimiento y Valeria Fuentes (26), cineasta y fotógrafa de Talca que realiza proyectos de interés socioambiental, son dos de los afortunados que viajaron a las Maldivas. En Ladera Sur conversamos con ellos, quienes nos contaron más detalles de lo que pudieron aprender de los expertos de Parley Ocean School y aquí destacamos 5 de las grandes lecciones que obtuvieron para afrontar esta creciente problemática.
1. La basura no sólo afecta su entorno inmediato
Hace tiempo venimos escuchando sobre las islas de basura y cómo en diversos puntos de los océanos en los que convergen distintas corrientes, se han comenzado a acumular desechos en parches de inmensas proporciones. Sin ir más lejos, en Isla de Pascua ya hemos visto cómo las corrientes marinas han arrastrado basura del continente hasta sus playas, afectando a la fauna que ahí habita.
Benjamín Simón cuenta que en las islas Maldivas, vieron con sus propios ojos las consecuencias de este fenómeno: “Uno piensa en las Maldivas como un lugar paradisíaco pero cuando llegamos vimos también la otra cara. El primer día hicimos una limpieza de playa. Se recolectó mucha basura en una isla despoblada donde a pesar de no tener habitantes y a que la habían limpiado hace un año, estaba repleta, pero repleta, de basura. Era impresionante cómo la basura se queda en las corrientes y llega a todos lados”.
2. La importancia de concientizar
Tal como alguna vez dijo Jacques Cousteau “solo amamos aquello que conocemos”, por lo mismo gran parte del trabajo que necesitamos realizar para enfrentar la problemática de la contaminación, es generar conciencia.
Valeria Fuentes cuenta que una de las cosas que más le llamó la atención durante las capacitaciones fue una actividad que realizaron junto a la comunidad local, que por primera vez se sumergieron en el mar y pudieron conocer no sólo las especies que ahí habitan sino también cómo los corales se han visto afectados –el 90% de los corales en el sector ya están muertos debido a los impactos del cambio climático–.
“Ver su alegría y fascinación por lo que veían, me llenó de motivación y me recordó la conexión que la humanidad debe volver a tener con su entorno, mirando de una forma horizontal a las otras especies con las que compartimos nuestra vida y hogar”, cuenta Fuentes. “Aprendí que necesitamos transmitir el mensaje de forma urgente, estamos en una cuenta regresiva donde debemos detener las malas prácticas ambientales, ya que hemos detonado problemas que tienen consecuencias a corto y largo plazo”.
3. El paisaje no es el único que sufre
Lamentablemente, cada vez son más comunes las imágenes y noticias que ponen en evidencia el impacto del plástico en la fauna marina. Ya se estima que el 90% de las aves marinas en el mundo han ingerido plástico y en los últimos años hemos visto cómo incluso grandes mamíferos como las ballenas, han varado y eventualmente muerto, por la gran cantidad de basura en sus estómagos. Pero esta problemática también se extiende al ser humano.
“La gente no tiene conciencia de a dónde va lo que tira, y qué tanto afecta eso. Hay empresas que liberan sus residuos a los ríos, eso llega al mar, llega a los pescados, los pescados los comemos nosotros, llega a todo al final”, dice Benjamín Simón. Famosos son los casos de peces con altos niveles de contaminación por mercurio procedente de fuentes antropogénicas e incluso, más recientemente, la presencia de microplásticos en peces de consumo humano.
4. A.I.R
Más allá de reciclar, hoy deberíamos estar apuntando a cortar el problema de raíz y sencillamente generar menos residuos además de optar conscientemente por aquellos productos que no sean de un solo uso.
“En Parley Ocean School participamos de un taller de soluciones en el que en conjunto revisamos posibilidades para ayudar a la educación ambiental y la concientización de empresas, gobierno y la comunidad. En lo teórico nos explicaron el sistema A.I.R el que propone dejar de usar plástico. Sus siglas son Abandonar, Interceptar y Rediseñar, las que proponen rechazar el uso de plásticos de un solo uso, recoger el plástico que contamina el medioambiente a través de limpiezas y rediseñar materiales que sean biodegradables para dejar de usar materiales plásticos, los que tienen una vida de más de 100 años luego de desecharlo, creando graves problemas en toda la cadena trófica marina”, asegura Valeria Fuentes.
5. La necesidad de aplicar estos aprendizajes a nuestra rutina
Pero ninguno de estos aprendizajes sirve, si uno no comienza a aplicarlos desde las cosas más simples en nuestra rutina, hasta las más grandes a nivel empresarial. Algo que Benjamín Simón entendió a la perfección: “Lo que más rescato es que conocimos de primera fuente cómo está la situación con el mar. Verlo ahí y estudiarlo con personas que saben del tema, es algo que te enamora y que te motiva a seguir adelante con algún proyecto y con la manera de vivir; con la forma de enseñarle a la gente, enseñarle a tus amigos, enseñar en la casa, a la familia. Estoy trabajando hace poco y me he ido preocupando de todo. Desde los vasos plásticos que se usan a empezar a implementar el reciclaje en la oficina. Son costumbres básicas que la gente tiene que empezar a entender”.
Simón además, está desarrollando un emprendimiento llamado MANAU en el que toda la ropa que se vende está hecha 100% de material orgánico o reciclado, como sus calcetines reciclados de ropa usada. “Es una empresa que está acorde a lo que aprendí en el viaje, son emprendimientos que tienen que seguir para dar ejemplos de que sí se puede realizar negocios sustentables”, dice.
Fuentes por su parte, tomando en cuenta su proyecto audiovisual Pejeperro Films creado en 2015, comenta: “necesitamos hacer más películas que hablen de medioambiente, que inviten a conocer nuestro entorno, a recorrer nuestro mar y montañas, como también organizar instancias de educación interactiva y multimedia, generando reflexión en la comunidad. Si bien hemos comprendido que es una ardua tarea, tenemos aún más ganas de contar y transmitir las historias de las personas que viven ayudando a la conservación y el respeto por el medioambiente, también la visualización de nuestra flora y fauna nativa”.