© Sofía Valdivieso
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El exitoso parque High Line en la ciudad de Nueva York, construido sobre una línea de tren elevada, ha sido inspiración para diversos proyectos de espacio público. Uno de ellos es el proyecto Delancey Underground, más conocido como Lowline al proponer un parque restaurando un terminal abandonado de tranvías desde 1948. Con similares intenciones que el High Line Park, pero de manera subterránea. El espacio propiedad de la Autoridad Metropolitana de Transporte de la Ciudad de Nueva York, se encuentra escondido en una de las zonas con menores áreas verdes en Manhattan. Por esto, los arquitectos de James Ramsey & Dan Barash, RAAD Studio, vieron una oportunidad de recuperar este sitio histórico que cuenta con más de 6.000 m2 de superficie para ser transformados en un espacio público subterráneo.

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En el reciente mes de julio, la iniciativa consiguió la aprobación para llegar a ser el primer parque subterráneo del mundo. Anteriormente, en 2011, el proyecto fue publicado en New York Magazine, con una favorable recepción del público. Un año después, en 2012, el equipo lanzó una campaña de recaudación de fondos vía Kickstarter, logrando en una semana 2.564 donaciones. Esto les permitió financiar estudios de planificación para evaluar la viabilidad del proyecto, además de la creación de Lowline Lab.

¿Qué es Lowline Lab?

La idea de proyecto empieza a tomar forma tras la construcción del prototipo en Lowline Lab que ha permitido evaluar el uso de tecnología solar para sustentar vegetación e iluminar espacios subterráneos. Este prototipo cuenta con dispositivos ópticos, que optimizan la cantidad de luz y luego la distribuyen bajo tierra. La tecnología fue diseñada en conjunto con los arquitectos RAAD Studio, ED Jacobs ingenieros y la empresa Sunportal, en Corea del Sur. Actualmente el prototipo puede ser visitado sábados y domingos hasta marzo de 2017, en 140 Essex St, Nueva York.

Según los representantes del equipo de Lowline, este prototipo ha sido una pieza fundamental para el futuro proyecto. No sólo ha permitido experimentar y evaluar el uso de la tecnología solar y la relación con especies vegetales que crecen bajo ésta, si no que a su vez, ha arrojado información concreta para planificar los alcances del futuro proyecto. Además, el laboratorio experimental tiene un plan educativo con la comunidad, en el cual han implementado talleres de ciencias, arte y matemática. Otro de los objetivos es ser un medio de difusión para promover el financiamiento del proyecto por medio de donaciones, fondos públicos, aportes mensuales de socios, y auspicios.

¿Cómo funciona la tecnología de captación de luz solar?

Esquema de captación de luz solar, cortesía del equipo Lowline. 
Esquema de captación de luz solar, cortesía del equipo Lowline. 

La tecnología de captación de luz solar funciona a partir de un sistema formado por colectores solares, concentradores de luz, canales transportadores y distribuidores bajo el cielo metálico. (Para los que estén interesados en saber más detalles sobre el funcionamiento del prototipo, al final del artículo hay un esquema explicativo).

El cielo metálico permite reflejar de manera difusa la luz natural © Sofía Valdivieso
El cielo metálico permite reflejar de manera difusa la luz natural © Sofía Valdivieso

El paisaje de LowLine Lab

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El prototipo cuenta con más de 3.000 especies vegetales, sobre una topografía ondular que cuenta con diferentes niveles para ubicar la vegetación a distintas alturas según los niveles de intensidad de luz que estas requieran. Fue diseñado por Signe Nielsen de Mathews Nielsen y construido por John Mini. Actualmente, una serie de filtros para controlar la luz están siendo probados en Lowline Lab para sostener la vida vegetal, junto con evaluar las especies que se desarrollan mejor bajo tierra. Estos filtros están basados en el estudio de las longitudes de ondas que son necesarias para apoyar la fotosíntesis.

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La aspiración de este proyecto no sólo consiste en restaurar un espacio específico en Nueva York, si no llegar a ser un referente a nivel mundial en parques bajo tierra. Por ahora, sólo nos queda esperar los resultados de este desafiante y ambicioso proyecto que aspira empezar su construcción antes del 2020.

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Prototipo instalado en Lowline Lab, esquema explicativo cortesía del equipo Lowline

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El futuro proyecto además contará con un sistema automático de apoyo para iluminar el parque bajo tierra en días nublados.

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