Cómo hacer turismo: Una interesante lección de los alemanes
A mediados de este 2017 en Ladera Sur fuimos invitados por la CAMCHAL para participar de la 43° versión de la Germany Travel Mart. Aquí nuestro director Martín del Río, nos cuenta sobre lo que pudo observar en una semana en Núremberg, en el Estado de Baviera, mientras en Alemania se desplegaba el evento más importante de turismo del país germano; sobre la gran capacidad que tienen de dar a conocer sus principales atractivos al mundo y cómo Sudamérica se está convirtiendo en un interesante polo de interés para captar turistas.
Cuando la CAMCHAL (Cámara Chileno- Alemana de Comercio e Industria) me invitó a fines del año pasado a trabajar con ellos, y dentro de sus objetivos estaba posicionar Alemania como un destino atractivo para que miles de chilenos lo pusieran en su hoja de ruta, me pregunté rápidamente: ¿Por qué un país tan grande y tan potente se preocupa de que un país tan pequeño como Chile y que se encuentra tan lejos de ellos, sea un potencial cliente? Las respuestas fueron apareciendo rápidamente con el tiempo y hoy, después de participar en la 43° versión de la GTM (Germany Travel Mart o Feria de Turismo de Alemania) en la ciudad de Núremberg, me quedo nuevamente con la sensación de que los alemanes saben hacer bien las cosas y más aún, nos dan una clase de cómo el turismo debería considerarse un mercado prioritario en la economía de cada país.
En este artículo les quiero mostrar cómo el país germano se presenta al mundo como un destino atractivo y competitivo y cuáles son las cifras que lo están posicionado como uno de los principales destinos para miles de turistas en todo el mundo.
Nuestro querido Chile tiene mucho que aprender de esta potencia mundial, que debe lidiar con un idioma difícil de entender o con el peso histórico de una de las guerras más destructivas de la humanidad, entre otras cosas.
El primer desafío
Mi trabajo para promover Alemania comenzó a fines del año pasado. Me embarqué en pleno mes de diciembre, dos semanas antes de Navidad y con -5°C de temperatura promedio, a realizar una ruta de 8 días por el sur de este país. Comencé por la Selva Negra, pasando por el lago Konstanz y terminando en la región de Baviera. Mi propuesta: reportar en vivo lo que iba viviendo y conociendo a través de las redes sociales. Era una nueva forma de promocionar un destino y así llegar a miles de seguidores a través de una mirada entretenida y distinta.
El mayor desafío en ese caso, a mi parecer, fueron dos cosas. Primero: hablar de lugares que están en pleno invierno y comunicar esto con cercanía y grandiosidad a un público que comienza a vivir las anheladas tardes de verano. Cuando llega diciembre a Chile, uno solo está pensando en que se vienen las vacaciones, que los días son más largos y de qué forma terminaré el fin de año sin stress.
Lo segundo, fue comunicar una misma festividad religiosa que se vive totalmente distinta en cada hemisferio. Les hablo de los días previos a la Navidad, la que en la cultura germana y de países en Los Alpes, se celebra semanas antes, donde familias y amigos se reúnen en mercados navideños con gastronomía típica, un rico Glühwein (vino caliente con especias) y vive días de descanso y tranquilidad. No digo que nuestra Navidad con 32°C no sea entretenida, solo que es distinto y a mi parecer, creo que los viejos pascueros muy abrigados y los pinos con nieve no deberían estar permitidos en Chile, deberíamos vivir esa fiesta acorde a nuestra cultura.
La experiencia fue un éxito. Más allá de la estación, miles de espectadores siguieron un viaje que mostró la rica cultura que poseen; mostramos paisajes sacados de cuentos y construcciones de alto impacto, como por ejemplo el castillo de Neuschwanstein, uno de los principales hitos turísticos de Alemania (recibe más de 1 millón de visitas al año). Una de las conclusiones de este ejercicio fue comprobar el poder de las redes sociales y cómo éstas acercan a culturas y personas de manera cercana y atingente.
Alemania en números
Alemania, para los viajeros chilenos, es un destino que a veces se incluye en su itinerario y cuando lo hace, es mayormente su capital, Berlín, la que aparece en la hoja de ruta. Pero ¿Qué pasa con la región de Baviera por ejemplo? ¿Existe la idea de recorrer 2 semanas el norte de este país?¿Frankfurt?¿La Selva Negra?¿La ruta de los castillos? ¿La ruta por el río Rhin?
A diferencia de sus potentes vecinos turísticos: España, Francia, UK e Italia, en donde es más común escuchar a personas en Chile decir que harán viajes de semanas por estos países. En Alemania aún no ocurre esto, pero sí están trabajando de buena manera para hacer que suceda.
Para los europeos, Alemania se destaca como uno de los principales destinos turísticos y fue elegido como destino cultural líder en Europa el año pasado. Para tener en cuenta, sólo en 2016 del total de 53,6 millones que visitaron el país, 29.7 millones de ellos provenían de Europa, posicionándose así como el segundo país más visitado por los europeos siendo superado sólo por España y dejando atrás a Italia y Francia.
Hoy en día, la cantidad de extranjeros que visitan Alemania suma un total de 80 millones de personas, y para el 2030 esperan que esta cifra aumente a 120 millones. Después de saber esto no cabe duda por qué Alemania, por primera vez, decide incluir a Chile y Argentina dentro de su estrategia de captación de turistas, nombrando a una persona para que se dedique específicamente a potenciar estos mercados.
Para ellos Sudamérica, en especial Brasil, Argentina y Chile, se ha convertido en un lugar con gran potencial de turistas, donde cada vez hay más personas que deciden cruzar el océano Atlántico para pasar sus vacaciones en Europa. Solo en 2016, de los 9,7 millones de argentinos que viajaron fuera de su país, 915 mil realizaron viajes a Europa y de éstos, sólo 89 mil incluyeron a Alemania en su itinerario. En el caso de Chile, de las 2,6 millones de personas que viajaron fuera del país, 338 mil fueron a Europa y de éstas 85 mil visitaron Alemania. Así, sólo en Argentina y Chile 1,3 millones de personas viajaron a Europa el año pasado, y el plan de Alemania es lograr que para 2030 haya un aumento de 2 millones de estadías adicionales en Alemania, por parte de turistas sudamericanos.
Pero… ¿a qué ha tenido que enfrentarse Alemania? Cuando comencé a investigar, me di cuenta que Alemania tenía que competir con potencias mundiales del turismo: España, Francia e Italia son vecinos muy fuertes, y para mí, las principales razones son las siguientes: En primer lugar, el clima. Las temperaturas del Mediterráneo son anheladas por todo los europeos del centro y norte del continente y, sobre todo durante el verano, lo son también para los países del hemisferio sur que para entonces están en invierno. En segundo lugar, está la gastronomía que en el caso de España, Francia e Italia es reconocida en todo el mundo y por último, está el factor idioma. Ya que nadie puede negar que el alemán es una lengua compleja de aprender y comprender. Eso sí, en comparación con otros países europeos, en Alemania gran parte de la población habla inglés, por lo que finalmente para un turista no es problema comunicarse y lograr lo que necesita.
Núremberg y mi experiencia en el GTM
En mayo de este 2017 tuve la oportunidad de volver a Alemania, esta vez a la ciudad de Núremberg en el Estado de Baviera, para participar de la versión número 43 del Germany Travel Mart, el evento más importante de turismo celebrado en Alemania donde los proveedores alemanes pueden reunirse con compradores clave de la industria de viajes internacionales. Una instancia en la que además se dan a conocer importantes noticias, tendencias y oportunidades en la creciente industria del turismo alemán. Y lo cierto es que, en la semana que estuve en el país germano, pude ver lo bien que Alemania se presenta al mundo.
Sin siquiera salir de Núremberg, aprendí que Baviera es una de las mejores regiones para vivir en Europa y que sus hoteles y restaurantes figuran entre los mejores de todo el mundo; que casi la mitad de su superficie está ocupada por parques naturales como la Selva de Franconia, el Rhön (cadena montañosa más alta de Alemania), la reserva natural Steigerwald o el asombroso parque nacional del Bosque Bávaro; y aprendí que sus palacios resistieron más de 1.000 años de historia, como es el caso del Palacio de Núremberg, una de las construcciones imperiales más importantes de la Edad Media del Sacro Imperio Romano.
Aquí pude experimentar y conocer cada rincón de Núremberg y estoy seguro de haberlo conocido mejor que cualquier otra ciudad a la que haya viajado el último tiempo. Todo esto gracias a que, como buenos alemanes, a mis anfitriones no se les escapó ningún detalle. El itinerario que tenían preparado para los cerca de 200 invitados internacionales de prensa, incluía visitas a los principales atractivos de esta ciudad considerada como la capital económica y cultural de Franconia y como una de las ciudades con más patrimonio histórico de Alemania.
Conocí su casco histórico, con monumentos como la iglesia de San Lorenzo con sus características torres de cerca de 80 metros de altura, las casas de madera blanca y café con el tejado inclinado llamadas Fachwerk y pude recorrer la casa de Albrecht Dürer, el artista más famoso del renacimiento alemán. Aunque lo que más me llamó la atención fue ver cómo esta ciudad, alguna vez famosa por ser elegida por Hitler como el epicentro del futuro imperio nazi, pudo reconstruirse tras perder el 90% de su superficie durante la guerra y cómo ha sabido reinventarse y sobrellevar el peso de este oscuro pasado, sin esconderlo.
En mi memoria quedará por siempre la inauguración de esta feria, donde a todos los invitados nos recibieron en la Ópera House de la ciudad, donde la orquesta principal dio un concierto de Richard Wagner (destacado músico y compositor oriundo de la zona) y nos presentaron diferentes videos sobre el destino Alemania mientras escuchábamos discursos de las principales autoridades alemanas, como el Ministro del Turismo y el Alcalde de la ciudad. Luego de este concierto, el evento terminó con una comida en el principal museo de la ciudad, el Museo Nacional Alemán, donde nos esperaba un gran buffet de comida y música en vivo. De esta forma Alemania nos dio la bienvenida y recibió a más de 1.000 personas de todo el mundo.
Nunca olvidaré el interesante paseo por las bodegas cerveceras subterráneas que la ciudad tenía, ya que gracias a su origen cervecero desde los años 1400, todas las casas tenían un subsuelo para guardar la cerveza y mantenerla fría. Esto significó que existieran laberintos subterráneos bajo la ciudad y que gracias a esto, miles de personas durante la guerra pudieran esconderse y no morir. Núremberg fue una de las ciudades que más se destruyó en la guerra, pero no fue donde más gente murió. Y esto se debe gracias a estas bodegas. Es impresionante como este lugar mezcla diferentes etapas de su historia.
La feria GTM estaba en las afueras de la ciudad en un gran centro de convenciones y estaba organizada por todos los Estados del país. Grandes empresas alemanas se hacían presentes en las principales conferencias (Lufthansa, Deutsche Bahn y BMW, por nombrar algunas) o nos recibían con regalos de cortesía de la marca Playmobil o Faber Castell, todas industrias originarias de la región. Para mí, era la primera vez que participaba en una feria mundial de este tipo y no cabía duda que me estaba llevando una muy buena impresión.
Solo este ejemplo de Núremberg, caracteriza a Alemania en general; un país que ha sabido salir adelante y sobre el que hoy miles de personas queremos conocer más. Ellos realizan esta feria todos los años y siempre en una ciudad diferente. Tiran “toda la carne a la parrilla” y las más de mil personas que participamos de este evento estamos contándoles a ustedes sobre este país. Yo lo recomiendo a ojos cerrados.
Después de esta experiencia creo que hay mucho que aprender de cómo salir a mostrarle al mundo nuestros principales atributos y atractivos, pero al menos ya sabemos a quién mirar de ejemplo ¿o no?