“Sobre Santiago”: la diversidad y los contrastes de la capital a través de 21 años de extraordinarias fotografías aéreas
La esencia andina de la capital, la supervivencia de los cerros isla en un creciente entorno urbano, y el lado menos amable de la urbe, como la contaminación o la segregación, son algunas de las revelaciones que entregan las imágenes del nuevo libro del fotógrafo Guy Wenborne, las cuales fueron capturadas durante dos décadas de arduo trabajo desde las alturas.
“Mirada desde el aire, desde arriba, la ciudad de Santiago impresiona hasta al más insensible”.
Así comienza el preludio escrito por Rodrigo Guendelman, fundador de Santiago Adicto, para el nuevo libro “Sobre Santiago: una mirada desde lo alto”, obra del destacado fotógrafo chileno Guy Wenborne que contiene 138 fotografías aéreas de la capital, capturadas entre los años 1998 y 2019.
“Me entusiasmé en hacer una versión de Santiago visto desde el aire, dirigido a un público general, a todos los santiaguinos y personas que quieran ver esta maravillosa ciudad. Es muy interesante que los santiaguinos se vean desde otra perspectiva, y entender que nuestra ciudad está inserta en una geografía muy potente que nos abraza y nos acoge”, relata el autor.
De esa manera, y a través de la escritura de Guendelman, la obra muestra una perspectiva completamente distinta y reveladora de la que apreciamos usualmente, como buenos animales terrestres que pocas veces despegamos los pies de la tierra para observarla desde arriba.
“Poder observar, ver, mirar detenidamente la ciudad de Santiago desde el aire permite entender realmente donde vivimos. Y eso es un argumento extraordinario para aumentar el cariño y la admiración por esta ciudad. La geografía de Santiago, esta cuenca rodeada de la cordillera de los Andes, con 26 cerros islas, es una joya geográfica, y cuanto más alto se ve Santiago, más impresiona”, asegura Guendelman a Ladera Sur.
Sobre contrastes y nostalgia
La formidable estampa de la cordillera de Los Andes, la supervivencia de cerros isla en un entorno urbano y cambiante, y el lado menos amable de la ciudad, como la contaminación, la segregación o el constante arrinconamiento del mundo rural, son algunos de esos mensajes implícitos y explícitos en las asombrosas postales de Wenborne, que incluyen a diversas comunas.
Respecto a cerros islas como Blanco, en Recoleta, o Chequén, en La Florida, el director de Santiago Adicto detalla que el trabajo de “Guy Wenborne ha sido clave en apoyar, desde un principio, a la Fundación Cerros Islas, que hace unos años nos informó sobre estos cerros y los puso en valor. Nos enteramos de que teníamos 26 cerros islas en el radio urbano y más de 60 en la Región Metropolitana completa. En ese sentido, la labor de difusión desde la fotografía, que ha venido haciendo Guy, apoyando a distintas organizaciones e instituciones sin fines de lucro, para poder mostrarle a los santiaguinos, chilenos y sudamericanos las características geográficas de Santiago, ha sido fundamental”.
Si bien la obra no pretende mostrar la transformación de la urbe en una línea temporal, lo cierto es que algunas de las imágenes sí lo hacen, produciendo además ciertas añoranzas, como “la vista del sector oriente de Santiago con un arcoíris, cuando no existía ni siquiera un proyecto para desarrollar el Costanera Center ni tampoco la torre Titanium, donde Santiago se ve mucho más verde, no están estas grandes torres, no está este gigantesco mall que le quitó un tremendo espacio verde a ese sector de Santiago. Está el río con más caudal. Es una foto que de alguna manera produce un grado de nostalgia y de melancolía, de un Santiago más verde, con menos sequía, y con menos rascacielos tratando de competir por cuál es el más grande”, expresa Guendelman.
Además, una de las imágenes de Wenborne más recientes corresponde a la histórica marcha del 25 de octubre, que congregó a más de 1 millón 200 mil personas en Plaza Italia, rebautizada como Plaza Dignidad, en el marco del estallido social en Chile. Si bien esta imagen – tomada con un drone – no alcanzó a incluirse en el libro, se entregará impresa a quienes adquieran el texto por la cuenta de Instagram del fotógrafo.
Respecto al retrato de ese hito, Wenborne reconoce que “ha sido el vuelo en drone más emocionante y difícil que he realizado. Por la calidad de otros drones, la interferencia que me apagaba el GPS constantemente, el viento, los volantones y la gran cantidad de gente que hace muy peligroso el despegue y el aterrizaje”.
En definitiva, la mirada de la ciudad desde el aire entrega una nueva perspectiva, que revela, en palabras del fotógrafo, “que habitamos un territorio que está vivo y en constante evolución. Como dice Miguel Laborde, Chile está crudo, está en desarrollo. Por esto mismo es que lo principal es que habitamos una geografía muy poderosa, potente y maravillosa, que normalmente no la vemos o no somos conscientes de ella”.
Para Guendelman, esta nueva obra permite apreciar “todas estas características del paisaje, geográficas, todo este territorio increíblemente privilegiado que tenemos. En ese sentido, esa fotografía aérea que lleva haciendo por décadas Guy Wenborne, desde aviones y helicópteros, mucho antes de los drones, nos ha permitido a muchos conocer, valorar y querer muchísimo más Santiago, al punto de que algunos nos hayamos convertido en adictos a la ciudad”.
El libro vale $30.000 pesos, y se puede comprar aquí.