Perspectiva global de la conservación de la biodiversidad mediante imágenes de satélite
Las imágenes satelitales son un recurso muy importante a la hora de monitorear y gestionar la biodiversidad. De hecho, se utilizan por investigadores y organizaciones medioambientales para recaudar la información que proporcionan sobre cualquier parte del mundo. Es una ayuda inestimable en la toma de decisiones a la hora de proteger la salud de los ecosistemas.
La biodiversidad en la Tierra es esencial para mantener el equilibrio ecológico y garantizar el bienestar humano. No obstante, el cambio climático y ciertas actividades humanas, como la deforestación o la construcción de ciudades e infraestructuras, suponen una grave amenaza para multitud de especies de fauna y flora en todo el mundo.
Dada la inmensidad de nuestro planeta, las imágenes satelitales se han convertido en una herramienta fundamental para la monitorización y la gestión de la biodiversidad, ayudando en los esfuerzos de conservación. La información que proporcionan sobre cualquier parte del mundo es de ayuda inestimable en la toma de decisiones a la hora de proteger la salud de los ecosistemas.
Monitorización de la fragmentación y pérdida de hábitats
La mayoría de las situaciones en las que los espacios naturales pierden tamaño están relacionadas con el ser humano. Mientras que algunas actividades tienen un impacto menor y son necesarias para nuestro desarrollo, otras muchas son la solución “fácil” a una serie de malas decisiones tomadas previamente. Para detectar cambios en la cubierta terrestre y en la salud de la vegetación a lo largo del tiempo, investigadores, ONGs y otros interesados se apoyan en datos históricos e imágenes de satélite en tiempo real para comprar al momento.
La fragmentación de un hábitat consiste en dividir un gran ecosistema en varias zonas más pequeñas y aisladas. Aunque la mayor parte de la superficie se conserva, la separación en zonas afecta a la biodiversidad al complicar el tránsito de la fauna de una a otra zona (por ejemplo, si la división surge con la construcción de una carretera o línea ferroviaria). Por su parte, la pérdida de hábitat está relacionada mayoritariamente con la tala ilegal y la expansión de las tierras de cultivo debido al agotamiento de las que se utilizaron previamente. Estas actividades son capaces de amenazar grandes ecosistemas, como la Amazonía, reduciendo la biodiversidad y generando un impacto negativo que afecta a todo el planeta.
En ambos casos, el uso de imágenes de satélite, tanto históricos como en tiempo real, proporciona datos sobre la cubierta forestal o los patrones de desarrollo de estas actividades tan perniciosas con el medioambiente. Proteger a la fauna y la flora y evitar la deforestación de los bosques son los objetivos clave.
Mapeo de la deforestación y la degradación del suelo
Aunque la deforestación es la cara más visible de la tragedia ecológica que viven nuestros bosques, hay otra cara que quizá es menos visible, pero es tanto o más crítica para nuestro planeta: el suelo. La degradación del suelo pone en peligro la fertilidad y productividad de la tierra, lo cual supone una grave amenaza para la seguridad alimentaria mundial, también complica la restauración posterior de esa misma zona. De ahí que muchas organizaciones se estén apoyando en las imágenes satelitales para cartografiar la deforestación y la degradación del suelo para saber dónde deben centrar sus esfuerzos de recuperación.
Este enfoque ha sido usado con éxito en Madagascar. Los baobabs de este país han estado sufriendo las consecuencias del cambio climático y la mala praxis de los agricultores locales, que realizan aclarados en los bosques de este magnífico árbol o cuyas quemas de residuos a veces escapan de su control, afectando a las zonas boscosas cercanas. Gracias a la tecnología satelital, las organizaciones locales centradas en recuperar los bosques locales pudieron conocer qué zonas reunían mejores condiciones para la replantación de los baobabs que crecen en sus viveros, logrando un progreso asombroso.
Mapeo de los puntos calientes de biodiversidad
Los denominados puntos calientes son áreas de la Tierra donde el número de especies es elevado, especialmente de aquellas endémicas, y su preservación y conservación es vital para el devenir de nuestro planeta. Desgraciadamente, su importancia ecológica no impide que se vean afectadas por algunas o la totalidad de las actividades mencionadas anteriormente en este artículo.
Es el caso de los delfines de río de la Amazonía, como los delfines rosados o los delfines tucuxi, especies únicas en el mundo. Una inusual ola de calor en el otoño de 2023, sumada a una sequía extrema provocada por la intervención humana río arriba mediante actividades pesqueras intensivas en zonas de cuello de botella, provocaron las condiciones idóneas para que decenas de estos cetáceos murieran y sus cuerpos apareciesen flotando inertes. Evitar tragedias como ésta es necesario para proteger la biodiversidad más crítica.
A menudo, las áreas protegidas se ven sometidas a la acción destructiva de varias actividades ilegales. Además de la tala de árboles, la minería o la caza furtiva también ponen en peligro las condiciones únicas de estas zonas. Las imágenes satelitales desde hace años forman parte de las herramientas de vigilancia contra la caza furtiva en los parques nacionales africanos, donde especies en peligro como elefantes y rinocerontes se ven fuertemente amenazadas. En el caso de la minería, las imágenes se usan para vigilar tanto que las minas legales no afecten al ecosistema cercano como a los intentos de minería ilegal en zonas protegidas, como los bosques tropicales.
Las imágenes satelitales ofrecen una perspectiva global en los esfuerzos de protección de los ecosistemas de todo el mundo. A medida que sus capacidades se van desarrollando, jugarán un papel todavía más importante a la hora de garantizar la salud de nuestro planeta para las generaciones venideras.
Maksym Sushchuk
Con más de quince años de experiencia en redacción comercial y periodismo, Maksym se dedica a fomentar cambios positivos en la sociedad, la ecología y el medioambiente. Su pasión es utilizar narraciones convincentes para inspirar acciones e impulsar un impacto sostenible, con el objetivo de crear un mundo más ecológico y resistente a través del arte de contar historias.