Calor sentido en marzo y abril en Norteamérica y Centroamérica se multiplicó por 35 debido al cambio climático
El calor que recientemente afectó a América del Norte y Central fue 35 veces más potente, probablemente debido al cambio climático inducido por el hombre, según un análisis rápido de atribución realizado por un equipo internacional de destacados científicos climáticos de World Weather Attribution. El estudio también destaca que la frecuencia de estos eventos extremos ha aumentado rápidamente en los últimos años debido al uso de combustibles fósiles, señalando que una ola de calor como esta es cuatro veces más probable hoy que en el año 2000. Revisa el artículo completo a continuación.
Desde marzo, América del Norte y Central han sido impactadas por temperaturas peligrosas. En México, han habido al menos 125 muertes por calor y 2.308 casos de insolación, apagones, incendios forestales y la muerte masiva de monos en peligro de extinción. En el suroeste de Estados Unidos, más de 34 millones de personas viven en áreas donde las autoridades han emitido alertas de calor, además, docenas han sufrido agotamiento por calor en mítines políticos. Mayo de este año fue el más caluroso registrado a nivel mundial y el decimotercer mes consecutivo en que se rompió un récord de mes más caluroso.
El cambio climático, causado por la quema de petróleo, carbón, gas y otras actividades humanas como la deforestación, está haciendo que las olas de calor sean más frecuentes, más largas y más intensas en todo el mundo. Para cuantificar el efecto del calentamiento causado por el hombre en las temperaturas extremas en América del Norte y Central, los científicos analizaron datos meteorológicos y modelos climáticos utilizando métodos revisados por pares para comparar cómo han cambiado estos tipos de eventos entre el clima actual, con aproximadamente 1.2°C de calentamiento global, y el clima más frío preindustrial.
El estudio se centró en una región que incluye el suroeste de EE. UU. y México, así como Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras, donde las temperaturas también fueron extremas. Los investigadores observaron las temperaturas máximas diurnas y nocturnas de 5 días en mayo y junio. Las altas temperaturas nocturnas son peligrosas para la salud humana, ya que el cuerpo no puede descansar y recuperarse, aumentando el riesgo de derrames cerebrales y otras enfermedades relacionadas con el calor.
El análisis, encontró que el cambio climático causado por el hombre está haciendo que el calor peligroso de mayo a junio sea mucho más común. Las temperaturas máximas como las observadas en América del Norte y Central son hoy 35 veces más probables que en tiempos preindustriales. El efecto del cambio climático en las temperaturas nocturnas es aún mayor, el análisis ha mostrando un aumento de 200 veces debido al calentamiento global.
Según el análisis, gran parte de este cambio ha ocurrido en los últimos años. En el año 2000, se esperaba que un calor similar de mayo a junio ocurriera aproximadamente una vez cada 60 años, aproximadamente una vez en la vida. Hoy, con un aumento adicional de 0.5°C desde el cambio de milenio, ocurre aproximadamente una vez cada 15 años, lo que significa que, en promedio, una persona lo experimentará 5 o 6 veces en su vida. Si los humanos continúan llenando la atmósfera con emisiones de combustibles fósiles, períodos similares de calor ocurrirán con aún mayor frecuencia. En Estados Unidos, el calor extremo actualmente impone una carga económica de $100 mil millones anualmente, una cifra que se proyecta aumente a $500 mil millones para 2050.
El estudio fue realizado por investigadores como parte del grupo World Weather Attribution, incluyendo científicos de universidades y agencias meteorológicas de México, Panamá, Estados Unidos, Suecia, Países Bajos, Alemania y Reino Unido.