Para rascarse, cortejar, alimentarse y más: el fascinante uso de herramientas en el mundo animal
La noticia de un orangután de Sumatra utilizando una liana para curar una herida de su cara circuló por todas partes del mundo. Este hecho dejó al descubierto que los animales utilizan más que secreciones, pelaje y garras en su diario vivir. Sin embargo, no solo los primates pueden considerarse expertos en fabricar y emplear herramientas con un fin concreto, como puede ser obtener alimento, sino que hay una serie de animales que han desarrollado estas capacidades. En este artículo te presentamos algunas de estas especies.
La semana pasada se hizo sumamente conocida la noticia del orangután de Sumatra (Pongo abelii), llamado Rakus, que utilizó las hojas de una liana de nombre común akar kuning (Fibraurea tinctoria) para tratar una herida sufrida en la cara. El animal arrancó selectivamente las hojas, las masticó y luego aplicó repetidamente el jugo resultante sobre su herida, para luego terminar el proceso cubriéndola con una hoja intacta.
Este suceso fue dado a conocer mediante un estudio publicado en la revista científica Scientific Reports. En la investigación se afirma que algunas especies de lianas que se encuentran en los bosques tropicales del sudeste asiático, incluida la utilizada por Rakus, son conocidas por sus efectos analgésicos, antipiréticos y diuréticos, por lo que comúnmente se utilizan en la medicina tradicional para tratar diversas enfermedades, como la disentería, la diabetes y la malaria. Por estas razones, la herida de Rakus, que en un principio tenía un aspecto bastante comprometedor, logró sanar en solo un par de días.
Un hecho sumamente sorprendente, sin embargo, no es la primera vez que se observa a primates salvajes masticando, tragando o asociándose con plantas que tienen propiedades curativas.
A principios de la década de 1960, por ejemplo, la famosa primatóloga y antropóloga Jane Goodall describió por primera vez la presencia de hojas enteras de plantas curativas en las heces de chimpancés en Tanzania. Desde entonces, se han observado otras poblaciones de primates comiendo o utilizando plantas, insectos u otros medios para intentar limpiar o aliviar sus heridas u otras dolencias.
Asimismo, también se tienen registros de cómo algunos animales en cautiverio han llegado a desarrollar habilidades mucho más complejas. Uno de estos casos reside en nuestro país. Se trata del orangután de Borneo (Pongo pygmaeus), de nombre Sandai, que fue acogido por el Buin Zoo luego de que no lograra reproducirse en su hogar anterior, el Zoológico de La Palmyre en Francia.
En Chile, Sandai aprendió a pintar por imitación, gracias a que las veterinarias que estaban a cargo de él barajaran esta opción como una forma de nutrir su desarrollo.
«En general, todas estas especies que son muy cercanas al ser humano, tienen una capacidad de racionamiento propia de un niño de 5 años, los que es poco, pero mucho para un simio en el fondo», señala Ignacio Idalsoaga, director del Parque Zoológico Buin Zoo.
«Hicimos un ensayo primero de pasarle cartones duros, cartón piedra, para ver que no se los comiera, que no los destruyera, como un elemento base para poder pensar en que podía dibujar sobre estos cartones (…). Después, en una segunda etapa, desde el otro lado del hábitat se pararon dos veterinarias con el mismo cartón, pero ya con témperas de uso para niños, y empezaron a dibujar. Él observó con mucho entusiasmo lo que estaba pasando y fue en la búsqueda de sus cartones (…). Ahí la jugada fue empezar a pasarle pinceles con pintura. Al principio los olía y los chupaba, pero después logró entender qué función tenían», relata Idalsoaga.
En esta línea, en general, los animales utilizan más que secreciones, pelaje y garras en su diario vivir. No solo los primates pueden considerarse expertos en usar y fabricar herramientas con un fin concreto, como puede ser obtener alimento, sino que, de acuerdo con Idalsoaga, «hay una serie de animales que aprenden y tienen una cierta capacidad de raciocinio, muy básica, pero que les permite hacer cosas que igual nos sorprenden». En este artículo te presentamos algunas de estas especies.
Delfines: coral y esponjas
Es bien conocida la inteligencia que poseen los delfines, sin embargo, pocos saben que lo son hasta el punto de utilizar objetos de su entorno como herramientas de caza y protección. Un ejemplo de esto es el uso que le dan a las esponjas de mar.
«La verdad es que el delfín, como todo animal sociable, tiene un montón de conductas que todavía la ciencia no logra explicar. Se han visto delfines que colocan esponjas de mar en la punta de su nariz y se infiere que lo utilizarían cuando están buscando comida en el fondo marino para no lastimarse. Ahora, esto solamente son hipótesis (…). También hay otro registro que hablaría de que también usan las esponjas como regalo para cortejar», explica Nicolás Pérez, biólogo marino, divulgador en redes sociales y funcionario público del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
Otra herramienta que utilizan estos animales fue documentada por un equipo de científicos, quienes publicaron un estudio al respecto, en el cual se describe cómo los delfines en el mar frotan sus cuerpos contra especies específicas de coral. Esto lo hacen con la finalidad de automedicarse, ya que, en este proceso llamado zoofarmacognosia, los corales liberan una mucosidad que contiene propiedades antibacterianas.
«Unos científicos vieron que unos delfines se frotaban contra corales, y la primera impresión era que se estaban rascando, pero luego al analizar el coral, vieron que podían tener propiedades curativas. Entonces se dio la hipótesis de que podrían estar utilizándolo con fines curativos, lo cual en verdad no es loco», comenta Pérez.
Elefantes: ramas, hojas y cajas
Otra criatura del mundo animal que utiliza herramientas es el elefante. Estos animales son increíblemente inteligentes, al punto de que no solo tienen una excelente memoria, sino que también son capaces de pensar de forma innovadora cuando se trata de resolver problemas.
En esta línea, a lo largo de los años se ha visto en diversas ocasiones cómo utilizan su trompa para tomar y sujetar palos con el fin de rascarse. También se les ha observado utilizándolos para espantar moscas.
Asimismo, se han observado a elefantes asiáticos resolviendo problemas algo más complejos. Por ejemplo, un macho en cautiverio fue captado moviendo una caja con la finalidad de colocarla en una posición que le permitiera alcanzar alimentos que habían sido ubicados a propósito fuera de su alcance.
Cuervos: ramas y hojas
Las aves tienen cerebros pequeños, pero estos poseen una gran cantidad de neuronas, las que les permiten competir en tareas cognitivas con cerebros más grandes, como los de los chimpancés. Un ejemplo de esto, son los grajos (Corvus frugilegus). Existen estudios que han demostrado que estas aves son capaces de comprender la funcionalidad de las herramientas mediante la observación de cómo otros grajos lo hacen. Utilizan ramas para pescar termitas, así como para pinchar los nidos y así crear nuevos túneles para extraer más termitas.
Otra especie del mismo género que ha sido observada con comportamientos similares es el cuervo de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides). Se ha comprobado que estas aves son capaces de construir herramientas a partir de materiales vegetales de su entorno, tanto en su estado salvaje como en cautiverio, con tal de obtener alimento. El principal procedimiento utilizado es la extracción de segmentos de hojas de pandano (Pandanus amaryllifolius), las que cortan de forma escalonada.
Sin embargo, esta capacidad de utilizar elementos del entorno como herramientas, no es única de los cuervos, sino que también existen registros de otras aves que han podido llevar a cabo acciones similares con tal de conseguir alimento.
«He visto aves, gaviotas, por ejemplo, que cuando quieren comer algún molusco o crustáceo, vuelan a una parte donde haya una piedra que tenga una forma un poco cóncava, y ahí lo afirman. Lo hacen para que no se les resbale lo que están comiendo», señala Pérez.
Nutrias: piedras
Las nutrias se han hecho famosas en los últimos años por su gran belleza y ternura, sin embargo, estas criaturas no se andan con rodeos cuando se trata de su alimentación. Existen diversos registros de estos animales utilizando rocas para abrir las conchas que contienen alimentos, tales como almejas y mejillones. Este comportamiento las ha transformado en los únicos mamíferos marinos que son capaces de utilizar la piedra como una herramienta.
«El tema de las nutrias, que ahí también entra el chungungo, que utilizan piedras u objetos para poder romper los moluscos que quieren comer, es el ejemplo más típico, pero también hay un registro en video de un pez del género Choerodon, donde se le observa tomar con la boca una almeja para tirarla contra una piedra. Lo hizo porque sabía que si hacía eso la iba a romper e iba a poder comer», comenta Pérez.
Pulpos: cocos y conchas
Los pulpos son criaturas que cuentan con una gran inteligencia. Una prueba de ello es su gran habilidad para mimetizarse con su entorno, cambiando el color de sus cromatóforos para escapar del peligro o pasar desapercibidos. Asimismo, son capaces de utilizar elementos de su alrededor para cazar con éxito su comida o para esconderse de sus depredadores.
De acuerdo con un estudio publicado en Current Biology, los pulpos utilizan cáscaras de coco o conchas vacías como escudos y escondites, mientras que sus depredadores o presas pasan junto a ellos sin percibirlos.
«Para ser invertebrados tienen un sistema nervioso bastante desarrollado, y que lo pueden utilizar de una forma que se asemeja bastante a los vertebrados, a los mamíferos. Por ejemplo, en el sentido de poder aprender nuevas cosas, tienen un rápido aprendizaje. Pueden entender, proyectar escenarios a futuro, e identificarse entre ellos como individuos», explica Pérez.
«Sin embargo, el cerebro de los pulpos no es muy grande. Mucha gente piensa que el cerebro ocupa gran parte de la cabeza del pulpo, que en realidad esa parte se llama manto, pero realmente el cerebro de los pulpos es relativamente pequeño y está ubicado entre medio de los ojos», agrega.
Jennimaijahelena.
Cocodrilos y caimanes: ramas como señuelos
Los cocodrilos y los caimanes son hasta ahora los únicos reptiles que se sabe que utilizan herramientas. En 2013, se describe en un estudio cómo los cocodrilos asaltantes (Crocodylus palustris) en la India y los americanos (Crocodylus acutus) en los Estados Unidos utilizan ramas como señuelos para atrapar a sus presas. Se mantienen en la superficie, acechantes, donde esperan pacientemente a que los pájaros se acerquen.