El yaguareté (Panthera onca) es el mayor felino del continente americano. Los machos alcanzan los 2,50 metros de longitud, incluida la cola, y llegan a pesar hasta 140 kilos. La especie solía distribuirse desde el sur de Estados Unidos al centro-sur de Argentina. 

En los últimos 200 años su rango histórico se ha visto reducido en un 95%, principalmente debido a la cacería, a la disminución en la abundancia de sus presas y a la destrucción y fragmentación de su hábitat. Actualmente sobreviven apenas entre 200 y 250 yaguaretés en todo el territorio argentino. 

Sin embargo, en 2012 el Gobierno de Corrientes, junto a Parques Nacionales, Rewilding Argentina y Tompkins Conservation, comenzó un proyecto para reintroducir al yaguareté en los Esteros del Iberá, lo que trae una luz de esperanza para la recuperación de la especie. 

Nalá
Nalá, la primera yaguareté nacida en El Impenetrable chaqueño como parte del proyecto de recuperación de la especie. Créditos: Gerardo Cerón.

El proyecto incluyó la construcción del Centro de Reintroducción del Yaguareté en la isla San Alonso, en el corazón del Parque Iberá, y gracias a la donación de ejemplares por instituciones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y a la participación de científicos y expertos de la especie, ya cuenta con una población fundacional de dieciocho individuos. 

Centro de Reintroducción
El Centro de Reintroducción del Yaguareté en los Esteros del Iberá. Crédito: Rafael Abuín – Rewilding Argentina.

Así, la Provincia de Corrientes, en Argentina, pasó de no tener ningún yaguareté libre en los últimos setenta años a albergar a casi el 10% de los ejemplares que habitan en el país, además de ser la provincia de la región chaqueña argentina con la mayor cantidad de individuos. Ahora con registros de nuevos nacimientos en libertad, Iberá se encamina a convertirse en el parque nacional de Argentina con el mayor número y las densidades más altas de estos felinos.

Coli
Coli, un yaguareté macho que fue rescatado en Paraguay y donado al proyecto de reintroducción en Iberá después de quedar huérfano en estado silvestre. Su llegada representó el segundo macho liberado en Corrientes, en Argentina. Créditos: Fundación Rewilding Argentina.

Según científicos de la Fundación Rewilding Argentina, el yaguareté es esencial para mantener la salud del ecosistema, ya que su presencia regula, por depredación o competencia, a las poblaciones de otras especies, con un efecto “de cascada” a lo largo de la cadena trófica. 

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