¿Y si vamos a pedalear a San Pedro de Atacama? Vamos. Un mes después aterrizábamos con Ignacio Rojo en la región de Antofagasta, era tiempo de volver a las tierras que me vieron nacer, esta vez cambiando las rueditas del coche por las de la bicicleta.

Estimamos que 5 días serian suficientes para hacernos una idea de la zona, y probar algunas rutas. Estas comenzaban a los 2.430 msnm, que es la altura aproximada del poblado de San Pedro, por lo que cada día iríamos pedaleando un poco más y a mayor altitud de manera de hacer una aclimatación progresiva.

©Cristián Anguita
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Comenzamos por explorar las rutas mÁs cercanas al pueblo, recomendados por nuestro guía/ciclista/montañista  y más que conocedor del MTB en la zona, Coto Bustamante, quien no podría acompañarnos ese día.

Salimos de San Pedro por la carretera en dirección hacia Calama, prontamente desviándonos al llamado Valle de La Muerte,  en un paisaje único que entrega la cordillera de la Sal.  Luego esa tarde probamos un clásico cross country de la zona camino a la laguna Cejar, para llegar a tirarnos a flotar en sus saladas aguas.

©Cristián Anguita
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El paso siguiente fue un sendero trabajado por Coto especialmente para el MTB, muy fluido y en medio de un terreno y paisaje increíble, un verdadero oasis para la bicicleta, que nos dio el ánimo para pedalear aproximadamente 40 km ese día, saliendo y volviendo en bicicleta desde el pueblo, con una sonrisa dibujada en el polvo de nuestras caras.

©Cristián Anguita
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Ya nos sentíamos aclimatados por lo que era hora de probar el Valle del Arcoiris a 3200 msnm. Un pedaleo relativamente suave pero la diferencia de escenarios que te ofrecía cada nuevo día y a tan poca distancia uno de otro, era atracción y entretención más que suficiente.  Toda la aclimatación era para lograr el objetivo del ultimo día, el cerro Toco. La idea de hacer una cumbre en bicicleta a 5.600 msnm, y luego deleitarnos con aproximadamente 2.500 m de descenso.  Era una linda idea, pero por esta vez solo quedó en eso, ya que entró una tormenta de viento que no nos dejó pedalear.

©Cristián Anguita
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A cambio, pudimos conocer las lagunas altiplánicas, y asombrarnos con la cantidad de fauna que puede existir en condiciones tan extremas.

©Cristián Anguita
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Gracias a Damian Flottes por recibirnos y a Gustavo Bustamante por mostrarnos los rincones para el MTB en la zona. Para información sobre esta aventura y muchas más, visita www.chilebackcountry.com

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