Los programas de gobierno, con algunas excepciones, no incorporan compromisos para dar continuidad a los avances ambientales logrados en las últimas décadas. Ninguna candidatura hace referencias a la implementación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, pero sí enuncian propuestas genéricas sin metas, con algunas excepciones respecto de incendios y superficie de restauración. Matthei compromete priorizar la protección y restauración de ecosistemas estratégicos para la seguridad hídrica, como cuencas y bosques nativos, la implementación de la Ley de Turberas, avanzar en la protección de glaciares y humedales y un plan nacional de gestión de incendios forestales para reducirlos en un 25%, incluyendo la prevención con las comunidades y la restauración de áreas quemadas. Parisi por su parte propone Corredores de Biodiversidad con restauración de 2 millones de hectáreas con especies nativas, además de acciones concretas para implementar las Reservas de la Biosfera, pero contradictoriamente propone la liberación de organismos genéticamente modificados en áreas no confinadas.

En contraste, el agua y la energía concitan propuestas desde casi todas las candidaturas. En materia de seguridad hídrica, Matthei propone implementar un Plan de Emergencia Hídrica para garantizar suministro para consumo humano, acelerar inversiones para Servicios de Agua potable Rural, gestión de cuencas, implementación de Planes Estratégicos en las 46 zonas más críticas del país, y un Plan Nacional de Desalación y Embalses de gran escala y comunitarios en las regiones que sufren sequía. Mayne Nicholds propone un plan integral contra la sequía también, con embalses grandes y pequeños, e impulso a la desalinización de agua para zonas costeras y mineras; fomento a la reutilización de aguas grises y tratamiento de aguas servidas para riego, además de subsidios al riego por goteo y acumulación de aguas lluvias; protección de los glaciares y reservas de agua, y fortalecer los Consejos de Cuenca para la gestión participativa del agua, asegurando caudales ecológicos en los ríos.

Parisi por su parte, propone un programa nacional de restauración de cuencas hidrográficas mediante Reforestación de riberas y recuperación de humedales; la implementación obligatoria de sistemas de re uso de aguas grises en edificios públicos, implementar una plataforma digital de monitoreo ciudadano de cuencas con alertas de contaminación, un programa nacional de infraestructura de acumulación y recarga hídrica con embalses multipropósitos de pequeña escala, además de tranques de infiltración y una Red Nacional de Carreteras Hídricas con concesiones privadas sin subsidio fiscal, garantizando abastecimiento humano, caudales ecológicos y habilitación agrícola, lo que podría ser francamente contradictorio. Jara y Kaiser sobre esta materia, se limitan a solo proponer plantas desalinizadoras, concesiones para plantas multipropósito y una regulación para su construcción y operación, lo que constituye una solución parcial y unidimensional para la crisis hídrica multifactorial que sufre Chile.

En las propuestas sobre energía también se identifican importantes concensos entre los candidatos. Jara destaca los avances de la descarbonización en Chile y compromete específicamente crear condiciones de mercado para que, al 2030, el 20% de la capacidad instalada cuente con almacenamiento, para reducir las emisiones y el precio de la electricidad para la población y las industrias. También compromete cumplir con el Plan de Acción de hidrógeno verde. Por su parte Matthei, se compromete a modernizar la red de distribución y transmisión con tecnología inteligente para ofrecer tarifas competitivas, dando mayor seguridad y continuidad al servicio. Junto con ello, compromete impulsar un plan estratégico para aumentar la electrificación de la industria y los hogares, fomentando el uso de hidrógeno verde y la electromovilidad.

Por otro lado, Mayne Nicholds promete apoyar el cierre de centrales de carbón antes de 2040 y un cambio en la matriz energética hacia energías limpias, facilitando inversiones y mejoras en transmisión y almacenamiento. Propone impulsar el hidrógeno como nuevo sector exportador, y a nivel local, programas de techos solares para agua caliente y reemplazar calefactores a leña por equipos eléctricos eficientes (con subsidio) en ciudades contaminadas.

En contraste con las propuestas de todos los candidatos  que apuntan a una transición hacia una matriz mas limpia y con beneficios sociales, Kayser sólo propone desregulación y  liberalización de la planificación y el mercado eléctrico, tales como: un mercado de servicios energéticos para reemplazar diésel gas y carbón; agilizar los permisos de conexión que otorga el Coordinador Eléctrico; modificar la metodología del plan de expansión eléctrica creando una ventanilla abierta para proyectos privados de transmisión, y reducir la tarifa eléctrica eliminando la demanda máxima, la penalización del consumo en horarios punta y el Mecanismo de Protección al Cliente.

Además de este ultimo contraste, también se evidencian posiciones opuestas en las propuestas sobre sectores productivos basados en recursos naturales. Respecto del sector pesquero, el cual solo abordan las dos candidatas; Jara propone crear una Red de Caletas estratégicas y PYMES para impulsar la asociatividad y elaboración de productos de alto valor nutricional en la pesca artesanal, incluyendo financiamiento Corfo y la creación de «Consejos Regionales de Acuicultura», o mesas de trabajo que incluyan a actores clave, como mutilicultores, salmoneros, comunidades indígenas y servicios públicos. En contraste con Matthei que propone posicionar a Chile incrementando la producción de salmón en un 50% para 2030, una nueva Política Nacional de Uso del Borde Costero para la Macrozona Sur, y enfrentar los desafíos sanitarios y ambientales de la acuicultura con tecnología y fiscalización.

En el sector minero, los candidatos impulsan un festival de expansión del extractivismo, bajo tutela estatal o privada. Jara compromete aumentar en 25% las inversiones mineras en el período de Gobierno, y elevar en 10% la producción de cobre, alcanzando seis millones de toneladas; apoyar la nueva fundición Hernán Videla Lira (ENAMI Paipote) y una fundición y refinería adicional al alero de Codelco, junto con elevar en 30% la producción de litio durante su gobierno y habilitar las condiciones para aumentarla a 100% en la próxima década. Por su parte, Mayne Nicholds propone fomentar proyectos con bajo impacto ambiental y fuerte compromiso social, consolidar una cartera de proyectos de mediana minería, priorizando iniciativas que generen encadenamientos productivos y diversifiquen la oferta exportadora. Reconoce el aporte de la pequeña minería al empleo y economía territorial, y propone beneficios tributarios, acceso preferente a financiamiento, incentivos para la formalización y cumplimiento ambiental, y un “Royalty por Innovación”, que incentive a las mineras a invertir en producción de bienes manufacturados con valor agregado.

En este tema, Parisi propone una minería sostenible con reutilización de relaves, monitoreo ambiental avanzado, desarrollo de nuevos materiales y reformas legales para la licitación de concesiones de explotación de litio a empresas privadas y explotación mixta, además de potenciar la inversión en refinamiento. Por su lado, Matthei apunta a mayor participación privada en la explotación del litio y compromete una Estrategia Nacional de Minerales Críticos centrada en el cobre y el litio. También hacer al litio concesible, generar licitaciones simples, junto con aumentar la cuota de extracción a contratos existentes y aumentar los CEOLs. También propone crear una Oficina de Proyectos Estratégicos con permisos más ágiles, certezas tributarias nuevas tecnologías y participación femenina.

Kayser propone realizar una Auditoría de la última década a CODELCO y reestructurar ENAMI, eliminar el cobro de patentes a la pequeña minería y agilizar los permisos. Además, promete un nuevo Sistema de Concesiones mineras para el desarrollo del litio y otros minerales y reducir o eliminar la intervención del Estado en la producción de litio, revertir los actuales acuerdos de la Estrategia Nacional del Litio y crear un Fondo Soberano Minero (como ahorro y capitalización de largo plazo), y un royalty de 3,5% del valor de las exportaciones aplicado a toda la minería, y no solo al cobre (70% de la recaudación se destinaria al Fondo Minero). También propone reorientar el rol del Ministerio de Minería, Cochilco y Sernageomin como agencias promotoras del crecimiento minero privado.

Respecto de los compromisos climáticos, sólo Matthei, Mayne Nicholds y Parisi realizan propuestas. Matthei compromete genéricamente reducción de emisiones, implementación de Planes Comunales de Cambio Climático y reducción de riesgos. Mayne Nicholds propone implementar el Acuerdo de París y metas concretas de reducción de emisiones en una nueva NDC más ambiciosa y postula que una transición energética bien manejada, protege el planeta y crea empleos verdes. Finalmente, Parisi compromete un programa de educación ambiental y climática e incluye propuestas para una transición productiva en el sector agrícola.

Un análisis general de los programas de gobierno a los que tuvimos acceso al momento de redactarse esta columna (los programas de MEO y Artés, no estaban disponibles) muestran un déficit de propuestas para proteger la biodiversidad, medidas similares (solo convencionales) para enfrentar la crisis hídrica y consenso respecto de transitar hacia energías limpias. No obstante no existe la naturaleza, ni el agua, ni el medio ambiente en el programa de Kast y Kaiser, solo se abordan propuestas para mayor liberalización y privatización en el sector minero y energético. 

Esto constituye una alerta, dado que Chile enfrenta desafíos estructurales en materia de agua, degradación y ordenamiento territorial que afectan a la población y a los sectores productivos, riesgos que la ciencia proyecta se agravarán producto del cambio climático. En contraste con ello, las propuestas ambientales de Matthei constituyen aportes concretos, como lo son la reducción de emisiones, la seguridad hídrica, la protección del bosque nativo y la biodiversidad (entre ellas la Ley de Turberas), un plan para clausurar y recuperar basurales, y el avance en la protección de glaciares y humedales. No obstante sus propuestas programáticas, evidencian una clara contradicción con la posición y votaciones del sector político que ella representa en el Parlamento.

Basura plástica en Bahía Jackson. Créditos: Pablo Loncón.
Basura plástica en Bahía Jackson. Créditos: Pablo Loncón.

Respecto del resto de las candidaturas, también contienen propuestas ambientales acertadas, aunque fragmentadas, destacándose las de Mayne Nicholds que constituyen un avance programático, pero sus propuestas son muy generales y con pocos compromisos concretos. Al respecto, también llama la atención la pobreza del contenido ambiental en el programa de  Jeannette Jara, las que se espera puedan ser desarrolladas con precisión durante la campaña. Finalmente, destaca el nivel regresivo del programa de Kaiser, centrado en propuestas de desregulación ambiental y sectorial, la anulación del rol y funciones del del Estado y ausencia de enfoque sobre el interés publico, que es lo que los gobiernos deben promover y cautelar. En síntesis, el panorama sobre las propuestas de relevancia ambiental de los candidatos y candidatas a la presidencia de la Republica es preocupante, dado que no presentan un avance para compatibilizar el desarrollo económico con la protección ambiental y el bienestar de la población.

En pleno siglo 21, más alla de las ideologías de izquierda, derecha o centro, es evidente que el desarrollo económico del país debe enfrentar la crisis climática e hídrica, la crisis de pérdida de biodiverdad y la crisis de contaminación. En este contexto, todas las coaliciones partidarias, sin olvidar sus raíces históricas, deben hacer el esfuerzo de dar un paso adelante, evitando sesgos excluyentes de personas, sectores políticos y problemas reales, para priorizar el hacerse cargo de los desafíos a la seguridad humana y ambiental que presenta la destrucción del patrimonio ambiental de Chile y la triple crisis antes mencionada. El bienestar y futuro de la Sociedad, la Naturaleza y la Economía, constituyen partes del mismo desafío.

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