Los salares son ecosistemas muy frágiles que se encuentran en la macrozona norte de Chile. No solo son ecosistemas únicos, sino que también son sustento de vida para las comunidades indígenas que han habitado ahí desde hace generaciones. Sin embargo, la «minería del agua» o del litio, declarada estratégica para las políticas de Estado, preocupa en la zona.

Créditos: Sara Undurraga.
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Si bien el litio se promociona como un insumo para la sustentabilidad verde para la electromovilidad, se manifiesta localmente de manera insustentable. Esto, sumado al calentamiento global, que produce menos precipitaciones y más evaporación, se transforma en un escenario desfavorable para los humedales altoandinos, el ciclo del agua y los habitantes de la región. Entre muchos de los factores relacionados a este panorama, genera preocupación que la Estrategia Nacional del Litio está emplazada en el territorio donde habita el flamenco, ave sagrada de los Lickan Antai.

Créditos: Sara Undurraga.
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El flamenco es una especie que tiene una gran importancia para la cultura atacameña. Estas aves son consideradas sagradas y simbólicas para las comunidades locales, y desempeñan un papel fundamental en su cosmovisión andina y tradiciones. Para las comunidades atacameñas, es el guardián del agua, asimismo es una fuente de ingreso a través del turismo y las artesanías que elaboran. La historia y cultura atacameña ha evolucionado junto con las parinas (nombre que se les dan a los flamencos en las comunidades ancestrales).

Créditos: Sara Undurraga.
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La producción de litio en la comuna de San Pedro de Atacama se lleva a cabo mediante un proceso conocido como la minería no metálica o “minería del agua». Este proceso implica la extracción de salmuera —que es una solución que contiene litio—, que se bombea a piscinas de evaporación, donde se deja que el agua se evapore naturalmente debido a la exposición al sol y al viento. A medida que el agua se evapora, los minerales de litio se concentran y se extraen. Para obtener una tonelada de litio se evaporan entre 400 a 2 millones de litros de agua. Este proceso de extracción de litio puede tener un impacto significativo en los cuerpos de agua y, por ende, para los flamencos de la cuenca del salar de Atacama.

Créditos: Sara Undurraga.
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Los flamencos altoandinos dependen de los salares y lagunas de la región para alimentarse, descansar y reproducirse. La extracción de salmuera de los salares puede alterar el equilibrio de los cuerpos lacustres y afectar la disponibilidad de trófica para los flamencos, provocando su desplazamiento. Además, en la producción de la extracción del litio, durante el proceso de evaporación, se requiere agua para llenar las piscinas de evaporación y para el lavado de los minerales de litio. Entonces, los efectos de la minería del agua producen la evaporación acelerada y aumento salinidad, lo que imposibilita la vida de organismos como las cianobacterias, un alimento clave de los flamencos. Esto genera desplazamientos de zonas de nidificación y hábitats, haciendo imposible la vida de los flamencos y los seres vivos que habitan en estos cuerpos de agua.

El furor del litio y el nuevo Plan Nacional de Litio, que quiere licitar nuevos salares para la extracción del mineral, llevará más presión a la especie, que ya no tendrá donde desplazarse con la presión que conlleva este plan sobre los salares, ya que sólo pretende preservar el 33% de ellos.

Créditos: Sara Undurraga.
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El 26 de marzo, el gobierno mostró, en el marco de la nueva Estrategia Nacional del Litio, cómo será el futuro de los 69 sistemas salinos de las tres primeras regiones de Chile.

Pensando en un sistema económico estratégico de lagunas —de las cuales dos salares caen bajo la categoría estratégicos por sus características económicas— y con un rol mayoritario del Estado, hay cinco salares que ya tienen el interés de empresas públicas y buscan socios; 26 que quedarán abiertos a la iniciativa privada; y 38 que quedarán protegidos.

Los 26 salares para los privados representan el 18% de los salares chilenos, ya que el 49% será liderado por el Estado y el 33% entrará a estudios para crear la Red de Protección de Salares.

Créditos: Sara Undurraga.
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Por otro lado, los salares estratégicos serán el salar de Atacama (Región de Antofagasta) y el salar de Maricunga (Región de Atacama). En ellos el gobierno participará de forma mayoritaria a través de Codelco. Por otro lado, los salares de Pedernales, de Codelco, y el proyecto Salares Alto andinos —que incluye a los salares Grande, Infieles, Aguilar y La isla— de Enami, buscarán socios externos.

De las seis especies de flamencos del mundo, en Chile habitan tres de ellas. Una es el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), que desplaza en Sudamérica por países como Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Argentina y Chile. En este último país se desplaza desde el extremo norte hasta Tierra del Fuego. Es el más abundante y está en categoría “Casi Amenazada”.

Otra es el flamenco de james (Phoenicoparrus jamesi) exclusivo de la zona norte, habitando en Perú, Bolivia, Argentina y Chile. Prefiere las grandes alturas para reproducirse y se encuentra en categoría “Vulnerable”.

Créditos: Sara Undurraga.
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Por último, está el flamenco andino (Phoenicoparrus andinus), catalogado en categoría “Vulnerable” y habita en Sudamérica en Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay, Argentina. En Chile encuentra su gran colonia de reproducción. Anida en grandes colonias de aves, llegando a ser miles. Son altamente sensibles a los estímulos externos, ya que son muy longevos y no están apresurados con la reproducción, por lo cual abandonan sus nidos en colonias gigantescas antes cualquier amenaza o alteración externa. Así, son muy sensibles a los cambios de agua, prefiriendo para nidificar aguas que no sean profundas, pero que no se sequen, siendo fundamental en las colonias el agua para poder producir los nidos con forma de volcán o cono trunco donde depositan un único huevo. El flamenco andino ha anidado históricamente en el salar de Atacama por décadas, teniendo dos lugares estratégicos ahí.

Créditos: Sara Undurraga.
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Uno de ellos es la laguna de Barros Negros, su gran sitio de nidificación. En 1987 fue el peak con 10.500 pollos de flamenco andinos. Desde 2004 en adelante se manifiesta la disminución de nidificación en Barros Negros, a excepción de 2006, con 4.030 pollos de flamenco andino. Luego hubo intentos de nidificación con colonias pequeñas sin éxito reproductivos. Hoy la laguna no presenta reproducción.

Luego, dentro del salar de Atacama comenzaron a nidificar en laguna Puilar, teniendo un máximo de reproducción el 2004 con 3.200 pollos de flamenco andino. Sin embargo, en 2015 fue la última reproducción exitosa grande, con 1.500 pollos con una colonia adulta de 3.000 ejemplares. Es decir, con un 50% de éxito reproductivo. El 2016 desciende con 850 pollos y la última colonia reproductiva fue el año 2020 con 750 flamencos, pero se perdió por completo.

En los últimos años no ha habido reproducción exitosa, es decir, con sobrevivencia de pollos en el Salar de Atacama. El año 2023 se censaron en la comuna de San Pedro de atacama sobre 13000 flamencos y el año 2024 sobre 18000 flamencos con muchos juveniles, pero no hay colonias reproductivas de flamencos andinos y, por consiguiente, no hay pollos para relevar para las siguientes generaciones. Esto sitúa al flamenco andino en peligro. Es importante mencionar que parte del salar de Atacama tiene categoría RAMSAR, la cual es área de relevancia para aves interhemisféricas, con protección internacional, y pertenece a la Reserva Nacional los flamencos.

El segundo salar de reproducción del flamenco andino es Maricunga, en la Región de Atacama. Este alberga una colonia de nidificación activa de flamencos andinos que nacieron durante los dos últimos. En 2023 nacieron 900 pollos y en 2024, 1500 flamencos andinos, siendo la esperanza para la especie a nivel de reproducción. Lamentablemente, este salar está en categoría de estratégico, por lo cual las colonias reproductivas podrían correr la misma suerte que con el salar de Atacama.

El salar de Surire, de la Región de Arica y Parinacota, es de gran importancia para la nidificación de las tres especies. Este lugar está cuestionado por Quiborax y su manejo, el cual ha llevado a las colonias reproductivas a dejar de serlo. El salar de surire es reconocido por la nidificación del flamenco chileno, pero también es una colonia de nidificación importante de andinos. Es monumento nacional y sitio RAMSAR en algunas partes.

El flamenco andino en Chile necesita lugares esenciales como el Surire —donde está la empresa Quiborax—, Huasco, Salar de Atacama —considerado estratégico, con presencia de Codelco), Punta Negra (afectado por la minera Escondida— y Maricunga —considerado estratégico, con presencia de Codelco—. Todos esenciales para las reproducción y sobrevivencia del flamenco andino en Chile, pero todos impactados por la minería a gran escala.

Por otro lado, dejaron el salar de Ascotán — donde habita una colonia de flamencos andinos— y de Piedra parada —donde se reproduce el flamenco de james— fuera de la red de salares protegidos, siendo lugares de importancia para la reproducción de las especies. Impacta a la vez que se estén dejando de lado que hay salares con sitios Ramsar. Pero claramente lo más alarmante es que los tres lugares más importantes de la nidificación del flamenco andino están y serán aún más explotados por la minería del litio creando un gran revés para la reproducción y nidificación del flamenco andino en Chile, ya que se sacrificaron áreas históricas de reproducción por energías verdes producidas de maneras no sustentables, proponiendo que Chile sea un lugar de alimentación de flamencos andinos y no de reproducción. Claramente eso es una gran pérdida para Chile y para las colonias de flamencos andinos del mundo.

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