Cuentan las historias de quienes caminaron y exploraron el archipiélago fueguino hace más de 200 años, que en estas australes tierras existía una especie de perro que convivió cerca y mancomunadamente con los indígenas durante siglos. Sin embargo, estos perros no tenían la apariencia típica de un perro, lo que ha despertado, durante décadas, la intriga de científicos. Efectivamente, a partir de lo señalado por los cronistas antiguos y cómo estaba representado en dibujos e ilustraciones, los perros antiguos de Tierra del Fuego tenían más pinta de zorro que de perro, y habrían acompañado a los pueblos fueguinos, específicamente a los pueblos Selk’nam y Aónikenk, durante cientos de años.

El perro fueguino. Créditos color: ©Memoria en Color
Foto original: ©Paul Haydes
El perro fueguino. Créditos color: ©Memoria en Color Foto original: ©Paul Haydes

“Hay antecedentes en las crónicas antiguas de los colonizadores, de los exploradores, que hablaban de la presencia, en aquellos tiempos, de lo que ellos llamaban el perro fueguino. Todos los pueblos de la Patagonia tenían perros. Cuando los pueblos indígenas llegan a la Patagonia, bajando desde Alaska hasta llegar a lo último del continente, hace alrededor de 10 mil años atrás, traían perros, pero ¿cuáles traían? Traían perros originales, que son lobos domesticados. Pero lo curioso es que los cronistas, cuando llegan al archipiélago fueguino, se encuentran con unos perros que no parecen perros, sino que más bien tienen pinta de zorro”, agrega Fabian Jaksic, Doctor en Zoología y actual director del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES).

Un estudio sobre los pueblos indígenas del extremo austral de Sudamérica, liderado por Fabian Jaksic junto al ecólogo Sergio Castro, ambos investigadores del Centro de Ecología Aplicada (CAPES) de la Universidad Católica, logró rastrear la identidad del acompañante de cuatro patas de los pueblos fueguinos, a partir de la revisión de crónicas biológicas y descripciones oficiales.

Historia de la Patagonia, Tierra de Fuego, é Islas Malvinas. Barcelona, 1841. Créditos: Frédéric Lacroix
Historia de la Patagonia, Tierra de Fuego, é Islas Malvinas. Barcelona, 1841. Créditos: Frédéric Lacroix

La investigación, publicada en julio de 2023 en la “Revista Chilena de Historia Natural”, plantea que el «perro fueguino» original, que acompaño al pueblo kawésqar y yagan, era un perro común (Canis lupus familiaris) traído por nativos de Asia tras el cruce del estrecho de Bering. En cambio, el «perro fueguino» que vivió con los aonikenks y los selk’nam, habría sido un zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) domesticado, de colores planos, cola peluda y mucho menos manso que los perros derivados del lobo.

“Lo que yo hice con mi colega Sergio Castro fue revisar todas las crónicas, las ilustraciones y dibujos, y nos dimos cuenta que el perro de los indígenas fueguinos, particularmente del pueblo Selknam, en realidad parecía un zorro domesticado. Curiosamente a poco andar de la publicación de nuestro trabajo, salieron trabajos de arqueólogos que se dieron cuenta que estos indígenas también hacían funerales para estos perros, por lo tanto, no es que se los comieran ni nada, sino que eran parte de la familia, como siempre han sido los perros”, explica el Dr. Jaksic, quien además es ganador del Premio Nacional de Ciencias Naturales en 2018.

El perro fueguino. Créditos: ©Paul Haydes
El perro fueguino. Créditos: ©Paul Haydes

Uno de los aspectos más interesantes es que, según indican las crónicas antiguas, estos perros habrían ayudado en la caza, es decir, los pueblos fueguinos utilizaban a estos animales principalmente por fines utilitarios. Sin embargo, hay crónicas que señalas que también se utilizaban como calefacción, para poder afrontar las extremas condiciones del territorio más austral del mundo. En ese sentido, la evidencia respalda que habría existido una estrecha relación entre los humanos y esta especie que acompaño a los pueblos fueguinos hasta mediados del siglo XIX.

Si bien, no existe mucha documentación respecto a los procesos de domesticación, la memoria ancestral de los pueblos señala que siempre fueron parte importante de la cultura y de la vida cotidiana de los pueblos fueguinos, siendo, incluso, considerados parte del “haruwen” o clan familiar.

Pueblos fueguinos. Créditos: Henry Colburn, 1839
Pueblos fueguinos. Créditos: Henry Colburn, 1839

Vale señalar que los zorros no son animales domesticables, por lo aun existen muchas dudas respecto a cómo se generó esta relación y cómo fue se mantuvo a lo largo de los siglos. “Los zorros no son domesticables, por lo tanto, que los indígenas fueguinos y patagónicos hayan podido domesticar un zorro es bien raro. El único intento de domesticación de zorro exitoso es con el zorro plateado en lo que era antes la Unión Soviética. Lo zorros son muy poco domesticables, son animales muy territoriales, solitarios, que se juntan solamente para reproducirse. Los perros no, los perros son muy sociables y viven todos juntos”, agrega el Dr. Jaksic.

Asimismo, es importante señalar que, hablando evolutivamente y sistemáticamente, los zorros del sur de Sudamerica están más emparentados con los lobos (Canis spp) que con los zorros (Vulpes spp), según sostiene el documento. De hecho, uno de los nombres originales de los zorros sudamericanos del diverso género Lycalopex era Dusicyon, que significa “casi un perro”. Sin embargo, independiente de su filogenia, los zorros de este género han tenido una larga historia de interacciones con humanos, pero no hasta el punto de ser domesticados.

El perro fueguino. Créditos foto original: ©Paul HaydesFoto original: ©Paul Haydes
El perro fueguino. Créditos foto original: ©Paul Haydes

La “desaparición del perro fueguino

Una de las situaciones que más causo curiosidad dentro de los científicos es la paulatina desaparición del perro fueguino de las crónicas y la literatura a partir de mediados del siglo XIX. Antiguamente todas las imágenes y descripciones hablaban de un perro relativamente pequeño, con cola caída y peluda, hocico puntiagudo y orejas paradas. Sin embargo, con el paso del tiempo, en las crónicas empieza a aparecer todo lo contrario: perros manchados con orejas caídas, con hocicos más cortos, con la cola pelada y levantada.

Como indica el investigador de CAPES: “Nosotros investigamos esta situación y fuimos a revisar los perros fueguinos que hay en el museo de Rio Grande, en Tierra de Fuego, Argentina, y también revisamos el que se encuentra en el museo Maggiorino Borgatello, en Punta Arenas, y nos encontramos con dos situaciones muy distintas. El perro que está en Rio Grande es un zorro, pero el que está en Punta Arenas, conservado hace más de 100 años, es un perro”.

Respecto a esto, los científicos barajaron distintas hipótesis, sin embargo, la evidencia finalmente indica que esta especie habría sido desplazada tras la llegada de los perros europeos, cánidos más dóciles y llamativos por su aspecto, en los barcos de los expedicionarios. Para llegar a esa conclusión, los investigadores examinaron alrededor de 26 imágenes publicadas y notaron que, los antiguos perros, hasta antes del año 1840, eran en aparentemente zorros, pero a contar de 1840 y hasta casi 1900, empiezan a ser reemplazados paulatinamente por perros europeos.

Historia de la Patagonia, Tierra de Fuego, é Islas Malvinas. Barcelona, 1841. Créditos: Frédéric Lacroix
Historia de la Patagonia, Tierra de Fuego, é Islas Malvinas. Barcelona, 1841. Créditos: Frédéric Lacroix

Como puntualiza el investigador: “Yo te anticipo que los perros antiguos, que eran en realidad zorros domesticados, fueron progresivamente reemplazados por perros europeos que eran traídos en los navíos y que eran intercambiados con los indígenas. Lo que pasa es que, a los indígenas, aparentemente, le gustan estos perros que traían los marineros europeos -me refiero a ingleses, franceses, holandeses y españoles- porque son más colorines y porque son sociables. Los zorros no son sociales, se juntan solamente para reproducirse, mientras que a los perros les gusta vivir todos juntos. Entonces los indígenas, estamos hablando principalmente de los selk’nam y los aonikenks, empezaron a reemplazar el antiguo zorro por perros ‘de verdad’”.

Si bien, existieron teorías de que la desaparición de esta especie se debió a la hibridación de estos zorros con perros, esto fue descartado. “La hibridación de zorro con perro es muy difícil porque tienen números cromosómicos diferentes. Si bien, hay antecedentes en la literatura de híbridos entre perros y zorros, el problema es que, como tienen cromosomas diferentes, los híbridos que se producen son infértiles, como pasa entre el burro y el caballo”, agrega el director de CAPES.

Les Chiens des Fuégiens rapportés de la Terre de Feu par le docteur Hyades (Mission de la Romanche). "Impresionado por el interés que suscitaba la observación de estos animales, el doctor Hyades, médico de primera clase de la marina, encargado de dirigir los estudios de la misión científica francesa enviada al Cabo de Hornos (la expedición Romanche), no sólo se esforzó por observarlos sobre el terreno, sino que resolvió llevar a Francia algunos representantes. A instancias suyas, la misión, durante su estancia en Bahía Orange, adquirió una perra (Katekita) en enero de 1883 y un perro (Tapan) en febrero; ambos fueron comprados poco después de su nacimiento; es a partir de estos dos animales, ya bien desarrollados, que podemos trazar definitivamente las características zoológicas del perro fueguino."
Les Chiens des Fuégiens rapportés de la Terre de Feu par le docteur Hyades (Mission de la Romanche). «Impresionado por el interés que suscitaba la observación de estos animales, el doctor Hyades, médico de primera clase de la marina, encargado de dirigir los estudios de la misión científica francesa enviada al Cabo de Hornos (la expedición Romanche), no sólo se esforzó por observarlos sobre el terreno, sino que resolvió llevar a Francia algunos representantes. A instancias suyas, la misión, durante su estancia en Bahía Orange, adquirió una perra (Katekita) en enero de 1883 y un perro (Tapan) en febrero; ambos fueron comprados poco después de su nacimiento; es a partir de estos dos animales, ya bien desarrollados, que podemos trazar definitivamente las características zoológicas del perro fueguino.» Créditos: Léon-Louis Chapon – Jules Künckel d’Herculais, Science et Nature N°9 — 26 janvier 1884 par Denis Blaizot

A pesar de lo anterior, el investigador sostiene que es posible que el perro fueguino no se haya extinguido por completo, sino que simplemente retrocedió de ser un zorro culpeo domesticado por los pueblos fueguinos, a su forma salvaje, que aun subsiste en la isla de Tierra del Fuego: Lycalopex culpaeus lycoides.

“Es un tema que aún está en desarrollo, pero cada vez queda más claro que el perro fueguino en particular, pero también quizás el perro patagónico, fue en un principio un zorro domesticado usado para cazar, y que fue reemplazado posteriormente, mediante el intercambio con los barcos europeos, por perros europeos”, finaliza el Premio Nacional de Ciencias Naturales.

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