El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), entregó este miércoles su último reporte especial sobre océanos. En éste se destaca que la corriente de Humboldt, uno de los sistemas productivos más importantes del mundo en términos de pesquerías, podría verse amenazada por los efectos del cambio climático.

La corriente de Humboldt bordea gran parte de la costa chilena y causa fenómenos como las surgencias, permitiendo la coexistencia de una serie de pesquerías que son fuente de alimento y trabajo,  por lo que el cambio climático podría tener consecuencias irreversibles no sólo en el medio ambiente marino, sino que también a escala social y económica dada la gran cantidad de personas que dependen de estos recursos”, dijo al respecto Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana Chile.

©OCEANA Eduardo Sorensen
©OCEANA Eduardo Sorensen
El estudio revela que la acidificación del océano, el aumento del nivel del mar –que en el escenario más optimista aumentaría 43 cm para 2100 y en el más adverso 84 cm–, y la pérdida de oxígeno, tendrían impactos negativos en las especies marinas, modificando la distribución de los peces, disminuyendo su abundancia y con ello la pesca, lo cual podría afectar los ingresos y la forma de vida de las comunidades que dependen del mar.

“Las poblaciones de peces deberían estar al menos en plena explotación para que sean capaces de afrontar el cambio climático, pero hoy en Chile el 70% de las pesquerías se encuentran sobreexplotadas o agotadas”, afirmó van der Meer y agregó que “con esto cobra mayor sentido la recomendación del informe que hace un llamado a las autoridades de los países a implementar políticas para la recuperación de las pesquerías”.

La importancia de las áreas marinas protegidas y los bosques de algas

©OCEANA Eduardo Sorensen
©OCEANA Eduardo Sorensen

El informe destaca la importancia de crear áreas marinas protegidas para mantener los recursos marinos y mitigar las consecuencias del cambio climático en las comunidades costeras. Las áreas marinas protegidas son un factor relevante para mitigar los efectos del cambio climático, ya que ayudan a mantener los componentes y estructuras de los ecosistemas que sustentan la vida marina y a conservar los servicios ecosistémicos, la alimentación y el trabajo que el océano provee.

“Chile ha dado pasos importantes en la creación de áreas marinas protegidas, teniendo casi un 45% de la zona económica exclusiva bajo alguna figura de protección, aunque el mayor porcentaje se encuentra en las islas oceánicas”, afirmó van der Meer. “Existe una gran deuda con las zonas costeras, donde casi no existe ningún área protegida y es donde vive más del 20% de la población del país”, añadió.

©OCEANA Mauricio Altamirano
©OCEANA Mauricio Altamirano

Una de las consecuencias de la escasa protección costera es la constante depredación de los bosques de algas, que abundan en las cercanías del borde costero y que son cruciales para la absorción del CO2. El reporte de la ONU, de hecho, las identifica como una de las especies más afectadas por el aumento de la temperatura del agua, lo que las ha llevado a expandirse hacia los extremos del planeta y contraerse en latitudes menores.

Las algas son cruciales para la vida en los océanos, ya que funcionan como hogar para peces, moluscos, crustáceos y otros invertebrados, todos estos altamente sensibles a los cambios de temperaturas y que se verían amenazados si ésta aumentase en 2°C respecto a la era pre-industrial, advierte el IPCC.

“Sumado a los efectos del cambio climático, los bosques de macroalgas se han visto altamente amenazados y afectados por actividades pesqueras destructivas”, puntualizó van der Meer. “Prácticas como el barreteo, es decir, arrancar las algas desde la raíz, no permite la recuperación natural de este recurso que es de gran importancia económica para el país”, finalizó.

©OCEANA Lucas Zañartu
©OCEANA Lucas Zañartu

El documento elaborado por el IPCC contó con la colaboración de más de 100 científicos de 36 países, quienes revisaron casi 7,000 publicaciones para determinar los impactos del cambio climático en el océano, así como también en las poblaciones costeras que dependen de él. Este informe proporcionará aportes científicos a la COP25 que se desarrollará en Santiago en diciembre de 2019.

El IPCC es el organismo de Naciones Unidas creado para revisar la ciencia relacionada al cambio climático, instaurándose en 1988 y está integrado por 195 países.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...