“Cuando compones tienes que mirar cuidadosamente todo lo que te gustaría incluir (flores, hojas, piedras, frascos), para asegurarte que tengan la forma, el color o el material preciso; la idea es lograr que las partes calcen como una unidad natural. Como cuando encuentras esos ejemplos en la naturaleza; una piedra cerca de una flor metidos en un pedazo de pasto quizás con un poco de musgo alrededor”

–Bruno Munari

Bruno Munari (italiano, 1907-1998) fue un artista, diseñador gráfico, inventor, futurista y sobre todo un maestro del lenguaje visual. “A flower with love” es parte de la colección “Workshop series”, que se enfoca en diferentes instrucciones y observaciones que estimulan una relación más activa entre niños y adultos durante el aprendizaje.

©María Gracia Echeverria
©María Gracia Echeverria

Me gusta recomendar este libro porque es muy simple y al mismo tiempo complejo: desafiar la idea que tenemos de un arreglo de flores y, a mi parecer, al desafiar esa idea, también se desafía la percepción que tenemos sobre cualquier otro paradigma que hayamos aceptado como tal –a veces, sin saber que lo habíamos aceptado–.

©María Gracia Echeverria
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Munari entrega diferentes tipos de ejemplos de lo que pueden ser considerados “ramos de flores” y usa objetos no convencionales para ello, como pedazos de verduras, pasto o piedras. En la introducción del libro habla un poco de la “técnica” que básicamente tiene que ver con estar más atentos al entorno, observar y recolectar.

©María Gracia Echeverria
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Con esto, evoca la imaginación y también la atención que ponemos en los objetos o cosas que nos rodean.  Lo otro que me parece interesante es que también está desafiando la concepción sobre la supuesta estética que deberían tener los ramos de flores, y obviamente ahí está citando la tradicional práctica de arreglos florales japonesa, Ikebana. Pero más allá de ahondar en el significado y los usos de un ramo de flores, me gusta que invita a disfrutar de los detalles, de lo simple, de lo obvio, de lo común, por sobre las convenciones estéticas.

“¿Pero cómo lo hago? Uno observa y recolecta: hay flores chicas que crecen en las paredes, en los pedazos de tierra traídos por el viento que se forman en las hendiduras, hay matas de pasto a lo largo de las veredas, en pequeñas camas de flores, al fondo de las plantas, cerca de los árboles grandes. Los prados tienen millones de especies de flores, tallos de pasto y hojas de todos los tipos, hay hiedras enanas, margaritas, campanitas amarillas, flores azul claro, mini claveles rosados. También está el musgo, que es como un mundo en miniatura, un bosque eterno, si lo miras con una lupa”…

–Bruno Munari