Según cifras de la WWF, cada día se mata a unos 55 elefantes africanos por sus colmillos de marfil para ser convertidos en figuras talladas o joyas. Esto se traduce en más de 20.000 animales al año. La caza ilegal de elefantes ha llevado a que estos gigantescos mamíferos hoy se encuentren amenazados, con casos críticos como los de los elefantes de bosque africanos (Loxodonta cyclotis) especie que, según se estima, podría extinguirse en un plazo de 10 años.

Es por ello, que el Reino Unido ha decidido sumarse a la batalla en contra del tráfico de marfil, para salvar a estos animales. «Los elefantes son uno de los animales más icónicos del mundo y debemos hacer todo lo posible para protegerlos para nuestras futuras generaciones. Esa es la razón por la que presentaremos una de las prohibiciones más duras en el mundo en relación a la venta de marfil. La respuesta abrumadoramente positiva que obtuvimos en nuestra consulta pública, demuestra la fuerza del sentimiento público para proteger a estos magníficos animales», señaló el Secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, antes de presentar al parlamento el proyecto de ley que prohibe la compra y venta de marfil, medida que fue apoyada por un 88% del público encuestado (más de 70.000 personas). «Espero que esto sirva como una clara señal de nuestro liderazgo mundial en este tema vital«, añadió.

La iniciativa del Reino Unido cubre los artículos de marfil de todas las épocas, con algunas excepciones mínimas que, se considera, no contribuyen directa o indirectamente a la caza furtiva de elefantes. Entre ellas, están los artículos que sólo contengan una mínima cantidad de marfil (menos del 10% de su composición) y que hayan sido producidas antes de 1947; instrumentos musicales que contengan menos de 20% de marfil y hayan sido producidos antes de 1975; ventas a y entre museos acreditados; retratos en miniatura hecho antes de 1918, entre otros.

La máxima pena por quebrantar la ley al vender o comprar objetos de marfil en suelo británico, será una multa ilimitada o bien hasta cinco años de cárcel. Así, estas prohibiciones se convierten en las más exigentes de Europa y unas de las más duras en el mundo. Una medida interesante, tomando en cuenta que por mucho tiempo el Reino Unido fue uno de los mayores exportadores legales de marfil, liderando la lista a nivel mundial entre 2010 y 2015.

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